LIMA - PERÚ VIERNES 27 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE# 2633
ZACARÍAS 1:18-21.
"Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. Me mostró luego Yahweh cuatro carpinteros. Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla".
=== El panorama profético de Zacarías nos interioriza en la intimidad que el profeta tenía con Yahweh, con el cual viene dialogando desde el verso 7. El diálogo con el ángel, y el llamarlo Señor mío, implica una teofanía (manifestación divina en forma angélica y antropomórfica), y cada una de las interrogantes del profeta, implica que su entendimiento de las cosas que está viendo debe ser informado detalladamente, para entonces captar el sentido de las cosas conforme a lo que Dios revela; y no según lo que el profeta pudiera imaginar o conceptuar naturalmente. Siempre la revelación divina tiene una intención, y al profeta de Dios le toca inquirir sobre el particular para no dar su opinión personal, sino para comunicar el sentir divinal, y su clara intención sobre las cosas que él aparejara para las edades en el sentido generacional. La profecía pura no mezcla el sentir o pensar personal del vidente con la visión que se le presenta, guardando una relación inherente y exacta con el propósito divino, de modo que todo ello se integre al cubrimiento de su voluntad soberana. Es por eso que cuando leemos los comentarios de diversos autores, no te hablan del significado específico, sino sobre su impresión particular. Es por eso que Ezequiel y Juan utilizan como respuesta al ángel que les pregunta: "Señor, tú lo sabes", haciendo una humilde petición para ser informado exactamente, y luego compartir lo que Dios les mostrara, y no lo que ellos imaginaran o conceptuaran.
=== Ya habían transcurrido setenta años de cautiverio babilónico, y el ángel le preguntó a Yahweh sobre el asunto, y las palabras consoladoras del Padre, implicaban la disposición de su corazón para hacer volver a la nación hebraica de su cautividad. Y el Señor hace notorio que su celo para con Jerusalén y Sion, era enorme; y era esa la razón por la que él fuera tan duro con ella, extremando su cuidado, disciplinándola a su sazón, y mostrándole su amor después de haberla purificado, devolviéndosela a sí mismo en el estado que él quería; retornándola a su estado original como su novia, el lugar de su habitación en el que halla su deleite, y el lugar donde su solio se ubicará para establecer el reino de Dios. Sus promesas son maravillosas, y sus bendiciones serían mucho mayores, confirmando a la ciudad jerosolimitana como su elegida. Y para ello, era preciso que todas las cosas se ajustaran, mostrándole a los gentiles que él no dejaría pasar el cúmulo de maldades que ellos cometieran contra su pueblo, sus abusos y excesos, que llevaran el sello de lo particular, no proclamando la justicia divina proporcional si no el odio que le tuvieran a la nación judía, dejando salir su naturaleza sanguinaria y perversa, con una saña inmoderada que no interpretara para nada la disciplina divina, sino su encono contra la nación elegida. Los tratos divinos se distinguen por la proporcionalidad; y la forma en que las naciones traten a Israel, será el fiel de la balanza que les hará saber a los imperios gentiles lo que la justicia es.
=== Los carpinteros (herreros según otra traducción), habrán de ejecutar juicio contra estas naciones sobre la base de su accionar contra la nación judía, Y cuando dice que hacen temblar a las mismas, es porque juzgarán sus estructuras y sus bases históricas y proféticas. Es por eso que Daniel, al referir el sueño de Nabucodonosor, interpretó que la piedra cortada no con mano, caía sobre los pies, para derribar la estatua y para luego demolerla hasta convertirla en tamo de las eras del verano, haciendo desaparecer hasta su memoria, para que el reino de Dios abarcara toda la tierra, la cual sería entregada a sus herederos, conforme a la promesa (Ro.4:13). Todo el odio y el rechazo que Israel le mereciera a las naciones enemigas, habrá de ser juzgado por el Padre, sin atenuantes. Las promesas divinas son ciertas e inalterables. No provoquemos su ira, y tratemos a la nación israelita como lo que son para Dios: Su bendita heredad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/07/2018 MENSAJE # 2633.
"Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. Me mostró luego Yahweh cuatro carpinteros. Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla".
