lunes, 18 de junio de 2018

LAS DECLARACIONES DE FE, EN EL ANTIGUO PACTO, ME SUELEN LLENAR DE UN GOZO INEFABLE, PUES ESTAS LLEGAN A SER PROFERIDAS EN MEDIO DE UNA GRAN CONVICCIÓN Y EN TOTAL CERTEZA, SORPRENDIÉNDONOS MUY GRATAMENTE.

LIMA - PERÚ     DOMINGO 17 DE JUNIO DEL 2018      MENSAJE # 2553

JOB 19:23-27.

"¡Quién diese que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro. que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre! Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo; y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí".

=== El diálogo entre Job y sus 'tres molestos consoladores', ha alcanzado un trágico nivel, y el agotado patriarca ha percibido que lo han acusado y calumniado hasta en diez oportunidades; y es que Job ha estado prestando atención a cada frase y a cada perspectiva de "los opinólogos", (expresión con la que se clasifica a quienes hablan sandeces, careciendo de la más mínima información, y siendo impulsados por su particular impresión y su lógica, aduciendo que su certeza se ve convalidada por la justicia retributiva: Hombre malo, enfermedad y sufrimiento; hombre bueno, salud y contentamiento). Y es aquella sesgada impresión de lo que la vida es, lo que hace que sus "consoladores", se vuelvan acusadores y condenadores, imaginando aquellos posibles pecados en los que Job hubiere caído para hallarse en semejante condición, desconociendo la premisa del tercio excluido: "Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino PARA QUE LAS OBRAS DE DIOS SE MANIFIESTEN EN ÉL" (Jn.9:3). Y a pesar de que los que habían venido para consolarlo, lo molían a golpes con el látigo de sus lenguas, el muy deteriorado varón de la región de Uz a quien Yahweh había reconocido como perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal (esto es el veredicto divino que el Señor manifestara en los lugares celestiales como un  juez justo), no se manchó en agredir con insultos u obscenidades a sus interlocutores; pero sintió la necesidad de "ponerlos en su sitio", revelándoles la convicción de fe que llevara dentro de sí, en medio de todas sus angustias y quebrantamientos. Prestémosle atención al hombre que veía su carne carcomida de gusanos y de podredumbre, la cual se rascara con un tiesto.

=== Toda la perorata de los consoladores: Elifaz, Bildad y Zofar; aunque le merecieran cierta atención para argumentar sobre el particular, no habían logrado desmoronar su confianza en la bondad divina, y su proclama en este párrafo, nos permite saber los fundamentos de la fe del patriarca uzita: El clama su anhelo de que alguien pudiera escribir lo que llena su corazón, y que fueran estas las palabras que él quisiera perpetuar como su testimonio ante sus angustiadores. Se requiere de mucho valor y de una absoluta confianza el escribir lo que abunda dentro tuyo; y es por eso que la Deidad escribió con su propia mano el Decálogo, y jamás se ha retractado de ello, repitiendo en Deuteronomio 5 lo que dijera en Éxodo 20. Así de grande era la convicción y la certeza de Job (ambas deben ser traducidas como FE), ansiando que esto llegara hasta nosotros hoy: "Yo sé que mi Redentor vive"; no se refiere a Dios como Juez o Soberano; sino como su Redentor... ¡Y estoy seguro que él sabía lo que esta palabra significara! ... Y luego se proyecta en la corriente del tiempo, mirando su propia resurrección, y argumentando que él pasará por la muerte; pero no se quedará con ella para siempre, y aunque fuera testigo de su propia descomposición; también lo era de su completa restauración, para vivir una vida trascendente. Y así como el patriarca Abraham pudo ver al Cristo (Jn.8:56); así también al patriarca Job, pudo contemplarse a sí mismo como una nueva creación (Sal.17:15).

=== Si bien en el contexto de la aflicción, podemos llegar a sentirnos deprimidos, y percibir cómo nuestro corazón desfallece, hay algo que no se suelta de nosotros; y es el valor de las promesas divinas, las mismas que habrán de cumplirse sí o sí. Y es en ellas que aguardamos todo el tiempo de nuestra peregrinación.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA       17/06/2018      MENSAJE # 2553.

1 comentario:

  1. DENTRO DE LO QUE ES NUESTRA RELACIÓN PARTICULAR CON DIOS, Y CUANDO ESTEMOS ATRAVESANDO DIVERSAS PRUEBAS, DEJEMOS QUE LA SAZÓN DIVINA, LA CUAL PRODUJO LA FE EN NOSOTROS, LES CONTESTE A NUESTROS ATORMENTADORES Y ACUSADORES, Y APAREJE NUESTRO SINO POSTRERO DANDO A DIOS LA GLORIA QUE LE CORRESPONDE.

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