LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 27 DE JUNIO DEL 2018 MENSAJE # 2573
ISAÍAS 11:1-5.
"Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Yahweh, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y temor de Yahweh".
=== Cuando se habla del reposar del Espíritu de Yahweh, se implica que la Deidad es la que está llenando el corazón del ungido, dirigiendo su sentir, su pensar, su hablar y obrar, mostrándonos cómo es que opera el Padre desde el fuero interno del Hijo, quien fuera constituido como un candelero de seis brazos, para operar conforme al corazón de la Deidad, y siempre siendo dirigido por el Espíritu, siendo por ello que se menciona que el accionar es por "el espíritu de"; y esto es la voluntad humana siendo dirigida o impulsada desde el espíritu humano que se ha hecho uno con el Espíritu divino, de modo que todo lo actuado sea por la unión y fusión espiritual que se amalgamara para que todo obrara u operara para la gloria de Dios. Una vez más reitero que EL REPOSAR DEL ESPÍRITU DE YAHWEH, nos habla de su gobierno y control sobre todo el accionar del Hijo: "De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino LO QUE VE HACER AL PADRE; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, para que vosotros os maravilléis" (Jn.5:19-20). A continuación, el profeta señala los niveles más altos en los que el Hijo fluirá para que podamos apreciar su funcionalidad como alguien que es dirigido por Dios Padre desde lo alto, y manifiesta el espíritu de sabiduría, siendo ello la aplicación más alturada y gloriosa de todo el conocimiento que se recibiera del Padre, de arriba, como el eterno valor más apreciado por la Deidad, siendo el otro brazo el espíritu de la inteligencia, que siempre se aparta del mal, operando convenientemente para el logro de los superiores objetivos que nos permiten "volar con él" en su visión y perspectiva, proclamando su naturaleza santa, como lo hicieran los seres seráficos allá en Isaías 6:1-3, 2e.; todo está sabiamente concatenado
=== Cuando continuamos observando el divino obrar en el Hijo, notamos como desciende en la forma del espíritu de consejo, que es la aplicación de la sabiduría y la inteligencia de las que está dotado para instruir a los demás, haciendo surgir el espíritu de poder, que nunca es para dominar a otros o sujetarlos a nosotros, sino para prestarles de ese modo la capacidad para obrar, sanar, liberar, etc. El espíritu de conocimiento nos hace abarcar todas las cosas que el Padre nos quiere enseñar cíclicamente, haciendo surgir en nosotros una sumisión muy grande, y poniendo en cada uno de sus santos el espíritu de temor de Yahweh. el cual nos lleva a servirlo con todo el honor y gloria que él se merece, mostrándole el mayor respeto y reverencia, haciendo que aprendamos pacientemente, y omitamos el adelantar nuestra opinión o prejuicio sobre las cosas que él hace. Los siervos de Dios que son educados en este fluir séptuplo, adquieren ciertas características que pudieran hacerlos parecer como demasiado lentos, o como si estuvieran permanentemente distraídos. No es así, ellos permanecen atentos a las directivas divinas, las cuales obrarán en el tiempo y la sazón dispuestos por el Padre. Nunca están apurados ni asustados ni temiendo lo peor, permaneciendo sintonizados al divino fluir, de modo que lo disciernan en su cronometría dentro del panorama cronológico oportuno.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/06/2018 MENSAJE # 2573
"Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Yahweh, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y temor de Yahweh".
=== Cuando Yahweh habló con Jeremías, respecto a lo que pensaba hacer, refirió: "Y extendió Yahweh su mano y tocó mi boca, y me dijo Yahweh: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar" (Jer.1:9-10). Y si observamos atentamente el juicio profético que aconteció antes que el Padre revelara al profeta Isaías acerca del reinado justo del Mesías, algo como eso había pasado: "He aquí el Señor, Yahweh de los ejércitos, desgajará el ramaje con violencia, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán humillados. Y cortará con hierro la espesura del bosque; y el Líbano caerá con estruendo" (Is.10:33-34). Ello nos demuestra la importancia vital de desarraigar aquello que está ocupando injustamente el territorio en el que el reino fuera instituido, y el Padre no demorará en erradicar lo malo para reubicar en ese lugar a aquel que estaba aparejado por su bondad, para juzgar y redimir a Israel, arreglando cuentas primero, para luego hacer un nuevo sembrío que produzca el fruto apetecido por él, siendo el Señor mismo la energía seminal que haría posible que la voluntad divina se diera en el plano pedestre. Y será de allí de donde el Señor se constituiría en la gloria Verbal de la simiente escogida. La vara del tronco nos habla del heredero del reino divino, y de su autoridad; y el vástago (renuevo) del cumplimiento de la promesa hecha a Abraham el patriarca, cumpliendo en su tiempo todo lo que se prometiera siglos atrás.
