EL AUTOR DE HEBREOS NOS PRESENTA EL AURA DE LA GLORIA MISMA, NOS PERMITE VISUALIZAR LA APARIENCIA DE LA DEIDAD EN SU FORMA ANTROPOMÓRFICA; NOS CONCIENTIZA DEL PODER VERBAL QUE EN ÉL RADICA; DEL TRABAJO PURIFICADOR QUE NOS HICIERA APTOS PARA LA HERENCIA CON LOS SANTOS EN LUZ; NUESTRO LUGAR DE PRIVILEGIO EN LA PRESENCIA DEL PADRE, Y EL PLANO DE SUPERIORIDAD QUE HACE IMPOSIBLE LOS PLANOS COMPARATIVOS, SALVO POR LA VÍA DEL CONTRASTE.

LIMA - PERÚ   MARTES 15 DE MARZO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HEBREOS

Hebreos 1:3-4.

"El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos".

*** Aquél que nos es presentado como el principio y el fin en todas las cosas, desde el inicio de este tratado, debe ser reconocido y reverenciado, engrandecido y magnificado, y es por ello que el autor (Pablo, según se cree) se va a extender, brindándonos una imagen del Señor que lo hace único y súper especial, deteniéndose un tanto en mostrar las excelencias de la gloria del heredero.

*** Dios tomó de su gloria el resplandor para mostrárnosla, porque ansiaba que tuviéramos una experiencia inolvidable y maravillosa, aun más pasmosa que la que tuvo Saulo de Tarso camino a Damasco (Hch.26:13), la que lo extrajo de su penumbra religiosa fanática que él asumía como celo por su tradición judaica (Jn.16:2). Así, pues, hemos de asumir que la divina radiancia cobró forma antropomórfica, y todos los religiosos destituidos, desnudados de la gloria de Dios (Ro.3:23), pudieron ver la gloria manifestada en gracia y en verdad en la persona del Hijo de Dios, quien anduviera enseñando, predicando el evangelio del reino, y sanando por donde fuera toda enfermedad y dolencia en la gente (Mt.9:35), porque ello constituía la gloria divinal.

*** La sombra o proyección que nos invita a mirar más allá del plano representativo, nos emplaza a observar su naturaleza intrínseca, su esencia, su sustancia; para que dejemos de ser adoradores de hologramas, de formas hipotéticas, o de suposiciones con o sin bases de la simpleza o complicaciones de nuestras propias abstracciones. Si queríamos un retrato de su ser, y la naturaleza esencial de su carácter, habíamos de fijar nuestras miradas en el Hijo de Dios, y ser testigos de una realidad que siendo célica en su naturaleza, se torna terrenal para hacerse totalmente inteligible, captable y digna de veneración como nadie anteriormente lo fuera.

*** La orgánica emisión de su omnipotencia tenía en Jesús su expresión, y todas las cosas que serían perentorias o permanentes salían de sus ungidos labios. Así como hubo un día en que el Señor dijera: Sea la luz, y la luz fuera; siendo así desde entonces hasta hoy en las edades; habría NECESIDAD de que Dios ordenara que la luz cesara, para que ésta deje de ser. Así, pues, la sustentación y la fijación de las cosas, los tiempos, las personas y las circunstancias siguen obedeciendo a la orden que desde el inicio de la cronología humana se diera, y así seguirá hasta que él decida lo contrario ¡Aleluya! Como existe una posición puntual en el espacio sideral, y una elíptica para cada astro, planeta, cometa o asteroide; así las cosas se mantienen donde están porque el Señor así lo ordenó. los planetas, donde están, están siguiendo órdenes, y cumpliéndolas celosamente según lo regulado por la PALABRA DE SU PODER.

*** Ahora, el autor pasa a referirse al panorama redentivo, tocando el aspecto de la purificación, donde no hay más mezcla ni vestigio de pecado o de maldad, declarándonos impolutos en la presencia de Dios por la eficacia del sacrificio sustitutivo que lo tuviera a él como la suprema ofrenda delante de Dios, declarándonos justos ante su presencia, y dignos de coheredar juntamente con Cristo todos los valores de la nueva creación, sentándonos con él en el trono glorioso que se ubica a la derecha del Padre, algo que los cielos alaban, declaran y disfrutan, y que aquellos que han superado las barreras de la carne tienen como sumo bien, y se gozan en ello también.

*** La redención operada vía su sacrificio en la cruz del Gólgota, le otorga a Jesús un plano muy superior al angelical, y su nombre heredado, marca su singularidad y trascendencia. Ya que todas las cosas hechas poseen un diseño en el cual se basa su utilidad; y su limitación si esto está dentro de las edades; todo lo que fuera diseñado para habitar el plano eternal carecía del sello de caducidad, planteando su existencia por los siglos de los siglos. Debo recordarles que el único que posee eternidad es Dios, pues todo lo demás tuvo un inicio, un propósito, y un fin. Los ángeles, pues, servidores celestiales, lucen ante nuestros ojos con una gloria presencial y objetiva; lo primero, porque están ante Dios como sus fieles servidores; lo segundo, porque su diseño tiene un propósito relacionado con el cuidado de los que somos herederos de la salvación (He.1:14).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   15/03/2017