LIMA - PERÚ SÁBADO 21 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2621
HABACUC 1:2-8.
"¿Hasta cuando, oh Yahweh, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. Mirad entre las naciones, y ved y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos los jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar".
=== En la Biblia hebrea, los doce profetas menores componen un solo libro, y es por ello que al escribir sobre las profecías de éstos, los cuadros se asemejan tanto, y se mencionan tan a menudo los variados aspectos del juicio divino; tanto para las tribus del norte, como para Judá, para Nínive y para Edom, y para las naciones circunvecinas. En este mensaje profético, el profeta Habacuc ausculta a la nación israelita, y los ve en su pecado, y en las prácticas idolátricas, las maldades y los abusos de los gobernantes, los mismos que usan todos sus recursos para mantener al pueblo judío bajo una continua explotación, llevando a la nación hasta la anarquía, manteniendo una monarquía que es manipulada al antojo de los grandes y de los injustos. Y lo que llama la atención del profeta, es la aparente inactividad divina, lo cual crea la apariencia de ausencia, desinterés, y el abandono a su suerte de los desdichados hijos de Abraham, quienes no ven una reacción a sus desesperados clamores, viendo a la nación en las manos de los perversos y corruptos, percibiendo la putrefacción de la nación judaica bajo el liderazgo de sus opresores de turno, quienes ahítos de soberbia, asumen que esto durará para siempre, y también suponen que el silencio divinal implica aprobación; pues de lo contrario, ya habría intervenido. La longanimidad divina siempre es interpretada por el perverso como un síntoma de complicidad y celeste aprobación; de allí que los juicios de Yahweh fueran tan violentos y catastróficos sobre los que provocaban su ira, como se puede apreciar a lo largo de las Escrituras arqueotestamentarias.
=== La oración de Habacuc, mirando todo esto como algo que ameritaba la intervención divina para disciplinar y salvar; no juzgaba la maldad de su pueblo desde la perspectiva divina, y se ve en la necesidad de poner en antecedentes al profeta, y que en esta ocasión la disciplina terapéutica no era lo indicado. Lo presentado en los versos 2 al 4 revelan la forma más terrible y perversa de la corrupción, y del arbitrio de los malos que agreden al Padre en la forma más grosera e irreverente, y entonces, viendo la persistente maldad y el agravio en todas las instancias, la que provocara la ira divina en una forma extrema, tal como se observa en Romanos 1:32-2:6. No es, pues, un Dios duro y extremista; sino un Dios que opera conforme a su justicia, y juzga conforme a las obras de cada uno, en función de su maldad. Así, todos los "torcedores de la justicia" habrán de saber que la longanimidad del Padre posee un límite, y cuando el tal es excedido, sobreviene el juicio. Dado el tino del Padre para ejecutar la cirugía de arriba, sólo salen lastimados los malvados; dejando indemnes a los justos que gimen y que claman por la paz de Jerusalén. Lo que Dios estaba haciendo en forma silenciosa, pero efectiva,
tenía una fecha conocida por él; y la sensibilidad habacuquiana debía discernir la misma en medio del caos, entendiendo el cosmos según Dios, el cual llama al justo a seguir practicando la piedad como su estilo de vida, porque el justo por la fe vivirá.
=== Los caldeos, quienes reemplazaran a los asirios en cuanto a conquistas y malvadas hegemonías, serían el brazo ejecutor de la Deidad, y él los describe como una nación cruel y presurosa que se siente dueña del mundo, y se aparejara para conquistar y poseer los territorios y las riquezas de todas las naciones, las cuales Dios califica de moradas ajenas, respetando los límites que él mismo les pone a las naciones, entendiéndose como usurpación toda apropiación ilícita, haciendo retornar a las naciones a lo ue fuera su heredad cuando estos imperios se debilitaran, tras haber servido a su propósito. La soberbia de los conquistadores perversos supone para ellos su sentido de justicia y dignidad, no sintiéndose culpables por los crímenes que cometen, y los cautiverios de que hacen objeto a las naciones conquistadas por su capacidad bélica, o su astucia para hacer la guerra, y la caracterización espantosa con la que se movieran como casta dominante. Las almas que no son rectas se enorgullecen hasta el extremo; mas el justo vivirá por su fe en el Dios vivo (Hab.2:4).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/07/2018 MENSAJE # 2621
"¿Hasta cuando, oh Yahweh, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. Mirad entre las naciones, y ved y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos los jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar".
