LIMA - PERÚ SÁBADO 02 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2523
GÁLATAS 6:1-5. (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA)
"Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, y no es nada, a sí mismo se engaña. Así que cada uno ponga a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de jactarse, pero sólo respecto de sí mismo y no por otro; porque cada uno llevará su propia carga".
=== Tras disertar sobre las obras de la carne y el fruto del Espíritu; y las consecuencias de todo ello; el creyente que ha recibido y aceptado el panorama neocreacional, asume su responsabilidad, entendiendo que si su "vida" es un continuo obrar en la carne, olvidando su llamamiento y su compromiso con la Deidad, hallará que su "derecho de primogenitura" lo habrá vendido por un plato de lentejas, teniendo el mismo sentir de Esaú acerca de su plano trascendente, al cual renunciara voluntariamente; prefiriendo los placeres temporales de este siglo, dejándose gobernar por el hábito y el dominio del pecado, y rechazando la guianza espiritual pertinente para ser santificado y alcanzar el nivel de heredero, podrá ver inscrito en la lápida de allá afuera: "... Les advierto, como ya antes les he dicho, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios" (Gá.5:21b). En contraposición, los que dejan que el Espíritu de Dios haga fructificar a nuestro espíritu humano en los valores trascendentes de lo que a Dios le agrada: "Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley". Los que esto hacen descubrirán que sí es posible crucificar la carne con sus pasiones y deseos, traduciéndose todo ello en una vida espiritual vigente y regente que testificará a otros que somos de Cristo.
=== Por lo expuesto en el capítulo 5, Pablo nos orienta ahora a tener una actitud coherente con nuestra fe, con nuestros principios que torna nuestro fluir como el de nuestro Señor; no pensando en juzgar, condenar y castigar cada defección; sino en identificarnos con nuestros hermanos en sus déficits, haciéndoles ver que los tales pueden verse superados por el andar en el Espíritu, considerando la realidad de nuestra filiación, recordando lo valioso del perdón y de la restauración que hicieran de nosotros una nueva creación. Así, donde antes se levantaría el dedo acusador, ahora se extiende una mano amiga que os ayuda a salir de esa trampa que nos atrapara, y el nuevo principio, la espiritualidad correcta, nos llama a recobrar y restaurar a los caídos, entendiendo nuestra propia vulnerabilidad. Considera que en alguna otra oportunidad el caído necesitado de ayuda puedas ser tú mismo, y que no quisieras encontrar miradas de condenación y expresiones de rechazo; sino una espiritual asistencia, al misma que o debe ser considerada o confundida con la complicidad carnal. Que nuestra disposición sea marcadamente pura y bien intencionada, invitando al arrepentimiento y al adecuado retorno al temor de Dios.
=== El sobrellevar las cargas de los otros, no es acompañarlos en sus errores y extravíos, sino el sacarlos de sus errores y encaminarlos hacia las sendas del agrado divinal. El Señor Jesús no viene a integrarse a nuestro yugo dual para hacernos compañía; sino que nos invita al suyo para ponernos en línea con la voluntad del Padre, pues eso es el cumplir la ley de Cristo (Mt.11:28-30). La exacta valoración de lo que somos, valemos, podemos y tenemos, se aprecia en nuestro fluir fraternal; edificando, exhortando y consolando, y recibiendo de esa comunión una bendición aún más amplia. Cuando observamos el resultado de nuestro fluir como hijos de Dios, podremos sentirnos complacidos, contristados, entrenados y motivados en pos de lo mejor. Al referirse a llevar cada quien su propia carga, nos habla de nuestro sentido de respondabilidad y nuestro espíritu de compromiso, los cuales nos permitirán ver si nuestra condición es óptima, o todavía superable, buscando mejorar lo presente.R
"Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, y no es nada, a sí mismo se engaña. Así que cada uno ponga a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de jactarse, pero sólo respecto de sí mismo y no por otro; porque cada uno llevará su propia carga".