=== Cuando se habla del reposar del Espíritu de Yahweh, se implica que la Deidad es la que está llenando el corazón del ungido, dirigiendo su sentir, su pensar, su hablar y obrar, mostrándonos cómo es que opera el Padre desde el fuero interno del Hijo, quien fuera constituido como un candelero de seis brazos, para operar conforme al corazón de la Deidad, y siempre siendo dirigido por el Espíritu, siendo por ello que se menciona que el accionar es por "el espíritu de"; y esto es la voluntad humana siendo dirigida o impulsada desde el espíritu humano que se ha hecho uno con el Espíritu divino, de modo que todo lo actuado sea por la unión y fusión espiritual que se amalgamara para que todo obrara u operara para la gloria de Dios. Una vez más reitero que EL REPOSAR DEL ESPÍRITU DE YAHWEH, nos habla de su gobierno y control sobre todo el accionar del Hijo: "De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino LO QUE VE HACER AL PADRE; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, para que vosotros os maravilléis" (Jn.5:19-20). A continuación, el profeta señala los niveles más altos en los que el Hijo fluirá para que podamos apreciar su funcionalidad como alguien que es dirigido por Dios Padre desde lo alto, y manifiesta el espíritu de sabiduría, siendo ello la aplicación más alturada y gloriosa de todo el conocimiento que se recibiera del Padre, de arriba, como el eterno valor más apreciado por la Deidad, siendo el otro brazo el espíritu de la inteligencia, que siempre se aparta del mal, operando convenientemente para el logro de los superiores objetivos que nos permiten "volar con él" en su visión y perspectiva, proclamando su naturaleza santa, como lo hicieran los seres seráficos allá en Isaías 6:1-3, 2e.; todo está sabiamente concatenado
=== Cuando continuamos observando el divino obrar en el Hijo, notamos como desciende en la forma del espíritu de consejo, que es la aplicación de la sabiduría y la inteligencia de las que está dotado para instruir a los demás, haciendo surgir el espíritu de poder, que nunca es para dominar a otros o sujetarlos a nosotros, sino para prestarles de ese modo la capacidad para obrar, sanar, liberar, etc. El espíritu de conocimiento nos hace abarcar todas las cosas que el Padre nos quiere enseñar cíclicamente, haciendo surgir en nosotros una sumisión muy grande, y poniendo en cada uno de sus santos el espíritu de temor de Yahweh. el cual nos lleva a servirlo con todo el honor y gloria que él se merece, mostrándole el mayor respeto y reverencia, haciendo que aprendamos pacientemente, y omitamos el adelantar nuestra opinión o prejuicio sobre las cosas que él hace. Los siervos de Dios que son educados en este fluir séptuplo, adquieren ciertas características que pudieran hacerlos parecer como demasiado lentos, o como si estuvieran permanentemente distraídos. No es así, ellos permanecen atentos a las directivas divinas, las cuales obrarán en el tiempo y la sazón dispuestos por el Padre. Nunca están apurados ni asustados ni temiendo lo peor, permaneciendo sintonizados al divino fluir, de modo que lo disciernan en su cronometría dentro del panorama cronológico oportuno.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/06/2018 MENSAJE # 2573
EL PANORAMA GLORIOSO DE LA REVELACIÓN DIVINA DEBE LLENAR NUESTRA VISIÓN Y NUESTROS CORAZONES CON LAS REALIDADES QUE HABREMOS DE DISFRUTAR CON TODOS LOS SANTOS CUANDO LLEGUE EL ESTABLECIMIENTO DEL REINO DE DIOS EN UNA FORMA GLOBAL Y TOTAL.
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