LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 13 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2545
NEHEMÍAS 1:3-7.
"Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Yahweh, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda al pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos, y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo".
=== Cuando observemos a las personas en sus gestos, impresiones y actitudes, nos percataremos del grado de conpromiso que cada uno tiene con sus familias, sus tradiciones y sus locaciones, y podremos pesar en balanza las reacciones de cada quién. Las castas orientales suelen dar rienda suelta a sus emociones en una forma abierta, ya sea con llantos, gemidos, lamentos, risas y gozo exultante. Entre nosotros, tales cosas nos podrían parecer extrañas, excesivas y hasta ridículas, porque nuestra relación con nuestra herencia, tierras y costumbres, no son tan importantes o de tanto arraigo como lo son para otros. Entre los judíos que viven en un plano de la promesa divina, y que están ligados a sus generaciones, y conectados con su perspectiva espiritual en una forma viva, hay un alto grado de sensibilidad, que ha de ser comprendido en su contexto, y bajo la perspectiva del hebraico sentir. La noticia que recibiera Nehemías, lo afectó hasta lo sumo, derramando su alma, sintiéndose preso de un dolor inconsolable, afligiendo su alma con ayuno y oración, buscando encontrar en su contacto con la Deidad alguna consolación que mitigara aunque fuera en parte su luto; hasta que al tocar a las puertas del cielo, entendió su necesidad, y comenzó a venerar y loar a la Deidad por lo que él es y representa, entendiendo la justicia divina y comprendiendo los dos aspectos de su panorama relacional, el cual contenía los comproµisos pactuales que debían cumplirse, obedeciendo la voluntad de Dios y agradándole en todo sobre la base del doble compromiso entre los concertantes.
=== Atendamos la oración de Nehemías, quien se pusiera delante de Dios para exponer su sentir y hacer su rogativa.
1) Te ruego, oh Yahweh (él inicia su petición con una rogativa, y cuando tú haces un ruego al Padre, apelas a su bondad y a su gracia y su favor para contigo; no es una exigencia ni una imposición, aprendamos a acercarnos a Dios con una actitud conveniente).
2) Dios de los cielos (este es el tácito reconocimiento de su gobernación y soberanía sobre todo lo que acontece en el cielo y la tierra).
3) Fuerte, grande y temible (se refiere a los atributos divinos, los cuales nos hacen ver lo abarcativo de su reinado, y la imposibilidad de que nadie coacte su fluir, atribuyéndole fortaleza, gloria ultra dimensional, y asombrosa dignidad que lo hace digno de ser temido).
4) Que guarda el pacto y la misericordia (lo primero, certifica la fidelidad e inalterabilidad de su consejo y juramentos; y lo segundo, la extensión de su gracia hasta el límite para tener misericordia, previendo futuras decepciones, dándonos la posibilidad de restaurarnos a su comunión vía el arrepentimiento).
5) Para los que guardan tus mandamientos (Todas las bondades divinas están a la mano de quienes obedecen sus mandatos, preceptos, testimonios, decretos y directivas específicas, y el meollo del asunto es volvernos a él en santos acatamientos, constituyéndonos en instrumentos suyos para que su voluntad se realice conforme a su beneplácito.
=== La solicitud de la atención divina, con una insistencia que durara varios días, y en las cuales intercedía Nehemías por otros también, era para que Dios oyera que se ponía de acuerdo con él sobre su inconducta, esto es la confesión y exhalación de sus pecados; la proclamación de su justicia al castigarlos porque habían extremado su maldad; hasta llegar el juicio de la misma, sobreviniendo el castigo divino allí donde no había arrepentimiento, sino provocación a ira, pretendiendo ignorar la ley mosaica, pensando ingenuamente que no habría consecuencias al respecto, respondiéndoles el Señor con una dispersión de setenta años que no sería perdonada hasta que se cumplieran los mismos... ¡Y así fue! Y Nehemías exhala el pecado nacional declarándolo como corrupción (lo último a lo que se podia llegar en la descomposición orgánica), entendiendo el por qué Dios los tratara tan duramente, al haber pecado contra él (y se refiere a la naturaleza idolátrica que es lo que el Padre más aborrece, y que se manifiesta en el no guardar los mandamientos, estatutos y preceptos que Moisés les prescribiera para que fueran guardados y la relación célico-pedestre se mantuviera plenamente. La exhalación del varón de Dios, Nehemías, no dejó nada guardado, desnudando a la nación hebrea en su maldad, y manifestando su necesidad de gracia, de perdón, de misericordia, de inmerecida bondad... Y Dios se la concedió.
"Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Yahweh, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda al pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos, y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo".
