AL DEFENDERSE PABLO ANTE EL REY AGRIPA, PONE EN EL TAPETE LA REALIDAD DE UNA VIDA ESPIRITUAL QUE PARA OTROS NO ES MÁS QUE RITUAL O CEREMONIAL, CONVIRTIÉNDOLA EN RELIGIÓN TRADICIONAL; MIENTRAS QUE EN EL CONTEXTO DE LOS JUDÍOS PRACTICANTES REPRESENTABA UNA VIDA PIADOSA QUE SUPUSIERA EL AGRADO DIVINO. LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS TRADICIONALES VAN PERDIENDO SU SAZÓN CON EL TIEMPO, CONVIRTIÉNDOSE EN UNA COSTUMBRE; LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y VERDAD COMPONE UNA SAZÓN QUE CREA PARA TI UN ESTILO DE VIDA DENOMINADO PIEDAD.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 19 DE DICIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 26:1-8.

"Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa: Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante de ti de todas las cosas de que soy acusado por los judíos. Mayormente por cuanto tú conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual te ruego que me escuches con paciencia. Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; los cuales saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos. ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?".

*** Concluidos los prolegómenos del caso, Pablo es invitado cortésmente a asumir su defensa, y a expresarse con libertad, y prudentemente, ya que estaba bajo palabra, e intimado a decir la verdad por cuanto no podría revocar lo dicho. Así, pues, un sereno apóstol, no omite el saludar y honrar a cada uno de los presentes, en especial al rey Agripa, por cuanto él era una persona versada en los usos, tradiciones y costumbres judaicas, y el celo de éstos por su religión; aunque estuvieran presididos por gente de una dudosa y múltiple moral, como ya se mostrara en sus alevosas y forzadas acusaciones.

*** El apóstol se tiene por dichoso de hacer sus descargos ante una persona que debido a su gran conocimiento de la casta judía, y su forma de ser, puede llegar a colegir una perspectiva correcta de lo que se le compartirá. No hay nada mejor que el plano convergente para focalizar el punto de lo que se trata juiciosamente, llegando a una correcta apreciación y a un justo laudo como resultado. Debido al privilegio del que gozara Agripa por todas estas cosas, Pablo solicita que el rey le escuche pacientemente mientras él arma su testimonio en una forma concisa, cual una breve biografía que condensa en cortas palabras toda una vida de dedicación al Padre dentro de un judaico contexto.

*** Pablo describe su vida desde su juventud (típica declaración hebraica en calidad de testimonio), indicando que vivió como fariseo, asumiendo su línea de pensamiento como sectaria, y no en el sentido negativo; sino haciéndolo con orgullo; siendo parte de un grupo religioso altamente riguroso con su accionar y su estilo de vida. La línea de pensamiento que caracterizara a los guardadores de esta forma de entendimiento, legalistas en extremo, gravitó en Pablo con todo lo que ello abarcara doctrinalmente, declarando su confianza en lo tocante a la resurrección como base de su creencia. Ello era lo que hacía de los fariseos un sector singular en el judaísmo de la época.

*** Cada integrante de las doce tribus era enseñado en lo concerniente a la trascendencia de la vida espiritual; la importancia de un testimonio cabal que implicaba una vida irreprensible y de valores prácticos visibles, que los hiciera agradables a Dios, tanto en esta vida como en la venidera; lo que los hacia servir a Dios diurna y nocturnamente durante toda su peregrinación. La declaración de su fe fue rubricada con una interrogante a sus escuchas en lo concerniente a la resurrección; porque ello era el centro de gravedad de la fe judía, y de la fe cristiana quien tuviera en la resurrección del Mesías la certeza de su trascendente realidad.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   19/12/2015