miércoles, 11 de julio de 2018

LA OBEDIENCIA A DIOS NO PUEDE SER TROCADA COMO UN VALOR INTERCAMBIABLE. ELLA ES EN SÍ MISMA UN VALOR ABSOLUTO E INALTERABLE EN NUESTRA MARCHA A LA GLORIA.

LIMA - PERÚ    MIÉRCOLES 11 DE JULIO DEL 2018       MENSAJE # 2601

AMÓS 5:21-27.

"Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo. ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel? Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis. Os haré, pues, transportar más allá de Damasco, ha dicho Yahweh, cuyo nombre es Dios de los ejércitos".

=== El profeta Amós, había hecho una lista pormenorizada de los muchos hechos divinos que habían sido realizados como juicios de parte de la Deidad contra los pecados de la nación israelita, y que ellos nunca asumieron como tales, y que fueran observados como desgracias inesperadas o súbitas de extraña etiología. ¿No se daban cuenta de lo que estaba pasando? Sí, ellos caían en la cuenta que ello estaba dentro del hábito de las disciplinas que los invitaran a arrepentirse; pero, si no las asumían como tales, el asunto del arrepentimiento podía postergarse indefinidamente, de modo que ellos continuaran con sus perversiones, pensando en 'sobornar a Dios con sacrificios, ofrendas y holocaustos', buscando compensar sus maldades con ellos, y aplacar así la ira divina que despertaban con sus hechos pecaminosos, idolatrías y abusos contra sus congéneres. Para ellos la religión, las liturgias, los rituales y las ceremonias, eran un trueque con la Deidad, la misma que, debía aceptar la compensación o resarcimiento en calidad de pago por sus culpas, cancelando el castigo y apagando su enojo. Sin embargo, ellos habían de entender que no se puede comprar la buena voluntad divina con ofrendas de ningún tipo; ni tampoco con dádivas pecuniarias, porque estas cosas no compensaban en modo alguno lo que habrían perdido por su desobediencia. 

=== La obediencia al pacto divino estaba por encima de cualquier posible reintegro o indemnización al Padre. Los sacrificios no devolvían al Padre el valor de los agravios que contra su palabra y su orden se hicieran; y ellos no estuvieron previstos sino hasta después de la caída allá en el desierto. ¡No eran parte del pacto! "Así ha dicho Yahweh de los ejéercitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante" (Jer.7:21-24, 23e). Y tuvieron que incluirse para que ellos volvieran a ser aceptados en la comunión divina, apuntando todo ello a la redención por la sangre del Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo (Jn.1:29). Todos los sacrificios hechos antes del que se ejecutara en el monte Calvario, eran típicos o simbólicos, y no quitaban el pecado, sino que lo cubrían hasta que Jesús ofreciera su cuerpo en calidad de tal, una vez para siempre (He.10:5-10).


=== Así, pues, siendo que la nación hebrea continuara viviendo en el pecado, aparentemente atenuada la ira divina con sus inválidos e inútiles sacrificios y ofrendas; no se podía evitar que el juicio divino llegara a la descendencia de Abraham. Y fue por ello que el Señor no aceptó nada de ellos. Y todas las ofrendas, las dádivas, los cantares, las danzas y los festejos jubilares, no podían entrar a la presencia de Dios, siendo rechazados de plano por estar vacíos del contenido sustancial que Dios solicitara de ellos: la implícita obediencia a sus mandatos. Además el Padre nos muestra la hipocresía de los que peregrinaran en el desierto, manteniendo consigo sus ídolos y sus enseñas que revelaban dónde estaba su corazón mientras caminaban a la tierra de promisión; y ya desde entonces el Padre señalaba su destino posterior más allá de Siria. El Padre no soporta la doblez del corazón, y en lo concerniente a su unicidad, él no comparte su gloria con nadie. Nosotros, mantengamos firme y sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA       11/07/2018       MENSAJE # 2601.

1 comentario:

  1. CUANDO VEAMOS QUE NUESTROS SACRIFICIOS NO SON RECIBIDOS CON AGRADO POR EL SEÑOR, ES PORQUE NUESTRO CORAZÓN NO ESTÁ INVOLUCRADO CON ELLOS. SÓLO LA ADECUADA COMBINACIÓN CON LA DEIDAD, ES DECIR LA OBEDIENCIA IMPLÍCITA Y TOTAL A SU PALABRA NOS HARÁ ACEPTOS ANTE ÉL.

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