LIMA - PERÚ LUNES 16 DE JULIO DEL 2018 MENSAJE # 2611
JUAN 14:10b-14. (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA).
"Las palabras que yo les hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino el Padre, que vive en mí, es quien hace las obras. Créanme que yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí; de otra manera créanme por las obras mismas. De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí. hará también las obras que yo hago; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieren en mi nombre, yo lo haré".
=== Los discursos pascuales, hechos en la intimidad con sus discípulos, nos muestran el carácter de Jesús como el Novio que le solicita tiempo a la Novia, para aparejar todo de modo que puedan vivir juntos como una pareja, en lo que sería su Hogar Eternal. Los versos 1-3 componen la petición matrimonial clásica que hace el varón ante los padres de la mujer que ama, y con quien ha venido a comprometerse pactualmente, asegurándole que en el plazo de dos años -o en el trámite de los mismos- él vendrá por ella, e irán a disfrutar juntos su dicha en la casa que él construirá para compartir su gozo como una unidad binaria. De allí, hay un salto hacia el panorama relacional, en el que el Señor tiene que aclarar ante los discípulos que él es uno con el Padre, y la manifestación visible de la Deidad en forma antropomórfica (Col.2:9-10). Y dependería de nuestro grado de fe en él, que pudieran manifestarse los valores y los poderes que nos adornarían como su extensión a través del cuerpo de Cristo, o la Iglesia de Dios. La interrogante que brota de los labios del Señor, debe ser contestada con palabras y de manera testimonial. Y Jesús les pide que superpongan la imagen del Padre en la individualidad del Hijo, encontrando que no hay diferencia entre los tales, como seres coesenciales, proyectándose el Padre en la imagen y semejanza del Hijo.
=== Y es esto lo que nos lleva a nuestro párrafo. El lenguaje de Jesús está compuesto de las constantes Rhemas del Logos. El Hijo no tiene otro lenguaje, sino que refiere lo que le oye decir al Padre; siendo las obras de éste las que brotan de los dichos y hechos del Señor Jesús. El Señor no se manejaba con "cuentas separadas", sino que exhibía los hechos del Padre con una exacta emulación. El vivir del Padre tenía en las palabras y hechos de Jesús su más genuina expresión. Y lo que antes el Señor le pidiera a la nación judía en general, se lo solicita a sus discípulos. Ellos debían admitir con fe que Jesús estaba en el Padre, y que éste estaba en él, y que la mejor forma de saberlo era por las obras. Santiago referirá que la fe sin obras es muerta en sí misma. Y si nuestras palabras no se muestran como la fe en acción, no somos si no 'letra muerta', o un absurdo 'saludo a la bandera'. Y es de allí, de la perfecta convicción de fe de cada uno de sus discípulos que habrán de manifestarse los hechos divinos a través de los herederos del reino. Si confiamos en aquel que nos habita, esto es en Jesús, podremos ejecutar su mandato con la misma eficacia que él lo hiciera al confiar en el Padre, manifestándose el poder de Dios a su sazón. Es más, lo que el Señor hiciera en su momento, componía las muestras de lo que los hijos del reino ejecutarían para glorificar al Padre y al Hijo con el poder del Espíritu Santo.
=== El Señor nos participa que lo que un día solicitara Eliseo de Elías, era algo lícito; y que nosotros estábamos destinados a las ligas mayores por divina determinación. ¿Por qué sería así? Porque él se iba, dejándonos todo a través de su gracia al decirnos que: "Estas señales seguirán a los que creen en mi nombre: Echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, si bebieren cosa mortífera no los dañará, sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán" (Mr.16:17-18). Luego el Señor nos dice que esto surgirá teniendo como base el contacto pleno con él, ¿cómo así? cuando nos promete que: "Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo". Él nos dijo que si alguien nos rechaza, rechaza al enviante, y si rechaza al enviante, se rechaza a Dios mismo. Porque todos estábamos ligados por la divina asignación: Dios en Cristo, Cristo en nosotros, y nosotros en él. Y sería esa unión indivisible lo que haría posible que todas las cosas llegaran a un buen fin, conforme a su voluntad por las edades. "Si algo piden en mi nombre, YO LO HARÉ" (Jn.14:14).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/07/2018 MENSAJE #2611
"Las palabras que yo les hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino el Padre, que vive en mí, es quien hace las obras. Créanme que yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí; de otra manera créanme por las obras mismas. De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí. hará también las obras que yo hago; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieren en mi nombre, yo lo haré".
