LIMA - PERÚ SÁBADO 16 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2551
SEGUNDA DE TIMOTEO 2:1-7.
"Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que te digo, y el Señor te dé entendimiento en todo".
=== El consejo paulino, en lo concerniente a ser un predicador de la gracia que es en Cristo Jesús, es que debemos esforzarnos en la gracia, vale decir, que hemos de mostrar a otros cómo es que esta se activa y funciona para dar resultados permanentes. La gracia no requiere de tu fuerza personal para constituirse en real y operativa, pues ella es una dádiva divina. Lo que el apóstol refiere, es que debemos esforzarnos en manifestar el cómo la gracia opera en las personas que la reciben, para luego continuar con ese impulso vital que proviene del Padre y ver sus efectos en nosotros y en otros. El esforzarse en la gracia es el crear la continuidad de todo lo que en ella opera, revelando que todo lo que se hace ministerialmente es el producto de su dotación y de todo lo que en nosotros activa, haciendo trascendente su naturaleza. No debemos pecar contra nuestras almas añadiendo algo a la gracia impartida, reduciendo su valor absoluto, y ofendiendo gravemente al Padre y al Hijo al considerarla insuficiente o temporal. El diablo, a través de las doctrinas de demonios, buscará menoscabar el valor de la gracia como dádiva divina de efecto total y trascendente, y querrá minimizarla o cuestionarla, o buscará agregar a la misma el esfuerzo carnal, catalogándola de incompleta en sí misma, y en nuestro intento por defenderla, podríamos llegar a exagerar en algún punto, o distorsionar el significado de la bondad divina. A continuación, el apóstol impartirá ciertas facetas de la gracia que sería conveniente que analizáramos.
=== La impartición de los valores de la gracia, en su exacta dimensión, han de ser de suma utilidad, forjando los valores generacionales que harán que la doctrina se fije en los corazones del pueblo de Dios. Cuando Dios dice que el pecado corre generacionalmente, nos refiere que actúa hasta la tercera y cuarta generación de quienes lo aborrecen; por eso Pablo instruye a Timoteo sobre el mover generacional que contrarrestará los efectos de la misma en el verso segundo de nuestro estudio: Lo que oíste de mí (primera generación) ante muchos testigos (segunda generación), esto encarga a hombres fieles (tercera generación) que sean idóneos para enseñar también a otros (cuarta generación). Esto optimizará los resultados en el aspecto teórico y comunicacional. Y al pasar a la instructiva individual, Pablo se refiere a los soldados, implicando que hay una milicia espiritual a la que cada uno que recibe la gracia, y se involucra en el ministerio, ha sido llamado. Los tales, han de sufrir una serie de peripecias y experiencias que han de constiuirse en penalidades o sufrimientos que han de ser tomados como gajes del oficio en pos de una veteranía. Y al ser conscientes de nuestra elección, habremos de limitar los contactos con la esfera terrena, de modo que mantengamos nuestra espiritual función dentro de los parámetros instituidos como seres tripartitos. Los negocios de la vida podrían afectar nuestra milicia espiritual, y habremos de decidir sobre el particular, buscando el agrado divinal.
=== Pablo compara nuestros vínculos con la Deidad, según los parámetros de la gracia, con el fluir de un soldado bajo los términos militares, los cuales han de ser obedecidos conforme a las reglas y los cánones de nuestra milicia. También utiliza el ejemplo de un preparado atleta que pone a punto su cuerpo, mente y espíritu para competir legítimamente, y llegar a coronar con éxito su competencia; Luego, al comparar nuestro fluir con la vida diaria, nos habla del labrador, y de su enjundiosa y paciente labor para obtener los frutos anhelados, disfrutando de lo que la tierra ha producido como fruto de sus esfuerzas. Pablo jamás encomia la pereza, ni las trampas o subterfugios, ni la vida mal compartida, morando en altibajos como lo hacen los carnales, que desechan la vida espiritual en su esencia. La gracia todo nos lo imparte, mas en el contexto del adecuado caminar, que vive conforme a las reglas de fe en las que hemos sido instruidos. Si hemos desarrollado un adecuado entendimiento, no seremos gente ociosa y sin fruto en los asuntos del reino de Dios.
"Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que te digo, y el Señor te dé entendimiento en todo".
