LIMA - PERÚ DOMINGO 29 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2638
MEDITACIONES VARIAS
Salmo 61:4.
"Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro
bajo la cubierta de tus alas".
La continua hostilidad de los opositores del reino, motivaron al rey a
solicitar
la presencia divina con demasiada asiduidad; y de tanto llorar y de tanto
clamar
el rey decidió mudarse a donde Dios vivía, cobijándose bajo la poderosa
cubierta
de las alas del Altisimo, que le extendía su gracia como su seguridad más
cierta.
El morar junto a Dios, o cerca de Dios, no es lo mismo que morar con el
Redentor
amalgamándose con su esencia, gustando la fragancia embriagante típica del
Señor,
la seguridad que automáticamente comunica aquel aroma que todo lo impregna de
sí
y aleja toda naturaleza indeseable, ofreciendo desde entonces su protección a
ti.
El candor de un niño que reposa en los brazos maternos es el sentir del
salmista
que pone en una mano el toque inspiracional, lira o estro que motiva al
artista
llevándolo a profetizar por el Espíritu, a componer con sonora y bella
expresión
el sentir de su corazón, el fluir del Consolador, y la grandeza de la santa
Sión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 29/07/2018 MENSAJE # 2638
CUANDO EL AMPARO DIVINO ES SOLICITADO POR EL SIERVO DE DIOS EN MOMENTOS DIFÍCILES, LAS ALAS DEL ALTÍSIMO SE HACEN PRESENTES, Y EL ESCUDO DE PROTECCIÓN DEL PADRE SE HACE EVIDENTE PARA AQUEL QUE CLAMÓ.
ResponderEliminar