LIMA - PERÚ JUEVES 26 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2631
GÁLATAS 1:1-5.
"Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia. Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén".
=== La salutación apostólica está pletórica de sentido en lo concerniente a su labor ministerial con los hermanos gálatas. La primera referencia, acerca de su llamamiento al apostolado, marca ciertas precisiones que hay que considerar para tener un claro entendimiento de las credenciales apostólicas paulinas, quien se ve en la obligación de mencionar su ministerio como algo divinamente concertado; habiendo operado el mismísimo Señor Jesús su conversión y llamamiento, mostrándole con posterioridad todas las cosas que habría de pasar cuando estuviera a su servicio, dándole con ello un superior entendimiento, e inspirándole para escribir la mitad del nuevo testamento. La singularidad del trato divino con este hombre de Tarso, le dio a él un entendimiento que ninguno pudo superar, poniendo en él un manto sobrenatural que lo hiciera entender el panorama redentivo dentro del contexto de la resurrección, vale decir, habiendo trascendido la muerte natural, y presentándosele después de ello, camino a Damasco, para integrarlo en una forma muy particular al ministerio del evangelio del reino, habiendo de constituirlo en el apóstol a los gentiles, con una misión cuya amplitud superaría la imaginación de muchos. Los planes del Padre rebosaron lo que Pablo, como judío, ni siquiera se atreviera a soñar. Así el dúo: Padre - Hijo, lo tuvieron a él como su blanco, y podemos decir que hicieron un trabajo de orfebres con él, otorgándonos a un campeón de la fe que no desluciría la gloria de la Trinidad.
=== Pablo nos revela que está en la compañía de otros siervos de Dios (v.2), con un sentir parecido al suyo por cada una de las localidades gálatas. Y es entonces que él los bendice con la Gracia (la bondad divina en toda su extensión volcada a su favor) y la Paz (el inefable resultado que se disfruta para hacer la voluntad de Dios en el plano de su absoluta aceptación), refiriéndose nuevamente al Padre y al Hijo actuando de consuno para el cubrimiento de su propósito. La Paternidad divina nos trae bajo el abrigo de las alas del Altísimo, para luego mencionar el Señorío de Cristo, dándonos la certeza de su gobernación y protección en todo lo que hacemos, con los resultados apetecidos por el Padre al actuar bajo su Soberanía, poniendo al enemigo bajo nuestros pies. Lo primero, que Pablo marca es el plano sacrificial de Jesús, con el cual se obtuviera nuestra redención por gracia, librándonos del pecado, y de los efectos perniciososo del presente siglo malo, los cuales operarían sobre cada generación, obteniendo los resultados apetecidos por la Deidad, conforme a su beneplácito. Cuando la voluntad del Padre es ejecutada, él nos revela su entera satisfacción, enviando una cascada de bendiciones para sus siervos obedientes, los que ejecutan su voluntad aplicando todo el poder de la palabra.
=== La glorificación del Señor por las edades de las edades, nos permiten entender el grado de confianza que existía en el apóstol y en el equipo ministerial que lo acompañara. Nuestros corazones deben sentir este mismo gozo por el divino accionar, entendiéndolo como un estándar que debe llenarnos de confianza y certeza en la esperanza. Dejémonos abrigar por el Señor.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 26/07/2018 MENSAJE # 2631.
"Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia. Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén".
=== La salutación apostólica está pletórica de sentido en lo concerniente a su labor ministerial con los hermanos gálatas. La primera referencia, acerca de su llamamiento al apostolado, marca ciertas precisiones que hay que considerar para tener un claro entendimiento de las credenciales apostólicas paulinas, quien se ve en la obligación de mencionar su ministerio como algo divinamente concertado; habiendo operado el mismísimo Señor Jesús su conversión y llamamiento, mostrándole con posterioridad todas las cosas que habría de pasar cuando estuviera a su servicio, dándole con ello un superior entendimiento, e inspirándole para escribir la mitad del nuevo testamento. La singularidad del trato divino con este hombre de Tarso, le dio a él un entendimiento que ninguno pudo superar, poniendo en él un manto sobrenatural que lo hiciera entender el panorama redentivo dentro del contexto de la resurrección, vale decir, habiendo trascendido la muerte natural, y presentándosele después de ello, camino a Damasco, para integrarlo en una forma muy particular al ministerio del evangelio del reino, habiendo de constituirlo en el apóstol a los gentiles, con una misión cuya amplitud superaría la imaginación de muchos. Los planes del Padre rebosaron lo que Pablo, como judío, ni siquiera se atreviera a soñar. Así el dúo: Padre - Hijo, lo tuvieron a él como su blanco, y podemos decir que hicieron un trabajo de orfebres con él, otorgándonos a un campeón de la fe que no desluciría la gloria de la Trinidad.
=== Pablo nos revela que está en la compañía de otros siervos de Dios (v.2), con un sentir parecido al suyo por cada una de las localidades gálatas. Y es entonces que él los bendice con la Gracia (la bondad divina en toda su extensión volcada a su favor) y la Paz (el inefable resultado que se disfruta para hacer la voluntad de Dios en el plano de su absoluta aceptación), refiriéndose nuevamente al Padre y al Hijo actuando de consuno para el cubrimiento de su propósito. La Paternidad divina nos trae bajo el abrigo de las alas del Altísimo, para luego mencionar el Señorío de Cristo, dándonos la certeza de su gobernación y protección en todo lo que hacemos, con los resultados apetecidos por el Padre al actuar bajo su Soberanía, poniendo al enemigo bajo nuestros pies. Lo primero, que Pablo marca es el plano sacrificial de Jesús, con el cual se obtuviera nuestra redención por gracia, librándonos del pecado, y de los efectos perniciososo del presente siglo malo, los cuales operarían sobre cada generación, obteniendo los resultados apetecidos por la Deidad, conforme a su beneplácito. Cuando la voluntad del Padre es ejecutada, él nos revela su entera satisfacción, enviando una cascada de bendiciones para sus siervos obedientes, los que ejecutan su voluntad aplicando todo el poder de la palabra.
=== La glorificación del Señor por las edades de las edades, nos permiten entender el grado de confianza que existía en el apóstol y en el equipo ministerial que lo acompañara. Nuestros corazones deben sentir este mismo gozo por el divino accionar, entendiéndolo como un estándar que debe llenarnos de confianza y certeza en la esperanza. Dejémonos abrigar por el Señor.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 26/07/2018 MENSAJE # 2631.
SIEMPRE QUE EL APÓSTOL SE DIRIGE A LA IGLESIA, O IGLESIAS A LAS QUE ESCRIBE, SUELE HACER UNA SÍNTESIS DE LOS ASUNTOS QUE COMPARTIRÁ, DE MODO QUE LOS DESTINATARIOS ANTICIPEN LA BENDICIÓN, Y DESEEN LEER O ESCUCHAR EL MENSAJE.
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