LIMA - PERÚ JUEVES 17 DE DICEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 25:13-22.
"Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo. Y como estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix, respecto al cual, cuando fui a Jerusalén, se me presentaron los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación contra él. A éstos respondí que no es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación. Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo. Yo, dudando en cuestión semejante, le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado de estas cosas. Mas como Pablo apeló para que se le reservase para el conocimiento de Augusto, mandé que le custodiasen hasta que le enviara yo a César. Entonces Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. Y él le dijo: Mañana le oirás".
*** Pasados algunos días Festo recibió la visita de Herodes Agripa II, quien vivía incestuosamente con su hermana Berenice, y que obtuviera el título de rey con una serie de intrigas, siendo asignado por Claudio a la gobernación de toda Judea. Dentro de sus diálogos, Festo contó a Agripa el asunto del apóstol Pablo, narrándole los eventos en forma puntual, y el interés de los judíos por deshacerse de él.
*** Festo, en este diálogo, nos hace conocer la judicatura romana en lo concerniente a la pena de muerte, haciéndoles saber a los mismos que eso no era algo tan ligero como una lapidación pública con el testimonio de dos o tres testigos, que a los acusados le asistían ciertos derechos, y que se les permitía defenderse ante sus acusadores, y hasta no desvanecerse la duda razonable, que favoreciera al reo, no había lugar a tal condenación.
*** Festo declara la presteza que tuviera para juzgar todas estas cosas; y apenas llegó, señaló el día siguiente para hacer justicia al respecto, y señalar su laudo sobre ello. El gobernador quedó grandemente sorprendido cuando el clero judío acusara a Pablo de muchas cosas que no podían probar; y cuando Festo esperaba encontrar algún cargo grave o digno de la pena capital; no encontró nada que ameritara que Pablo estuviese preso, y mucho menos que fuera condenado.
*** Los cargos que contra Pablo se esgrimían eran más de carácter religioso, que político o penal. Para los romanos, el asunto de la resurrección era algo totalmente desconocido; y a Festo todo ello le resultaba la mar de extraño, y extremadamente inaudito y ridículo. La duda, según Festo, le llevó a solicitar a Pablo el ser juzgado en Jerusalén (sabemos que no fue así; pero de alguna forma había que exponérselo a Agripa, no señalando su interés pecuniario y su deseo de congraciarse con los judíos); algo a lo qe el apóstol se negara, pues sabía que en ello le iba la vida, conociendo como conocía a sus correligionarios.
*** La apelación a César, era pues, completamente justificada. Herodes Agripa II experimentó un deseo grande de oír al apóstol; y él tampoco ignoraba lo que pasaba en su reino, y esto le suponía llegar a un mejor entendimiento sobre algo que le llamara mucho la atención: El reino de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 17/12/2015
PABLO FUE ELEGIDO PARA LLEVAR EL EVANGELIO ANTE LOS REYES Y LOS QUE ESTÁN EN EMINENCIA, Y DIOS LE COLOCABA "EN BANDEJA" A LOS TALES PARA QUE LES MINISTRARA Y LES REVELARA LAS BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN. Y ÉL FUE FIEL PARA HACERLO.
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