LIMA - PERÚ SÁBADO 07 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2593
OSEAS 3:1-5.
"Me dijo otra vez Yahweh: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Yahweh para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo. Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Yahweh su Dios, y a David su rey; y temerán a Yahweh y a su bondad en el fin de los días".
=== Cuando Dios te ha llamado con una consigna, por extraña que esta parezca, y formas parte del ministerio profético, eres inducido desde tu fuero interno para obedecer dicha instancia. El panorama profético es obedecido por quien puede ver las cosas más allá de lo evidente, y es capaz de aguardar por las instrucciones pertinentes en un plano coherente y paciente, en el que los razonamientos, y los pensamientos fulgurantes, y las opiniones lapidarias de terceros; no hallan eco en ti, no consintiendo que tu mente divague, se aturda, y pierda la perspectiva; y será el mismo Señor quien ponga en tu corazón la paz oportuna que te lleve a no hacer preguntas o a cuestionar su Señorío y su Soberano fluir, interpretando su voluntad en su contexto, Y quizás te preguntes si la mente, el corazón y el nivel de entendimiento de Oseas están funcionando como se debe; o si hay un velo, por sutil que sea, que lo prive de una reacción que cualquier otro tendría lógicamente. Bueno, el contacto del Señor con sus siervos obedece a su autoridad sobre la base de un superior y espiritual entendimiento que nuestra mente natural no logra colegir, y que tampoco elegiría de un modo consciente semejante rol en el teatro generacional que le toque. Te has puesto a pensar quién elegiría estar en lugar de Jeremías, de Jonás, de Micaías el hijo de Imla en la época de Acab, de un Isaías que anduviera desnudo y descalzo (Is.20); y otros ejemplos que sería ocioso citar. Y sí, los profetas parecerían para cualquier persona que no haya estado en la perspectiva relacional con la Deidad, y la forma de revelarse para la nación israelita, que tendría que ver a su Redentor en la cruz, ofendiendo el pudor judío con su desnudez, mientras sus perversos jueces y condenadores disfrutaban su agonía, y lo retaban a bajar de la cruz, porque no entendían su propia necesidad redentiva, sufriendo la contradicción de los pecadores que vino a salvar ... Era la locura de la predicación (1Co.1:21).
=== Según algunos comentaristas, Gomer abandonó a Oseas, y en su demencial decisión llegó a ser una esclava, y el profeta la tuvo que comprar nuevamente para pagar el precio de su redención; sacándola del mercado de esclavos, y entrar en un nuevo pacto con ella (Os.3:1-3, 3e). Las cosas que a Oseas le tocara vivir, habrían de servir dentro del panorama profético, ilustrando así a la nación hebrea sobre LA MANERA DE AMAR DEL DIOS VIVO, la cual debía hablar a su corazón. El orgullo de la casta caída, podría hacerle suponer que esta era una debilidad divinal, y que a la Deidad le gustaba amar a estas mujeres degeneradas y réprobas, prefiriéndolas a una mujer virgen y decente; pero él no tenía tales "gustos o apetencias"; él estaba comprometido pactualmente con los hombres de su Memorial (Abraham, Isaac y Jacob); y aquel despojo humano (la nación toda representada por la redimida Gomer), precisaba de esa calidad de AMOR INCONDICIONAL, REDENTIVO E INALTERABLE por las generaciones, para poder ser recuperada; muy a despecho de las acusaciones del maligno, del anonadamiento en el pensar de ella, quien quizá jamás llegaría a entender el plano de la gracia que la ley obstruía por donde fuera, desechando la misericordia, y envilecida como estaba por el pecado, y su aún vivo orgullo como natural descendencia abrahámica. ¿Por qué pasaba esto? Porque la irreverencia (en la imaginación del impío y pecador), mata la culpa; reemplazándola con el descaro, la procacidad y la burla contra Dios, como su perversa expresión, publicando su maldad por su carácter anodino, o que no siente dolor alguno. Esta condición extrema es típica de los que no reconocen a Dios como tal, que no le dan gracias, y que son arrogantes y blasfemos en su conducta y en sus palabras.