=== El panorama profético de Zacarías nos interioriza en la intimidad que el profeta tenía con Yahweh, con el cual viene dialogando desde el verso 7. El diálogo con el ángel, y el llamarlo Señor mío, implica una teofanía (manifestación divina en forma angélica y antropomórfica), y cada una de las interrogantes del profeta, implica que su entendimiento de las cosas que está viendo debe ser informado detalladamente, para entonces captar el sentido de las cosas conforme a lo que Dios revela; y no según lo que el profeta pudiera imaginar o conceptuar naturalmente. Siempre la revelación divina tiene una intención, y al profeta de Dios le toca inquirir sobre el particular para no dar su opinión personal, sino para comunicar el sentir divinal, y su clara intención sobre las cosas que él aparejara para las edades en el sentido generacional. La profecía pura no mezcla el sentir o pensar personal del vidente con la visión que se le presenta, guardando una relación inherente y exacta con el propósito divino, de modo que todo ello se integre al cubrimiento de su voluntad soberana. Es por eso que cuando leemos los comentarios de diversos autores, no te hablan del significado específico, sino sobre su impresión particular. Es por eso que Ezequiel y Juan utilizan como respuesta al ángel que les pregunta: "Señor, tú lo sabes", haciendo una humilde petición para ser informado exactamente, y luego compartir lo que Dios les mostrara, y no lo que ellos imaginaran o conceptuaran.
=== Ya habían transcurrido setenta años de cautiverio babilónico, y el ángel le preguntó a Yahweh sobre el asunto, y las palabras consoladoras del Padre, implicaban la disposición de su corazón para hacer volver a la nación hebraica de su cautividad. Y el Señor hace notorio que su celo para con Jerusalén y Sion, era enorme; y era esa la razón por la que él fuera tan duro con ella, extremando su cuidado, disciplinándola a su sazón, y mostrándole su amor después de haberla purificado, devolviéndosela a sí mismo en el estado que él quería; retornándola a su estado original como su novia, el lugar de su habitación en el que halla su deleite, y el lugar donde su solio se ubicará para establecer el reino de Dios. Sus promesas son maravillosas, y sus bendiciones serían mucho mayores, confirmando a la ciudad jerosolimitana como su elegida. Y para ello, era preciso que todas las cosas se ajustaran, mostrándole a los gentiles que él no dejaría pasar el cúmulo de maldades que ellos cometieran contra su pueblo, sus abusos y excesos, que llevaran el sello de lo particular, no proclamando la justicia divina proporcional si no el odio que le tuvieran a la nación judía, dejando salir su naturaleza sanguinaria y perversa, con una saña inmoderada que no interpretara para nada la disciplina divina, sino su encono contra la nación elegida. Los tratos divinos se distinguen por la proporcionalidad; y la forma en que las naciones traten a Israel, será el fiel de la balanza que les hará saber a los imperios gentiles lo que la justicia es.
=== Los carpinteros (herreros según otra traducción), habrán de ejecutar juicio contra estas naciones sobre la base de su accionar contra la nación judía, Y cuando dice que hacen temblar a las mismas, es porque juzgarán sus estructuras y sus bases históricas y proféticas. Es por eso que Daniel, al referir el sueño de Nabucodonosor, interpretó que la piedra cortada no con mano, caía sobre los pies, para derribar la estatua y para luego demolerla hasta convertirla en tamo de las eras del verano, haciendo desaparecer hasta su memoria, para que el reino de Dios abarcara toda la tierra, la cual sería entregada a sus herederos, conforme a la promesa (Ro.4:13). Todo el odio y el rechazo que Israel le mereciera a las naciones enemigas, habrá de ser juzgado por el Padre, sin atenuantes. Las promesas divinas son ciertas e inalterables. No provoquemos su ira, y tratemos a la nación israelita como lo que son para Dios: Su bendita heredad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/07/2018 MENSAJE # 2633.
EL PANORAMA PROFÉTICO SOBRE LOS ELEGIDOS DE DIOS, INDEPENDIENTEMENTE DE CÓMO LO VEAN OTROS, O LO SIENTAS TÚ, TENDRÁ SU CABAL CUMPLIMIENTO. POR TANTO, SEAMOS PRUDENTES EN TODO NUESTRO ANDAR, PARA QUE CUANDO LLEGUE EL DÍA EN QUE ESTAS COSAS PASEN, NOS SINTAMOS GRATIFICADOS, Y NO DECEPCIONADOS.
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