=== Los discursos pascuales, hechos en la intimidad con sus discípulos, nos muestran el carácter de Jesús como el Novio que le solicita tiempo a la Novia, para aparejar todo de modo que puedan vivir juntos como una pareja, en lo que sería su Hogar Eternal. Los versos 1-3 componen la petición matrimonial clásica que hace el varón ante los padres de la mujer que ama, y con quien ha venido a comprometerse pactualmente, asegurándole que en el plazo de dos años -o en el trámite de los mismos- él vendrá por ella, e irán a disfrutar juntos su dicha en la casa que él construirá para compartir su gozo como una unidad binaria. De allí, hay un salto hacia el panorama relacional, en el que el Señor tiene que aclarar ante los discípulos que él es uno con el Padre, y la manifestación visible de la Deidad en forma antropomórfica (Col.2:9-10). Y dependería de nuestro grado de fe en él, que pudieran manifestarse los valores y los poderes que nos adornarían como su extensión a través del cuerpo de Cristo, o la Iglesia de Dios. La interrogante que brota de los labios del Señor, debe ser contestada con palabras y de manera testimonial. Y Jesús les pide que superpongan la imagen del Padre en la individualidad del Hijo, encontrando que no hay diferencia entre los tales, como seres coesenciales, proyectándose el Padre en la imagen y semejanza del Hijo.
=== Y es esto lo que nos lleva a nuestro párrafo. El lenguaje de Jesús está compuesto de las constantes Rhemas del Logos. El Hijo no tiene otro lenguaje, sino que refiere lo que le oye decir al Padre; siendo las obras de éste las que brotan de los dichos y hechos del Señor Jesús. El Señor no se manejaba con "cuentas separadas", sino que exhibía los hechos del Padre con una exacta emulación. El vivir del Padre tenía en las palabras y hechos de Jesús su más genuina expresión. Y lo que antes el Señor le pidiera a la nación judía en general, se lo solicita a sus discípulos. Ellos debían admitir con fe que Jesús estaba en el Padre, y que éste estaba en él, y que la mejor forma de saberlo era por las obras. Santiago referirá que la fe sin obras es muerta en sí misma. Y si nuestras palabras no se muestran como la fe en acción, no somos si no 'letra muerta', o un absurdo 'saludo a la bandera'. Y es de allí, de la perfecta convicción de fe de cada uno de sus discípulos que habrán de manifestarse los hechos divinos a través de los herederos del reino. Si confiamos en aquel que nos habita, esto es en Jesús, podremos ejecutar su mandato con la misma eficacia que él lo hiciera al confiar en el Padre, manifestándose el poder de Dios a su sazón. Es más, lo que el Señor hiciera en su momento, componía las muestras de lo que los hijos del reino ejecutarían para glorificar al Padre y al Hijo con el poder del Espíritu Santo.
=== El Señor nos participa que lo que un día solicitara Eliseo de Elías, era algo lícito; y que nosotros estábamos destinados a las ligas mayores por divina determinación. ¿Por qué sería así? Porque él se iba, dejándonos todo a través de su gracia al decirnos que: "Estas señales seguirán a los que creen en mi nombre: Echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, si bebieren cosa mortífera no los dañará, sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán" (Mr.16:17-18). Luego el Señor nos dice que esto surgirá teniendo como base el contacto pleno con él, ¿cómo así? cuando nos promete que: "Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo". Él nos dijo que si alguien nos rechaza, rechaza al enviante, y si rechaza al enviante, se rechaza a Dios mismo. Porque todos estábamos ligados por la divina asignación: Dios en Cristo, Cristo en nosotros, y nosotros en él. Y sería esa unión indivisible lo que haría posible que todas las cosas llegaran a un buen fin, conforme a su voluntad por las edades. "Si algo piden en mi nombre, YO LO HARÉ" (Jn.14:14).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/07/2018 MENSAJE #2611
EN LA MEDIDA EN QUE NUESTRA RELACIÓN CON EL SEÑOR SE HAGA MÁS ÍNTIMA, NUESTRO CORAZÓN DEBE ALBERGAR CADA PALABRA QUE SUS LABIOS PRONUNCIEN, HACIENDO DE ELLO NUESTRO HABER ESPIRITUAL PARA UNA ADECUADA REPRESENTACIÓN. NO LO OLVIDEMOS.
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