=== Cuando observemos a las personas en sus gestos, impresiones y actitudes, nos percataremos del grado de conpromiso que cada uno tiene con sus familias, sus tradiciones y sus locaciones, y podremos pesar en balanza las reacciones de cada quién. Las castas orientales suelen dar rienda suelta a sus emociones en una forma abierta, ya sea con llantos, gemidos, lamentos, risas y gozo exultante. Entre nosotros, tales cosas nos podrían parecer extrañas, excesivas y hasta ridículas, porque nuestra relación con nuestra herencia, tierras y costumbres, no son tan importantes o de tanto arraigo como lo son para otros. Entre los judíos que viven en un plano de la promesa divina, y que están ligados a sus generaciones, y conectados con su perspectiva espiritual en una forma viva, hay un alto grado de sensibilidad, que ha de ser comprendido en su contexto, y bajo la perspectiva del hebraico sentir. La noticia que recibiera Nehemías, lo afectó hasta lo sumo, derramando su alma, sintiéndose preso de un dolor inconsolable, afligiendo su alma con ayuno y oración, buscando encontrar en su contacto con la Deidad alguna consolación que mitigara aunque fuera en parte su luto; hasta que al tocar a las puertas del cielo, entendió su necesidad, y comenzó a venerar y loar a la Deidad por lo que él es y representa, entendiendo la justicia divina y comprendiendo los dos aspectos de su panorama relacional, el cual contenía los comproµisos pactuales que debían cumplirse, obedeciendo la voluntad de Dios y agradándole en todo sobre la base del doble compromiso entre los concertantes.
=== Atendamos la oración de Nehemías, quien se pusiera delante de Dios para exponer su sentir y hacer su rogativa.
1) Te ruego, oh Yahweh (él inicia su petición con una rogativa, y cuando tú haces un ruego al Padre, apelas a su bondad y a su gracia y su favor para contigo; no es una exigencia ni una imposición, aprendamos a acercarnos a Dios con una actitud conveniente).
2) Dios de los cielos (este es el tácito reconocimiento de su gobernación y soberanía sobre todo lo que acontece en el cielo y la tierra).
3) Fuerte, grande y temible (se refiere a los atributos divinos, los cuales nos hacen ver lo abarcativo de su reinado, y la imposibilidad de que nadie coacte su fluir, atribuyéndole fortaleza, gloria ultra dimensional, y asombrosa dignidad que lo hace digno de ser temido).
4) Que guarda el pacto y la misericordia (lo primero, certifica la fidelidad e inalterabilidad de su consejo y juramentos; y lo segundo, la extensión de su gracia hasta el límite para tener misericordia, previendo futuras decepciones, dándonos la posibilidad de restaurarnos a su comunión vía el arrepentimiento).
5) Para los que guardan tus mandamientos (Todas las bondades divinas están a la mano de quienes obedecen sus mandatos, preceptos, testimonios, decretos y directivas específicas, y el meollo del asunto es volvernos a él en santos acatamientos, constituyéndonos en instrumentos suyos para que su voluntad se realice conforme a su beneplácito.
=== La solicitud de la atención divina, con una insistencia que durara varios días, y en las cuales intercedía Nehemías por otros también, era para que Dios oyera que se ponía de acuerdo con él sobre su inconducta, esto es la confesión y exhalación de sus pecados; la proclamación de su justicia al castigarlos porque habían extremado su maldad; hasta llegar el juicio de la misma, sobreviniendo el castigo divino allí donde no había arrepentimiento, sino provocación a ira, pretendiendo ignorar la ley mosaica, pensando ingenuamente que no habría consecuencias al respecto, respondiéndoles el Señor con una dispersión de setenta años que no sería perdonada hasta que se cumplieran los mismos... ¡Y así fue! Y Nehemías exhala el pecado nacional declarándolo como corrupción (lo último a lo que se podia llegar en la descomposición orgánica), entendiendo el por qué Dios los tratara tan duramente, al haber pecado contra él (y se refiere a la naturaleza idolátrica que es lo que el Padre más aborrece, y que se manifiesta en el no guardar los mandamientos, estatutos y preceptos que Moisés les prescribiera para que fueran guardados y la relación célico-pedestre se mantuviera plenamente. La exhalación del varón de Dios, Nehemías, no dejó nada guardado, desnudando a la nación hebrea en su maldad, y manifestando su necesidad de gracia, de perdón, de misericordia, de inmerecida bondad... Y Dios se la concedió.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 13/06/2018 MENSAJE # 2545
ESTAR A CUENTAS CON DIOS, Y DENTRO DEL TIEMPO Y CONTEXTO DE SU GRACIA OPERATIVA, TRAERÁ LA OPTIMIZACIÓN Y RESTAURACIÓN DE TODO EL PUEBLO DE DIOS. SI QUEREMOS UNA RESTAURACIÓN SÓLIDA Y COMPLETA, HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS PARA QUE SU PROPÓSITO EN NOSOTROS SE CUMPLA CABALMENTE.
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