LIMA - PERÚ LUNES 30 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2639
FILIPENSES 1:12-19.
"Quiero que sepan, hermanos, que lo que me ha sucedido más bien ha servido para el avance del evangelio, de tal modo que mis encarcelamientos por Cristo se han hecho evidentes en todo el pretorio, y a todos los demás. Con mis encarcelamientos, la mayoría de los hermanos ha cobrado ánimo en el Señor, y más y más se atreven a hablar la palabra sin temor. A decir verdad, algunos predican a Cristo por envidia y por pelear, pero otros lo hacen de buena voluntad. Unos anuncian a Cristo por pelear, y no con sinceridad, pues creen que así añaden aflicción a mis prisiones; pero otros lo hacen por amor, y saben que estoy aquí para defender al evangelio. ¿Qué diré, entonces? Pues que a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado. Y en esto me gozo, y me gozaré aún. Yo sé que por la oración de ustedes, y con el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto redundará en mi liberación".
=== La cárcel romana era estrecha y pestilente, incómoda y peligrosa, porque mayormente los que caían en ella, iban directo al cadalso o a la ejecución, siendo como las prisiones que albergan a los condenados a muerte de modo indefectible. Y es dentro de este contexto, que cuando Pablo era llevado a la sala del juicio, todos podían ver la injusticia que se cometía con el apóstol, quien no era ningún insurrecto, ni criminal, ni traidor a Roma o a su religión, viniendo a fortalecerse la perspectiva cristiana, y a diluirse las pruebas que habían en su contra, las cuales eran totalmente inconsistentes, encontrando el foro romano lo mismo que en su momento dilucidaron Festo y Agripa. ¿Por qué se mantenía a Pablo en la cárcel todavía? Porque Dios precisaba de su siervo en quietud para poder escribir la mitad del nuevo testamento; y usó el dinero del imperio romano, sus medios, su caballería, sus barcos y sus escoltas para llevar al hombre de Tarso al lugar más importante del imperio, la ciudad de Roma, haciendo que el evangelio del reino se oyera por las personas más prominentes, y que todo tuviera una connotación enorme, permitiendo que el evangelio se revelara de los modos más contradictorios; es decir, por los medios regulares y ordenados por el Padre; y haciendo del evangelio un motivo de polémica, tanto así que los enemigos del evangelio, pretendiendo perjudicar a Pablo, y hacerlo aborrecible en los tribunales; sólo hacían que la gente se interesara por el tema, y prestara atención a todo lo que el evangelio decía, ya fuera para polemizar, o para reflexionar, meditar y considerar, vulnerando mentes y corazones, llevando a los escuchas del mismo a una firme determinación: O desecharlo, o aceptarlo; pero ya nadie podía ignorarlo, siendo ello el gozo del apóstol, quien estando en prisión estaba ganando más almas que estando en libertad.
=== La impartición del evangelio lo estaba llenando todo; y así los prisioneros, los soldados que los vigilaban, los abogados, los jurisconsultos y los jueces; alternaban sus trabajos seculares y profanos con momentos para compartir las ministraciones evangélicas y discutir o filosofar sobre el particular, permitiendo que la gracia que Pablo proclamara estuviera en sus mentes y sus corazones, no pudiendo ignorar los valores espirituales y eternos que ponían sus almas entre la espada y la pared. La animosidad que había prendido en los corazones de los hermanos se hacía cada día más evidente; y la iglesia que había en Roma conoció al apóstol de los gentiles del modo más inusual e inesperado, y no pudieron menos que sorprenderse por todo lo que el varón de Dios había experimentado al extender el reino de Dios en la mayor parte del imperio romano, dejando perplejos a sus gobernantes, los cuales se llenaran de consternación al oír los principios cristianos, plenos de valores reales, que hacían tambalear la gloria del nuevo imperio mundial. Así fue que la carga u oráculo neotestamentario veía a sus heraldos actuar con una inusitada confianza, sintiendo que el conflicto alcanzara los niveles de una ordalía, y que tendrían que haber vencedores y vencidos, desarrollándose una guerra interna que amenazara la estabilidad del imperio de los gentiles, y que aquel prisionero nacido en Tarso de Cilicia hacía que todo ello alcanzara niveles insospechados, jaqueando las intenciones imperialistas, lidiando con ellos mediante sus valores y principios, y no con armas, lanzas o carros de combate. Los sacrificios de los mártires serían las semillas que producirían cada vez más cristianos.
=== A Roma no le convenía, en esos instantes, la inmolación de Pablo, siendo preferible que se le soltara, y que su influencia fuera menor, y llegara a la irrelevancia y al olvido; lo que trae a mi memoria las palabras del maestro fariseo Gamaliel: "Si esto es obra de hombres, no durará; pero si es de Dios, no la podréis destruir; no vayan a ser hallados luchando contra Dios"(Hch.5:35-39). Y allí en la prisión, había un prisionero que se regocijaba en medio de su condición, reconociendo el divino obrar en medio de las más trágicas condiciones. ¡Bendita paradoja! Pablo no estaba loco, ni era un despistado o un alucinado. Él entendía lo que Dios estaba haciendo, y nos invita a ser envueltos por este gozo inefable, disfrutándolo hasta el clímax.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 30/07/2018 MENSAJE # 2639
"Quiero que sepan, hermanos, que lo que me ha sucedido más bien ha servido para el avance del evangelio, de tal modo que mis encarcelamientos por Cristo se han hecho evidentes en todo el pretorio, y a todos los demás. Con mis encarcelamientos, la mayoría de los hermanos ha cobrado ánimo en el Señor, y más y más se atreven a hablar la palabra sin temor. A decir verdad, algunos predican a Cristo por envidia y por pelear, pero otros lo hacen de buena voluntad. Unos anuncian a Cristo por pelear, y no con sinceridad, pues creen que así añaden aflicción a mis prisiones; pero otros lo hacen por amor, y saben que estoy aquí para defender al evangelio. ¿Qué diré, entonces? Pues que a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado. Y en esto me gozo, y me gozaré aún. Yo sé que por la oración de ustedes, y con el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto redundará en mi liberación".