=== Hemos de notar que en este pacto, no hay reclamos por parte del profeta (3:3), y así es de parte de Dios para con su pueblo, quien siempre había de tener en su conciencia esta bondad totalmente inmerecida, viviendo con la duda de si cambiará de opinión al respecto en el futuro, dado que no entiende la manera de amar del Dios vivo y verdadero. Lo siguiente para Dios, es el erradicar de su presencia y su memoria todo recuerdo inherente a sus líderes y gobernantes perversos, así como a los dioses que adoraran para apartarse de él, habiendo de desaparecer sus estatuas y sus ídolos portables o terafines. De allí, el Señor salta en la historia, haciéndonos conocer la victoria y el triunfo del amor divino, haciendo retornar a los hijos de Israel desde la cautividad y el paganismo, retornando plenamente a la adoración a Yahweh, habiendo sido limpiados de toda idolatría (entiéndase aquí la prostitución idolátrica que los hiciera totalmente repulsivos para Dios), para luego ubicarlos dentro del contexto del reino (mencionando a David, lo cual tiene que ver con Jesús); y entonces el honor divino (temor de Dios, reverencia a él) será lo que colme sus corazones, disfrutando de la gracia en una forma plena, la cual habrá traído el reino a su experiencia particular.
"Me dijo otra vez Yahweh: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Yahweh para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo. Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Yahweh su Dios, y a David su rey; y temerán a Yahweh y a su bondad en el fin de los días".
=== Cuando Dios te ha llamado con una consigna, por extraña que esta parezca, y formas parte del ministerio profético, eres inducido desde tu fuero interno para obedecer dicha instancia. El panorama profético es obedecido por quien puede ver las cosas más allá de lo evidente, y es capaz de aguardar por las instrucciones pertinentes en un plano coherente y paciente, en el que los razonamientos, y los pensamientos fulgurantes, y las opiniones lapidarias de terceros; no hallan eco en ti, no consintiendo que tu mente divague, se aturda, y pierda la perspectiva; y será el mismo Señor quien ponga en tu corazón la paz oportuna que te lleve a no hacer preguntas o a cuestionar su Señorío y su Soberano fluir, interpretando su voluntad en su contexto, Y quizás te preguntes si la mente, el corazón y el nivel de entendimiento de Oseas están funcionando como se debe; o si hay un velo, por sutil que sea, que lo prive de una reacción que cualquier otro tendría lógicamente. Bueno, el contacto del Señor con sus siervos obedece a su autoridad sobre la base de un superior y espiritual entendimiento que nuestra mente natural no logra colegir, y que tampoco elegiría de un modo consciente semejante rol en el teatro generacional que le toque. Te has puesto a pensar quién elegiría estar en lugar de Jeremías, de Jonás, de Micaías el hijo de Imla en la época de Acab, de un Isaías que anduviera desnudo y descalzo (Is.20); y otros ejemplos que sería ocioso citar. Y sí, los profetas parecerían para cualquier persona que no haya estado en la perspectiva relacional con la Deidad, y la forma de revelarse para la nación israelita, que tendría que ver a su Redentor en la cruz, ofendiendo el pudor judío con su desnudez, mientras sus perversos jueces y condenadores disfrutaban su agonía, y lo retaban a bajar de la cruz, porque no entendían su propia necesidad redentiva, sufriendo la contradicción de los pecadores que vino a salvar ... Era la locura de la predicación (1Co.1:21).
