LIMA - PERÚ MARTES 05 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2529
SEGUNDA DE REYES 13:14-20a.
"Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. Luego Eliseo dijo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Yahweh, y saeta de salvación contra Siria, porque herirás a los asirios en Afec hasta consumirlos. Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derotarás a Siria. Y murió Eliseo, y lo sepultaron".
=== Los que hemos leído la Biblia con suma atención, y hemos contemplado los actos proféticos, habiendo penetrado en el mundo regido por el Espíritu Santo, y viendo una cantidad de milagros fabulosos, hechos por hombres elegidos por la Deidad para actos deliberantes, que implicaban hechos convencionales, y decisiones e informaciones peculiares en lo tocante a las guerras, llenando nuestras vistas de gratas y grandes impresiones por el plano contactual entre Yahweh y su pueblo a través de sus siervos los profetas; vamos aprendiendo lo que es el fluir sobrenatural, penetrando en el panorama célico-pedestre donde las cosas más extrañas, sorprendentes e insólitas son el pan de cada día. Los que no pertenecían a las escuelas de los profetas; si bien no podían emularlos en sus actos simbólicos y proféticos, podían disfrutar y compartir los resultados de su accionar. Cuando estamos con ellos es preciso estar muy atentos y entender su intento, de modo que no nos quedemos en ayunas, ni seamos cortos de entendimiento, unciéndonos el yugo que hará que nuestro mundo espiritual se expanda, y podamos sostenernos en el Invisible, y tocar lo intangible, reconociendo la divina intervención en los más mínimos detalles: "Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos" (He.2:1).
=== Cuando Joás llegó a la casa de Eliseo, el lo calificó de una entidad divina poderosa (carro de Israel y su gente de a caballo, título con el que Eliseo mismo calificara a Elías en su partida a los lugares celestiales); pero sentía pena de verlo tan enfermo y tan demacrado, siendo sorprendido por las actitudes de Eliseo, que no gastara sus últimas horas en auto compadecerse, y que se proyectara al hecho de su ausencia, y de lo importante que era alcanzar una victoria aplastante sobre el pueblo sirio. Aunque su cuerpo estuviera en una delicada posición, su espíritu galopaba en las sendas divinales, hurgando en lo que su nación necesitara para que cuando él ya no estuviera, la paz reinara, y se sintieran seguros bajo el divino amparo. Y pasando por encima del llanto de Joás, quien sinceramente se preocupara por su estado, pasó a presentar soluciones para la crisis situacional, e introduciéndose en el mundo espiritual procedió a ejecutar un acto profético que asegurara la victoria sobre Siria, y la paz para la nación israelita. Acto seguido, procedió al entrenamiento del caso con quien guiaría las huestes hebreas para las ejecuciones pertinentes que produjeran el resultado apetecido.
=== Eliseo le ordena a Joás que tome el arco y unas saetas, ¡y no era para practicar el tiro al blanco!; sino para que se aparejase para hacer la guerra a los sirios. Los actos proféticos son cosa seria, y si tú no te conectas al panorama correspondiente, perderás la perspectiva, perdiendo tus opciones, o quedándote corto acerca de lo que Dios te propone y espera de ti, tal como lo veremos aquí. Cuando el rey tomó el arco y las saetas, se aparejó el uso del poder divino en contra de sus adversarios. La imposición de manos de Eliseo sobre las manos de Joás, implicaban la celeste compañía en su accionar bélico. Al abrir la ventana hacia el oriente, y tirar, indicaba el accionar trino:Eliseo, Joás, y Dios en la defensa del territorio israelita, siendo salvos de la hegemonía siria; y la instancia aquí era que el rey hiriera a los sirios hasta consumirlos en Afec. ¡Prepárate para pelear! ¿Cuántas batallas serán necesarias para abatir a los sirios hasta consumirlos? Y un poco entusiasta rey, consideró que bastaba con tres batallas; no haciendo un adecuado estimado sobre lo que se precisaría para cortar definitivamente la amenaza siria, que sería con cinco o seis batallas, quedándose corto el gobernante en poder y perspectiva al no estar correctamente sintonizado, causando en Elíseo el enojo y desasosiego al no poder completarse la divina proyección: "...Tres veces lo derrotó Joás (a Ben-hadad), y restituyó las ciudades a Israel" (2R.13:25b).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/06/2018 MENSAJE # 2529
"Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. Luego Eliseo dijo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Yahweh, y saeta de salvación contra Siria, porque herirás a los asirios en Afec hasta consumirlos. Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derotarás a Siria. Y murió Eliseo, y lo sepultaron".