=== En la Biblia hebrea, los doce profetas menores componen un solo libro, y es por ello que al escribir sobre las profecías de éstos, los cuadros se asemejan tanto, y se mencionan tan a menudo los variados aspectos del juicio divino; tanto para las tribus del norte, como para Judá, para Nínive y para Edom, y para las naciones circunvecinas. En este mensaje profético, el profeta Habacuc ausculta a la nación israelita, y los ve en su pecado, y en las prácticas idolátricas, las maldades y los abusos de los gobernantes, los mismos que usan todos sus recursos para mantener al pueblo judío bajo una continua explotación, llevando a la nación hasta la anarquía, manteniendo una monarquía que es manipulada al antojo de los grandes y de los injustos. Y lo que llama la atención del profeta, es la aparente inactividad divina, lo cual crea la apariencia de ausencia, desinterés, y el abandono a su suerte de los desdichados hijos de Abraham, quienes no ven una reacción a sus desesperados clamores, viendo a la nación en las manos de los perversos y corruptos, percibiendo la putrefacción de la nación judaica bajo el liderazgo de sus opresores de turno, quienes ahítos de soberbia, asumen que esto durará para siempre, y también suponen que el silencio divinal implica aprobación; pues de lo contrario, ya habría intervenido. La longanimidad divina siempre es interpretada por el perverso como un síntoma de complicidad y celeste aprobación; de allí que los juicios de Yahweh fueran tan violentos y catastróficos sobre los que provocaban su ira, como se puede apreciar a lo largo de las Escrituras arqueotestamentarias.
=== La oración de Habacuc, mirando todo esto como algo que ameritaba la intervención divina para disciplinar y salvar; no juzgaba la maldad de su pueblo desde la perspectiva divina, y se ve en la necesidad de poner en antecedentes al profeta, y que en esta ocasión la disciplina terapéutica no era lo indicado. Lo presentado en los versos 2 al 4 revelan la forma más terrible y perversa de la corrupción, y del arbitrio de los malos que agreden al Padre en la forma más grosera e irreverente, y entonces, viendo la persistente maldad y el agravio en todas las instancias, la que provocara la ira divina en una forma extrema, tal como se observa en Romanos 1:32-2:6. No es, pues, un Dios duro y extremista; sino un Dios que opera conforme a su justicia, y juzga conforme a las obras de cada uno, en función de su maldad. Así, todos los "torcedores de la justicia" habrán de saber que la longanimidad del Padre posee un límite, y cuando el tal es excedido, sobreviene el juicio. Dado el tino del Padre para ejecutar la cirugía de arriba, sólo salen lastimados los malvados; dejando indemnes a los justos que gimen y que claman por la paz de Jerusalén. Lo que Dios estaba haciendo en forma silenciosa, pero efectiva,
tenía una fecha conocida por él; y la sensibilidad habacuquiana debía discernir la misma en medio del caos, entendiendo el cosmos según Dios, el cual llama al justo a seguir practicando la piedad como su estilo de vida, porque el justo por la fe vivirá.
=== Los caldeos, quienes reemplazaran a los asirios en cuanto a conquistas y malvadas hegemonías, serían el brazo ejecutor de la Deidad, y él los describe como una nación cruel y presurosa que se siente dueña del mundo, y se aparejara para conquistar y poseer los territorios y las riquezas de todas las naciones, las cuales Dios califica de moradas ajenas, respetando los límites que él mismo les pone a las naciones, entendiéndose como usurpación toda apropiación ilícita, haciendo retornar a las naciones a lo ue fuera su heredad cuando estos imperios se debilitaran, tras haber servido a su propósito. La soberbia de los conquistadores perversos supone para ellos su sentido de justicia y dignidad, no sintiéndose culpables por los crímenes que cometen, y los cautiverios de que hacen objeto a las naciones conquistadas por su capacidad bélica, o su astucia para hacer la guerra, y la caracterización espantosa con la que se movieran como casta dominante. Las almas que no son rectas se enorgullecen hasta el extremo; mas el justo vivirá por su fe en el Dios vivo (Hab.2:4).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/07/2018 MENSAJE # 2621
TODAS LAS COSAS QUE SUFRIERA JERUSALÉN FUERON CONSECUENCIA DE SU DESOBEDIENCIA. DIOS NO SE AGRADA DE VERNOS CAÍDOS O SOMETIDOS POR EL ENEMIGO; PERO SU REPULSA A LA DESOBEDIENCIA Y LA REBELDÍA ES MUCHO MAYOR. BUSQUEMOS AGRADARLE SIEMPRE POR NUESTRA PAZ.
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