LIMA - PERÚ LUNES 18 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2555
TITO 1:1-3.
"Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador".
=== La salutación paulina es un ejemplo básico de modestia en lo concerniente a su llamamiento; pero que está convenientemente interpretado. Toda persona que obedece al llamado que el Padre le hace, ha de doblar sus rodillas ante el Dios vivo, entender que su elección es un privilegio que Dios le otorga, separándolo de lo convencional, para que tenga una total consciencia de su escogimiento y de sus deberes para quien lo separara y lo hiciera insigne. Al ser un siervo de Dios, se te concede una asignación y posición que te singulizará en el plano funcional. Delante de Dios eres un siervo; delante de tus hermanos, un siervo con autoridad delegada para ponerlos en sintonía con la realidad célico-pedestre, permitiendo que todo lo relacionado con el propósito eterno tenga su cumplimiento en el plano generacional.
=== La fe de los escogidos de Dios tiene su sentido, sus reglas y sus cánones. La fe no puede ser ignorada, porque ella es la simiente que nos hace conscientes de nuestra identidad con la Deidad y del cumplimiento necesario de su beneplácito, mediante el uso adecuado que hagamos de los valores eternos, los cuales son revelados en el plano convergente de la obediencia al evangelio del reino, confirmando nuestra posición neocreacional. Ahora, el conocimiento de la verdad que es según la piedad, se pondrá en evidencia en nuestro pensar, hablar y caminar, operando de acuerdo con las pautas divinales que permitan que otros puedan ver que la voluntad divina que se hace en el cielo, se hace en la tierra. Recordemos que la piedad compone un estilo de vida, una forma de ser y de actuar que revela nuestra identidad, que nos pone en línea con el orden divinal, y que obra en consecuencia con la voluntad de la Deidad en nuestra generación. Y así como se ubican los rieles de un tren que nos lleva de una parte a otra, así también nosotros nos acomodamos a las reglas fijas que componen nuestro andar y nos llevan sin variar a nuestro destino, haciendo voluntariamente lo que el Padre programara para que su propósito se consumara.
=== La esperanza de la vida eterna, es lo que figura en los boletos de nuestro pasaje a la gloria. Y el día que nosotros nos comprometimos mediante una decisión de fe, corroboramos el anhelo del Padre por establecernos como sus hijos maduros. La salvación inicial, habla de nuestro nuevo nacimiento; el proceso santificante, de nuestro crecimiento, y de nuestra aspiración para constituirnos en herederos de la gloria, la cual nos será entregada con la madurez; habiendo sido plenamente santificados, y siendo elevados por la gracia a la divina aceptación en el Amado, habiendo llegado a una plena fusión mediante la conformación, recibiendo entonces nuestra herencia trascendente. Y Pablo nos dice que esto aconteció desde el principio, y que tal encomienda le fuera hecha al Espíritu Santo, de modo que alcanzáramos la plenitud exigida por él, de manera que heredemos junto con todos los santos la gloria eternal.
"Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador".
=== La salutación paulina es un ejemplo básico de modestia en lo concerniente a su llamamiento; pero que está convenientemente interpretado. Toda persona que obedece al llamado que el Padre le hace, ha de doblar sus rodillas ante el Dios vivo, entender que su elección es un privilegio que Dios le otorga, separándolo de lo convencional, para que tenga una total consciencia de su escogimiento y de sus deberes para quien lo separara y lo hiciera insigne. Al ser un siervo de Dios, se te concede una asignación y posición que te singulizará en el plano funcional. Delante de Dios eres un siervo; delante de tus hermanos, un siervo con autoridad delegada para ponerlos en sintonía con la realidad célico-pedestre, permitiendo que todo lo relacionado con el propósito eterno tenga su cumplimiento en el plano generacional.
=== La fe de los escogidos de Dios tiene su sentido, sus reglas y sus cánones. La fe no puede ser ignorada, porque ella es la simiente que nos hace conscientes de nuestra identidad con la Deidad y del cumplimiento necesario de su beneplácito, mediante el uso adecuado que hagamos de los valores eternos, los cuales son revelados en el plano convergente de la obediencia al evangelio del reino, confirmando nuestra posición neocreacional. Ahora, el conocimiento de la verdad que es según la piedad, se pondrá en evidencia en nuestro pensar, hablar y caminar, operando de acuerdo con las pautas divinales que permitan que otros puedan ver que la voluntad divina que se hace en el cielo, se hace en la tierra. Recordemos que la piedad compone un estilo de vida, una forma de ser y de actuar que revela nuestra identidad, que nos pone en línea con el orden divinal, y que obra en consecuencia con la voluntad de la Deidad en nuestra generación. Y así como se ubican los rieles de un tren que nos lleva de una parte a otra, así también nosotros nos acomodamos a las reglas fijas que componen nuestro andar y nos llevan sin variar a nuestro destino, haciendo voluntariamente lo que el Padre programara para que su propósito se consumara.
=== La esperanza de la vida eterna, es lo que figura en los boletos de nuestro pasaje a la gloria. Y el día que nosotros nos comprometimos mediante una decisión de fe, corroboramos el anhelo del Padre por establecernos como sus hijos maduros. La salvación inicial, habla de nuestro nuevo nacimiento; el proceso santificante, de nuestro crecimiento, y de nuestra aspiración para constituirnos en herederos de la gloria, la cual nos será entregada con la madurez; habiendo sido plenamente santificados, y siendo elevados por la gracia a la divina aceptación en el Amado, habiendo llegado a una plena fusión mediante la conformación, recibiendo entonces nuestra herencia trascendente. Y Pablo nos dice que esto aconteció desde el principio, y que tal encomienda le fuera hecha al Espíritu Santo, de modo que alcanzáramos la plenitud exigida por él, de manera que heredemos junto con todos los santos la gloria eternal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/06/2018 MENSAJE # 2555
LA TAREA IMPUESTA A TITO ERA DE DIMENSIONES COLOSALES, HABIENDO QUE TRATAR CON GENTES DE COSTUMBRES ACENDRADAS, Y A QUIENES SU PROPIO PROFETA CATALOGARA DE MENTIROSOS, MALAS BESTIAS Y GLOTONES OCIOSOS, ALGO QUE PABLO CERTIFICARA. Y TITO, SEGÚN PABLO, DABA LA TALLA COMO PARA SUPERAR TODO ELLO.
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