=== El consejo paulino, en lo concerniente a ser un predicador de la gracia que es en Cristo Jesús, es que debemos esforzarnos en la gracia, vale decir, que hemos de mostrar a otros cómo es que esta se activa y funciona para dar resultados permanentes. La gracia no requiere de tu fuerza personal para constituirse en real y operativa, pues ella es una dádiva divina. Lo que el apóstol refiere, es que debemos esforzarnos en manifestar el cómo la gracia opera en las personas que la reciben, para luego continuar con ese impulso vital que proviene del Padre y ver sus efectos en nosotros y en otros. El esforzarse en la gracia es el crear la continuidad de todo lo que en ella opera, revelando que todo lo que se hace ministerialmente es el producto de su dotación y de todo lo que en nosotros activa, haciendo trascendente su naturaleza. No debemos pecar contra nuestras almas añadiendo algo a la gracia impartida, reduciendo su valor absoluto, y ofendiendo gravemente al Padre y al Hijo al considerarla insuficiente o temporal. El diablo, a través de las doctrinas de demonios, buscará menoscabar el valor de la gracia como dádiva divina de efecto total y trascendente, y querrá minimizarla o cuestionarla, o buscará agregar a la misma el esfuerzo carnal, catalogándola de incompleta en sí misma, y en nuestro intento por defenderla, podríamos llegar a exagerar en algún punto, o distorsionar el significado de la bondad divina. A continuación, el apóstol impartirá ciertas facetas de la gracia que sería conveniente que analizáramos.
=== La impartición de los valores de la gracia, en su exacta dimensión, han de ser de suma utilidad, forjando los valores generacionales que harán que la doctrina se fije en los corazones del pueblo de Dios. Cuando Dios dice que el pecado corre generacionalmente, nos refiere que actúa hasta la tercera y cuarta generación de quienes lo aborrecen; por eso Pablo instruye a Timoteo sobre el mover generacional que contrarrestará los efectos de la misma en el verso segundo de nuestro estudio: Lo que oíste de mí (primera generación) ante muchos testigos (segunda generación), esto encarga a hombres fieles (tercera generación) que sean idóneos para enseñar también a otros (cuarta generación). Esto optimizará los resultados en el aspecto teórico y comunicacional. Y al pasar a la instructiva individual, Pablo se refiere a los soldados, implicando que hay una milicia espiritual a la que cada uno que recibe la gracia, y se involucra en el ministerio, ha sido llamado. Los tales, han de sufrir una serie de peripecias y experiencias que han de constiuirse en penalidades o sufrimientos que han de ser tomados como gajes del oficio en pos de una veteranía. Y al ser conscientes de nuestra elección, habremos de limitar los contactos con la esfera terrena, de modo que mantengamos nuestra espiritual función dentro de los parámetros instituidos como seres tripartitos. Los negocios de la vida podrían afectar nuestra milicia espiritual, y habremos de decidir sobre el particular, buscando el agrado divinal.
=== Pablo compara nuestros vínculos con la Deidad, según los parámetros de la gracia, con el fluir de un soldado bajo los términos militares, los cuales han de ser obedecidos conforme a las reglas y los cánones de nuestra milicia. También utiliza el ejemplo de un preparado atleta que pone a punto su cuerpo, mente y espíritu para competir legítimamente, y llegar a coronar con éxito su competencia; Luego, al comparar nuestro fluir con la vida diaria, nos habla del labrador, y de su enjundiosa y paciente labor para obtener los frutos anhelados, disfrutando de lo que la tierra ha producido como fruto de sus esfuerzas. Pablo jamás encomia la pereza, ni las trampas o subterfugios, ni la vida mal compartida, morando en altibajos como lo hacen los carnales, que desechan la vida espiritual en su esencia. La gracia todo nos lo imparte, mas en el contexto del adecuado caminar, que vive conforme a las reglas de fe en las que hemos sido instruidos. Si hemos desarrollado un adecuado entendimiento, no seremos gente ociosa y sin fruto en los asuntos del reino de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/06/2018 MENSAJE # 2551
NUESTRA VIDA ESPIRITUAL, EN EL CONTEXTO DE LA GRACIA, HA DE ESFORZARSE EN LÍNEA CON LAS DISCIPLINAS AQUÍ SUGERIDAS, DE MODO QUE NUESTRA VIDA ESPIRITUAL ESTÉ DEBIDAMENTE SAZONADA, Y SEAMOS SIERVOS EXITOSOS QUE AGRADAN A SU SEÑOR.
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