LAS LOCALIDADES ECLESIALES DEBEN CEÑIRSE AL ORDEN DIVINAL, Y ESTO ES UN MANDATO PARA TODOS LOS QUE NOS CONGREGAMOS EN ALGUNA LOCALIDAD. ESTEMOS DISPUESTOS A CAMINAR DENTRO DEL ORDEN INSTITUIDO, Y HAGÁMOSLE SABER A LOS DICTADORES QUE NO OBEDECEREMOS SUS CONSTANTES INTRUSIONES, Y QUE OBEDECEREMOS LAS PAUTAS DIVINAS CONFORME A LAS ESCRITURAS.

LIMA - PERÚ     MIÉRCOLES 04 DE JULIO DEL 2018      MENSAJE # 2587

TERCERA DE JUAN 1-4, 9a, 12a.

"El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad ... Pero Diótrefes... Todos dan testimonio de Demetrio".

=== Las cartas pastorales y personales del apóstol Juan, ponen en evidencia su comunión con algunos siervos de Dios en las localidades por él fundadas, y que fueran fieles a Dios y su Palabra. Y así como habían personas ejemplares, y celosas guardadoras del orden divino; tanto en el plano eclesial como en lo ministerial; así también abundaban los malos elementos, ansiosos de protagonismo, llenos de arrogancia, que se impusieran a la desidia de quienes fueran ungidos en calidad de ancianos, y fueran sometiéndose al empuje dictatorial de quien se movía con aires hegemónicos, y se fue convirtiendo en el líder indiscutible, inamovible e insustituible de la congregación a la que pertenecieran, probablemente, Gayo y Demetrio, razón por la cual ellos fueran los destinatarios de esta corta misiva.

=== Cuando Juan se refiere a Gayo, encomia su proceder y su apego al testimonio de una genuina fraternidad que no sólo cubriera a los siervos de Dios locatarios; sino que también se dispensara a los ministros itinerantes, tanto conocidos como desconocidos, mostrando el gran ánimo y el inmenso corazón de Gayo para la hospitalidad; no cediendo ante la suspicacia, ni haciendo acepción de personas; mostrando una gran disponibilidad para el servicio a los santos, virtud que adornara a todos los que estaban asociados al divino fluir, y que no dudaran de colaborar liberalmene con el evangelismo y la ministración del reino de Dios. La salud de Gayo suponía una preocupación para Juan, quien no se limitara a usar "frases de cajón", o un lenguaje lisonjero y disociado de su sentir particular (¡cómo hay muchos hoy!); y que fuera capaz de reconocer las dotaciones de otros santos, y el beneficio que esto traía para la viabilidad del ministerio de la Palabra.

=== Los que llegaran a Éfeso, desde donde Juan ministrara por aquella época, compartían con el ya anciano apóstol la forma tan afable como fueran tratados por gayo, su exquisita dedicación, y su preocupación para que nada les faltara a los siervos de Dios, dignos obreros del pueblo de Dios ... Pero Diótrefes ... El andar en la verdad; haber hecho del orden divino y de la piedad su estilo de vida; los ubicaba en el plano del amor fraternal, no siendo vencidos por la oposición, la confrontación y el rechazo del déspota de la grey locataria, quien siempre buscara inhibir la disposición de quienes sí se sentían parte del cuerpo de Cristo, y actuaran como auténticos hijos de Dios, y no como esbirros o vasallos del dictador local, oponiéndose a su genio y a su auto asumida autoridad, basada en el desconocimiento de la cobertura apostólica postrera (me refiero a Juan aquí). La tiranía diotrefana había de concluir, y la llegada del apóstol a la congregación, habría de dirimir los asuntos de autoridad con las premisas correspondientes. Busquemos la comunión con Gayo y Demetrio, y dejemos a Diótrefes en su delirio hipotético, rogandole al Señor para que su desagradable y afrentosa hegemonía llegue a su fin.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA      04/07/2018       MENSAJE # 2787.