=== Los que hemos leído la Biblia con suma atención, y hemos contemplado los actos proféticos, habiendo penetrado en el mundo regido por el Espíritu Santo, y viendo una cantidad de milagros fabulosos, hechos por hombres elegidos por la Deidad para actos deliberantes, que implicaban hechos convencionales, y decisiones e informaciones peculiares en lo tocante a las guerras, llenando nuestras vistas de gratas y grandes impresiones por el plano contactual entre Yahweh y su pueblo a través de sus siervos los profetas; vamos aprendiendo lo que es el fluir sobrenatural, penetrando en el panorama célico-pedestre donde las cosas más extrañas, sorprendentes e insólitas son el pan de cada día. Los que no pertenecían a las escuelas de los profetas; si bien no podían emularlos en sus actos simbólicos y proféticos, podían disfrutar y compartir los resultados de su accionar. Cuando estamos con ellos es preciso estar muy atentos y entender su intento, de modo que no nos quedemos en ayunas, ni seamos cortos de entendimiento, unciéndonos el yugo que hará que nuestro mundo espiritual se expanda, y podamos sostenernos en el Invisible, y tocar lo intangible, reconociendo la divina intervención en los más mínimos detalles: "Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos" (He.2:1).
=== Cuando Joás llegó a la casa de Eliseo, el lo calificó de una entidad divina poderosa (carro de Israel y su gente de a caballo, título con el que Eliseo mismo calificara a Elías en su partida a los lugares celestiales); pero sentía pena de verlo tan enfermo y tan demacrado, siendo sorprendido por las actitudes de Eliseo, que no gastara sus últimas horas en auto compadecerse, y que se proyectara al hecho de su ausencia, y de lo importante que era alcanzar una victoria aplastante sobre el pueblo sirio. Aunque su cuerpo estuviera en una delicada posición, su espíritu galopaba en las sendas divinales, hurgando en lo que su nación necesitara para que cuando él ya no estuviera, la paz reinara, y se sintieran seguros bajo el divino amparo. Y pasando por encima del llanto de Joás, quien sinceramente se preocupara por su estado, pasó a presentar soluciones para la crisis situacional, e introduciéndose en el mundo espiritual procedió a ejecutar un acto profético que asegurara la victoria sobre Siria, y la paz para la nación israelita. Acto seguido, procedió al entrenamiento del caso con quien guiaría las huestes hebreas para las ejecuciones pertinentes que produjeran el resultado apetecido.
=== Eliseo le ordena a Joás que tome el arco y unas saetas, ¡y no era para practicar el tiro al blanco!; sino para que se aparejase para hacer la guerra a los sirios. Los actos proféticos son cosa seria, y si tú no te conectas al panorama correspondiente, perderás la perspectiva, perdiendo tus opciones, o quedándote corto acerca de lo que Dios te propone y espera de ti, tal como lo veremos aquí. Cuando el rey tomó el arco y las saetas, se aparejó el uso del poder divino en contra de sus adversarios. La imposición de manos de Eliseo sobre las manos de Joás, implicaban la celeste compañía en su accionar bélico. Al abrir la ventana hacia el oriente, y tirar, indicaba el accionar trino:Eliseo, Joás, y Dios en la defensa del territorio israelita, siendo salvos de la hegemonía siria; y la instancia aquí era que el rey hiriera a los sirios hasta consumirlos en Afec. ¡Prepárate para pelear! ¿Cuántas batallas serán necesarias para abatir a los sirios hasta consumirlos? Y un poco entusiasta rey, consideró que bastaba con tres batallas; no haciendo un adecuado estimado sobre lo que se precisaría para cortar definitivamente la amenaza siria, que sería con cinco o seis batallas, quedándose corto el gobernante en poder y perspectiva al no estar correctamente sintonizado, causando en Elíseo el enojo y desasosiego al no poder completarse la divina proyección: "...Tres veces lo derrotó Joás (a Ben-hadad), y restituyó las ciudades a Israel" (2R.13:25b).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/06/2018 MENSAJE # 2529
LOS VALORES ESPIRITUALES Y LOS REGIOS HAN DE UNIRSE PARA RESOLVER TODAS LAS CONTINGENCIAS Y CONTRATIEMPOS QUE SE PRESENTEN, DE MODO QUE, ESTANDO UNIDOS, OBTENGAN UNA VICTORIA Y UN TRIUNFO QUE SE PUEDA CELEBRAR EN AMBOS CAMPAMENTOS (LC.15:10).
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