sábado, 26 de marzo de 2016

LA NATURALEZA JUSTA Y BONDADOSA DEL SEÑOR NUNCA PIERDE SU ORIGEN Y PERSPECTIVA, MANTENIÉNDOSE ESTABLE Y LONGÁNIME AGUARDANDO PORQUE LAS VIRTUDES MOSTRADAS A LA SALIDA DE EGIPTO, SE MANTUVIERAN ESTABLES; COSA QUE NO PASÓ. Y ASÍ COMO EL AMOR Y LA FIDELIDAD A LA PROMESA LOS SACÓ DE EGIPTO, TAMBIÉN SE MANIFESTÓ LA JUSTICIA, DÁNDOLE A LA SIGUIENTE GENERACIÓN LO QUE LA DEL ÉXODO DESECHARA. MANTENGAMOS NUESTRA ESPERANZA EN EL MÁS ALTO NIVEL, PARA NUESTRO PROPIO BIENESTAR.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 26 DE MARZO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS

Hebreos 3:7-11.

"Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo".

*** El aspecto de la esperanza va a ser enfatizado en este capítulo, porque la fidelidad se mide a través de ella. La fe implica certeza y convicción; la esperanza, nos revela su duración. Así como hemos comprendido que el Hijo sostiene todas las cosas con la palabra de su poder, y que toda promesa divina tiene su cabal cumplimiento; conforme al orden asignado y en el tiempo asignado; así se nos va a demandar que nos mantengamos firmes y sin fluctuar en la profesión o confesión de nuestra esperanza entre la promesa y el cumplimiento, entendiendo que el cielo y la tierra están ligados e íntimamente relacionados, cubriéndose el propósito según lo asignado a las edades.

*** Aquí el Espíritu Santo hace una solemne advertencia a todos los que se han comprometido con el Señor en su gracia, para que no sean tozudos y obstinados, y presten atención al orden divino, a lo que cada día se proclama para impartirles entendimiento, al programa espiritual que los conduce paso a paso, estableciéndolos dentro del panorama de la divina realización. Cuando Israel era llevado a la tierra de promisión en once jornadas, y llegaron a un lugar donde no había agua, su hostilidad se hizo manifiesta, y Moisés temió que lo apedrearan (Éx.17:1-7); y también en las aguas de Meriba (Nm.20:1-13).

*** En la primera ocasión, el pueblo altercó con Moisés, pidiéndole agua para beber. El caudillo respondió diciendo que ellos altercaban con él, pero tentaban al Dios vivo, porque él seguía las órdenes del Señor, y si había o no agua, era algo que Dios resolvería, pero Dios definió darle agua al sediento pueblo hebreo tras golpear la peña de Horeb; pero el nombre de aquel lugar el Padre lo llamó Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Yahweh diciendo: ´Está, pues, Yahweh entre nosotros, o no? (Éx.17:7). Y otra vez, en el desierto de Zin, la sed volvió a mostrarse, y siendo instruido Moisés sobre hablar a la roca para que diera su agua, él la golpeó dos veces; y Yahweh se querelló con Moisés y Aarón al no ser santificado, desechando a la congregación por aquella prevaricación, llamándola nuevamente las Aguas de la Rencilla (Nm.20:1-13).

*** Los corazones endurecidos, comunican la sordera a los oídos, haciendo que los ojos limiten su visión a lo que se ve en ese instante, desmayando ante la expectación de una debacle. Pasando luego a provocar la ira del Padre por su cerrada y negativa actitud, la cual equivaldría a su rechazamiento y eliminación. Los siguientes cuarenta años servirían para deshacerse de aquellos rebeldes que parecieran hechos para dudar, quejarse, reclamar y  amenazar al caudillo a cada paso; viéndose relegados, y dejando la posta a la gente que había nacido en el desierto, sus hijos. Dios no era alguien de quien se pudieran burlar, y su forma de ser se vio reflejada en el juicio sobre aquellos seiscientos mil hombres que salieron como aptos para la guerra; siendo los no contados entre ellos los que adquirieran al final la tierra de promisión.

*** La naturaleza caprichosa y voluble de aquella generación, encontró en su Redentor a su juez, y el brazo fuerte y justiciero que los liberara de Egipto, hubo de cavar 599,998 tumbas en aquel desierto. ¿Quiénes fueron éstos? Aquellos con los que el Padre estaba disgustado, y que se complacían en tentarlo vez tras vez, hastiando al Señor hasta el extremo de desaparecerlos de las faz de la tierra. Sus corazones volátiles y peregrinos los hacían disfrutar de todo lo bueno que el Padre les diera; pero como niños, nunca estuvieron interesados en conocer la manera de ser de su Señor y Dios, desechando las valiosas lecciones que la Deidad les mostrara en el desierto. Dios, pues, hizo un juramento: NO ENTRARÁN EN MI REPOSO, cerrando ese capítulo tortuoso y de infausta recordación.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  26/03/2016

1 comentario:

  1. LA FE ES CERTEZA, PERO TAMBIÉN PUNTO DE PARTIDA EN QUE LO PROPUESTO POR DIOS INICIA SU CARRERA AL PLANO ETERNAL, APOSTÁNDOLO TODO POR EL LLAMAMIENTO Y LA SEGURIDAD DE LA HERENCIA. DÍAS,SEMANAS, MESES, AÑOS SIGLOS, GENERACIONES, SE SIGUEN DANDO LA POSTA PARA EL ALCANCE DE LA PERFECTA HEREDAD QUE SERÁ ETERNAL. VALE LA PENA SEGUIR EN LA BREGA.

    ResponderEliminar