=== La cárcel romana era estrecha y pestilente, incómoda y peligrosa, porque mayormente los que caían en ella, iban directo al cadalso o a la ejecución, siendo como las prisiones que albergan a los condenados a muerte de modo indefectible. Y es dentro de este contexto, que cuando Pablo era llevado a la sala del juicio, todos podían ver la injusticia que se cometía con el apóstol, quien no era ningún insurrecto, ni criminal, ni traidor a Roma o a su religión, viniendo a fortalecerse la perspectiva cristiana, y a diluirse las pruebas que habían en su contra, las cuales eran totalmente inconsistentes, encontrando el foro romano lo mismo que en su momento dilucidaron Festo y Agripa. ¿Por qué se mantenía a Pablo en la cárcel todavía? Porque Dios precisaba de su siervo en quietud para poder escribir la mitad del nuevo testamento; y usó el dinero del imperio romano, sus medios, su caballería, sus barcos y sus escoltas para llevar al hombre de Tarso al lugar más importante del imperio, la ciudad de Roma, haciendo que el evangelio del reino se oyera por las personas más prominentes, y que todo tuviera una connotación enorme, permitiendo que el evangelio se revelara de los modos más contradictorios; es decir, por los medios regulares y ordenados por el Padre; y haciendo del evangelio un motivo de polémica, tanto así que los enemigos del evangelio, pretendiendo perjudicar a Pablo, y hacerlo aborrecible en los tribunales; sólo hacían que la gente se interesara por el tema, y prestara atención a todo lo que el evangelio decía, ya fuera para polemizar, o para reflexionar, meditar y considerar, vulnerando mentes y corazones, llevando a los escuchas del mismo a una firme determinación: O desecharlo, o aceptarlo; pero ya nadie podía ignorarlo, siendo ello el gozo del apóstol, quien estando en prisión estaba ganando más almas que estando en libertad.
=== La impartición del evangelio lo estaba llenando todo; y así los prisioneros, los soldados que los vigilaban, los abogados, los jurisconsultos y los jueces; alternaban sus trabajos seculares y profanos con momentos para compartir las ministraciones evangélicas y discutir o filosofar sobre el particular, permitiendo que la gracia que Pablo proclamara estuviera en sus mentes y sus corazones, no pudiendo ignorar los valores espirituales y eternos que ponían sus almas entre la espada y la pared. La animosidad que había prendido en los corazones de los hermanos se hacía cada día más evidente; y la iglesia que había en Roma conoció al apóstol de los gentiles del modo más inusual e inesperado, y no pudieron menos que sorprenderse por todo lo que el varón de Dios había experimentado al extender el reino de Dios en la mayor parte del imperio romano, dejando perplejos a sus gobernantes, los cuales se llenaran de consternación al oír los principios cristianos, plenos de valores reales, que hacían tambalear la gloria del nuevo imperio mundial. Así fue que la carga u oráculo neotestamentario veía a sus heraldos actuar con una inusitada confianza, sintiendo que el conflicto alcanzara los niveles de una ordalía, y que tendrían que haber vencedores y vencidos, desarrollándose una guerra interna que amenazara la estabilidad del imperio de los gentiles, y que aquel prisionero nacido en Tarso de Cilicia hacía que todo ello alcanzara niveles insospechados, jaqueando las intenciones imperialistas, lidiando con ellos mediante sus valores y principios, y no con armas, lanzas o carros de combate. Los sacrificios de los mártires serían las semillas que producirían cada vez más cristianos.
=== A Roma no le convenía, en esos instantes, la inmolación de Pablo, siendo preferible que se le soltara, y que su influencia fuera menor, y llegara a la irrelevancia y al olvido; lo que trae a mi memoria las palabras del maestro fariseo Gamaliel: "Si esto es obra de hombres, no durará; pero si es de Dios, no la podréis destruir; no vayan a ser hallados luchando contra Dios"(Hch.5:35-39). Y allí en la prisión, había un prisionero que se regocijaba en medio de su condición, reconociendo el divino obrar en medio de las más trágicas condiciones. ¡Bendita paradoja! Pablo no estaba loco, ni era un despistado o un alucinado. Él entendía lo que Dios estaba haciendo, y nos invita a ser envueltos por este gozo inefable, disfrutándolo hasta el clímax.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 30/07/2018 MENSAJE # 2639
NUESTRO SEÑOR PUEDE LLEVARNOS, POR SU GRACIA Y SU PECULIAR OBRAR, A LAS CIRCUNSTANCIAS MÁS PARADÓJICAS, ENCONTRÁNDONOS CON GLORIOSAS EXPERIENCIAS QUE NO PARECEN RIMAR CON LOS HECHOS, PERO QUE LUEGO SE TRANSFORMAN EN BELLA POESÍA.
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