=== Tras disertar sobre las obras de la carne y el fruto del Espíritu; y las consecuencias de todo ello; el creyente que ha recibido y aceptado el panorama neocreacional, asume su responsabilidad, entendiendo que si su "vida" es un continuo obrar en la carne, olvidando su llamamiento y su compromiso con la Deidad, hallará que su "derecho de primogenitura" lo habrá vendido por un plato de lentejas, teniendo el mismo sentir de Esaú acerca de su plano trascendente, al cual renunciara voluntariamente; prefiriendo los placeres temporales de este siglo, dejándose gobernar por el hábito y el dominio del pecado, y rechazando la guianza espiritual pertinente para ser santificado y alcanzar el nivel de heredero, podrá ver inscrito en la lápida de allá afuera: "... Les advierto, como ya antes les he dicho, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios" (Gá.5:21b). En contraposición, los que dejan que el Espíritu de Dios haga fructificar a nuestro espíritu humano en los valores trascendentes de lo que a Dios le agrada: "Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley". Los que esto hacen descubrirán que sí es posible crucificar la carne con sus pasiones y deseos, traduciéndose todo ello en una vida espiritual vigente y regente que testificará a otros que somos de Cristo.
=== Por lo expuesto en el capítulo 5, Pablo nos orienta ahora a tener una actitud coherente con nuestra fe, con nuestros principios que torna nuestro fluir como el de nuestro Señor; no pensando en juzgar, condenar y castigar cada defección; sino en identificarnos con nuestros hermanos en sus déficits, haciéndoles ver que los tales pueden verse superados por el andar en el Espíritu, considerando la realidad de nuestra filiación, recordando lo valioso del perdón y de la restauración que hicieran de nosotros una nueva creación. Así, donde antes se levantaría el dedo acusador, ahora se extiende una mano amiga que os ayuda a salir de esa trampa que nos atrapara, y el nuevo principio, la espiritualidad correcta, nos llama a recobrar y restaurar a los caídos, entendiendo nuestra propia vulnerabilidad. Considera que en alguna otra oportunidad el caído necesitado de ayuda puedas ser tú mismo, y que no quisieras encontrar miradas de condenación y expresiones de rechazo; sino una espiritual asistencia, al misma que o debe ser considerada o confundida con la complicidad carnal. Que nuestra disposición sea marcadamente pura y bien intencionada, invitando al arrepentimiento y al adecuado retorno al temor de Dios.
=== El sobrellevar las cargas de los otros, no es acompañarlos en sus errores y extravíos, sino el sacarlos de sus errores y encaminarlos hacia las sendas del agrado divinal. El Señor Jesús no viene a integrarse a nuestro yugo dual para hacernos compañía; sino que nos invita al suyo para ponernos en línea con la voluntad del Padre, pues eso es el cumplir la ley de Cristo (Mt.11:28-30). La exacta valoración de lo que somos, valemos, podemos y tenemos, se aprecia en nuestro fluir fraternal; edificando, exhortando y consolando, y recibiendo de esa comunión una bendición aún más amplia. Cuando observamos el resultado de nuestro fluir como hijos de Dios, podremos sentirnos complacidos, contristados, entrenados y motivados en pos de lo mejor. Al referirse a llevar cada quien su propia carga, nos habla de nuestro sentido de respondabilidad y nuestro espíritu de compromiso, los cuales nos permitirán ver si nuestra condición es óptima, o todavía superable, buscando mejorar lo presente.R
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/06/2018 MENSAJE # 2523
EL PASAR A SER UN RESTAURADOR ES ALGO QUE CUESTA MUCHO AL QUE SE MIRA COMO ALGUIEN ESPECIAL. LA GENTE ESPECIAL NO SABE QUE LO ES, Y ACTÚA ESPONTÁNEAMENTE CON LOS DONES Y MINISTERIOS QUE DIOS LE HA CONCEDIDO, NO SINTIÉNDOSE IMPORTANTE, SINO ÚTIL A LOS DEMÁS
ResponderEliminar