=== Según algunos comentaristas, Gomer abandonó a Oseas, y en su demencial decisión llegó a ser una esclava, y el profeta la tuvo que comprar nuevamente para pagar el precio de su redención; sacándola del mercado de esclavos, y entrar en un nuevo pacto con ella (Os.3:1-3, 3e). Las cosas que a Oseas le tocara vivir, habrían de servir dentro del panorama profético, ilustrando así a la nación hebrea sobre LA MANERA DE AMAR DEL DIOS VIVO, la cual debía hablar a su corazón. El orgullo de la casta caída, podría hacerle suponer que esta era una debilidad divinal, y que a la Deidad le gustaba amar a estas mujeres degeneradas y réprobas, prefiriéndolas a una mujer virgen y decente; pero él no tenía tales "gustos o apetencias"; él estaba comprometido pactualmente con los hombres de su Memorial (Abraham, Isaac y Jacob); y aquel despojo humano (la nación toda representada por la redimida Gomer), precisaba de esa calidad de AMOR INCONDICIONAL, REDENTIVO E INALTERABLE por las generaciones, para poder ser recuperada; muy a despecho de las acusaciones del maligno, del anonadamiento en el pensar de ella, quien quizá jamás llegaría a entender el plano de la gracia que la ley obstruía por donde fuera, desechando la misericordia, y envilecida como estaba por el pecado, y su aún vivo orgullo como natural descendencia abrahámica. ¿Por qué pasaba esto? Porque la irreverencia (en la imaginación del impío y pecador), mata la culpa; reemplazándola con el descaro, la procacidad y la burla contra Dios, como su perversa expresión, publicando su maldad por su carácter anodino, o que no siente dolor alguno. Esta condición extrema es típica de los que no reconocen a Dios como tal, que no le dan gracias, y que son arrogantes y blasfemos en su conducta y en sus palabras.
=== Hemos de notar que en este pacto, no hay reclamos por parte del profeta (3:3), y así es de parte de Dios para con su pueblo, quien siempre había de tener en su conciencia esta bondad totalmente inmerecida, viviendo con la duda de si cambiará de opinión al respecto en el futuro, dado que no entiende la manera de amar del Dios vivo y verdadero. Lo siguiente para Dios, es el erradicar de su presencia y su memoria todo recuerdo inherente a sus líderes y gobernantes perversos, así como a los dioses que adoraran para apartarse de él, habiendo de desaparecer sus estatuas y sus ídolos portables o terafines. De allí, el Señor salta en la historia, haciéndonos conocer la victoria y el triunfo del amor divino, haciendo retornar a los hijos de Israel desde la cautividad y el paganismo, retornando plenamente a la adoración a Yahweh, habiendo sido limpiados de toda idolatría (entiéndase aquí la prostitución idolátrica que los hiciera totalmente repulsivos para Dios), para luego ubicarlos dentro del contexto del reino (mencionando a David, lo cual tiene que ver con Jesús); y entonces el honor divino (temor de Dios, reverencia a él) será lo que colme sus corazones, disfrutando de la gracia en una forma plena, la cual habrá traído el reino a su experiencia particular.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/07/2018 MENSAJE # 2593.
LA GRACIA DIVINA ES EXPRESADA POR LA LARGUEZA DEL AMOR DEL PADRE PARA CON SU PUEBLO ELEGIDO. LA RESISTENCIA QUE ÉSTE LE HACÍA YA NO TENÍA QUE VER CON EL ALCANCE DE SU GRACIA; SINO CON LA OBSTINACIÓN Y EL DESCARO DE LA NACIÓN, QUE SIEMPRE SE MANTUVO POR ENCIMA DE LA LEY AL CONSIDERARSE EXENTOS DE CONDENACIÓN POR SER DESCENDIENTES DE ABRAHAM, Y POR AGARRARSE TORPEMENTE DE UN PACTO QUEBRANTADO POR SU PARTE. ¡TREMENDO TRABAJO DIVINO! ¡GRACIAS, YAHWEH, POR TU DENODADA INSISTENCIA, Y POR LOS RESULTADOS DE TU AMOR!
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