miércoles, 15 de junio de 2016

LA VIDA GENÉRICA QUE AQUÍ DE DESCRIBIRÁ, BUSCA PONERNOS EN ANTECEDENTES RESPECTO AL PLANO RESPONSABLE AL QUE SOMOS LLAMADOS AL INTEGRARNOS A LA REALIDAD ESPIRITUAL EN LA QUE HEMOS DE VIVIR. NUESTRA PARTICIPACIÓN DE LA SANTA NATURALEZA DIVINAL IMPLICA UN PROGRESIVO ACOMODO A LAS DOTACIONES QUE SE VAN AÑADIENDO AL RÍTMICO FLUIR DE LOS SANTOS.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 15 DE JUNIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PEDRO

Segunda de Pedro 1:3-5.

"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud".

*** (2P.1:3) Al dedicarnos a cultivar el consejo de lo que se nos refiriera en la salutación, la cual incluyó la justicia de la fe, para darnos a entender lo preciosa que ésta es en el plano relacional con la Deidad; Pedro observó la gracia y la paz que rodean a los hijos para que llegaran a conocer a Dios de un modo esencial; y a Jesucristo, en su función Señorial, como ya explicáramos antes. A renglón seguido, el apóstol nos revela en una forma escalonada y ordinal, toda la riqueza que se nos ha impartido en lo inherente a nuestra vida genérica, y la manera como ésta halla su expresión en nuestro fluir como linaje escogido. Veamos...

(1) "Como todas las cosas..." (panta en griego, equivaliendo a lo total o suma de las partes), 
(2) "...Que pertenecen a la vida..." (Zoe=Vida espiritual o eternal), 
(3) "...Y a la piedad..." (Eusebeía=Actitud en pos de Dios, deseo de agradarle, estilo de vida que agrada a Dios), 
(4) "...Nos han sido dadas por su divino poder..." (esto es el modo cómo Dios las integró a nuestro pensar, hablar y obrar, empoderándonos con miras a una ideal realización tripartita que nos llevara al nivel de la herencia), 
(5) "...Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó..." (se refiere a la revelación que Jesús hizo de sí mismo a quienes eligiera para habitar en su intimidad, implicando la interiorización en su naturaleza), 
(6) "...Por su gloria..." (esto nos habla del esplendor y el peso consistente de nuestra relación con él), 
(7) "...Y excelencia..." (sugiriendo que la labor divina con nosotros apunta a lo máximo e insuperable, dado que Dios no se guarda nada, volcándolo todo en nosotros, llamándonos a identificarnos con él de un modo singularísimo).

*** (2P.1:4) Aquí el apóstol Pedro nos muestra que el Señor nos otorga todo de modo seminal, y esto se encuentra expresado en sus promesas, las cuales adquieren vigencia en la medida de nuestro avance, apropiándonos de ellas en el trámite de la peregrinación a la gloria. La calificación de PRECIOSAS, tiene que ver con la estimación que la madurez le concede a éstas; y la expresión GRANDÍSIMAS nos hacen ver sus dimensiones, y la eficacia de su operatividad en el contexto regio. Cuando estos términos llegan a ser reales en nuestros corazones, nuestra ocupación en ellos garantizarán nuestra participación de la santa naturaleza divinal; para que al dejar atrás los arrestos y ánimos de nuestra naturaleza caída, desordenada y corrupta, nos lleguemos a identificar con la Deidad en el sentido de su beneplácito. Pedro describe aquí a la concupiscencia de la carne, y su consiguiente disolución, la razón de nuestro fracaso en cuanto al entendimiento divinal; y cómo al salir de ella, su resultado, la corrupción, deja de expandir su peste en nuestro fuero interno, regenerándonos espiritualmente (Tit.3:5-7).

*** (2P.1:5a) Y esta nota inclusiva, nos llama a esforzarnos vivamente porque cada toque divinal vaya agregando en nosotros, una por una, las virtudes que deben adornarnos en nuestro andar, logrando que se materialice lo que el corazón de Dios y el nuestro desean ver en la esfera tangible; haciéndonos posesionarios, y no solamente depositarios de aquellas cosas que pertenecen a la vida y la piedad; y que deben ser encarnadas (en el buen sentido) en nosotros. El esmero que le pongamos al plano aditicio, evidenciará nuestra diligencia en el obrar, y nuestra correcta ambición espiritual, como lo fuera la de Eliseo con Elías (2R.2:9-10). ¡Qué Dios nos conceda esa santa ambición, y la persistencia para heredarla! Y Pedro nos insta a buscar y conseguir cada vez más, revelándonos que la disposición de nuestros corazones es clave para el desarrollo pertinente. 

*** Así, pues, sobre la base de nuestra fe (capacidad auditiva que se dispone a recibir de Dios constantemente aquellas cosas que nos animan a recoger la valiosa información que él nos comparte rhema tras rhema), hemos de recabar la virtud que debe darnos una identificación, un carácter digno de elogio o de admiración, altamente encomiable, que llame la atención de otros por su naturaleza ejemplar, pudorosa y deseable; obteniendo renombre). Los hechos de la fe traerán consigo el renombre que un santo consiga como varón de Dios, debiendo rogar que Dios nos mantenga humildes, no cayendo en la fatuidad o delirio.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   15/06/2016

1 comentario:

  1. LOS CREYENTES, EN LA MEDIDA DEL CONOCIMIENTO Y REVELACIÓN QUE VAYAMOS ADQUIRIENDO, HEMOS DE IR AÑADIENDO LAS DOTACIONES INHERENTES, Y LAS VIRTUDES QUE NOS SEAN NECESARIAS PARA UNA PROGRESIÓN QUE NOS LLEVE A LO QUE DIOS REQUIERE DE NOSOTROS.

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