LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 16 DE DICIEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hecos 25:1-12
"Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después. Y los principales de los sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino. Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en breve. Los que de vosotros puedan, dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este hombre, acúsenle. Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, el siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo. Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar; alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César he pecado en nada. Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio. Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de lo que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A césar apelo. Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a César irás".
*** Dos años habían pasado desde que los judíos intentaron asesinar a Pablo, y éste seguía en custodia romana en Cesarea. Porcio Festo llegó a la provincia, recibió el cargo, y se fue a Jerusalén al tercer día. Al llegar, una comitiva conciliar del clero hebreo lo recibió con bombos y platillos, rogándole que trajera a Pablo a Jerusalén para el juicio pertinente, preparando una emboscada (imaginamos que con otros cuarenta y tantos, porque los otros ninjas murieron de inanición y deshidratación). Los alquilados sicarios acariciaban las empuñaduras de sus dagas, sintiendo el tintineo de las bolsas sacerdotales llenas de las monedas que eran para honrar a Dios, y que significaban su paga como arteros criminales (no mayores que los componentes del clero mismo).
*** El fiasco se dio cuando Festo refirió que él volvería a Cesarea en breve, y que si ellos lo deseaban podían viajar con él para presentar sus acusaciones contra Pablo, con las pruebas del caso. Los quehaceres de Festo lo demoraron por diez días en Jerusalén, tras los cuales viajó a Cesarea; y al día siguiente se sentó en el tribunal para escuchar a los acusadores con sus alegatos, y escuchar también a Pablo, con sus descargos al respecto. El rodear a Pablo para inspirarle temor con su presencia clerical, y la aparente contundencia de sus acusaciones, no arredró al apóstol, quien con sangre fría se defendiera de aquellas causas sin elementos probatorios, faltando, pues, la esencia de lo que hace que un juicio sea pertinente o específico.
*** El caso presentado por los judíos era plenamente inconsistente, írrito e inconstitucional. Y Pablo nos refiere que la triple acusación: (I) Contra la ley de los judíos: (II) Contra el Templo, (que era la habitación divinal); y (III) Contra el César (el poder político imperante); no podían ser probadas, porque eran una farsa montada por la cúpula dirigencial judía. Los hechos, pues, mostraban que el impresionante número de expedientes acusatorios, carecían de fuerza sustancial, e intimaba por un veredicto que lo condenara o lo exculpara, para no seguir en esa absurda dilación, solucionando todo en una forma definitiva, final.
*** El tintineo de las bolsas judías sonó nuevamente, en los oídos de Porcio Festo esta vez, y como dice Lucas: "Queriendo congraciarse con los judíos" (v.9), que era la forma ceremoniosa de recibir chantajes, exhortaba a Pablo a subir a Jerusalén (obsérvese el derecho romano como algo muy preciado, pues la condición de Pablo como preso, no lo eximía de sus derechos, ni del ejercicio de su voluntad particular), para ser juzgado por él. derivando su laudo hasta ese evento en el lugar donde Pablo habría de perecer seguramente.
*** El apóstol, muy claro y preciso en su alegato personal, refirió que estaba ante el representativo tribunal de César, y que en el tal él debía ser juzgado. Dejó sentado también que a los judíos no les había hecho agravio, refiriendo: "Como tú sabes muy bien" (v.10b). Con ello, Pablo daba a entender muy fehacientemente que toda esta patraña judicial no debía sufrir más demoras. A continuación participa que si él era culpable de algo digno de muerte, no se negaba a ser condenado a la pena capital. Pero que si nada de lo que se dijera contra él era real, no tenía por qué ser entregado en manos de los judíos, y apeló a la suprema instancia: A César. Y después de consultar con el consejo, Festo le dijo que iría donde César, siendo necesario viajar a Roma para ello. "A César irás".
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/12/2015.
*** El fiasco se dio cuando Festo refirió que él volvería a Cesarea en breve, y que si ellos lo deseaban podían viajar con él para presentar sus acusaciones contra Pablo, con las pruebas del caso. Los quehaceres de Festo lo demoraron por diez días en Jerusalén, tras los cuales viajó a Cesarea; y al día siguiente se sentó en el tribunal para escuchar a los acusadores con sus alegatos, y escuchar también a Pablo, con sus descargos al respecto. El rodear a Pablo para inspirarle temor con su presencia clerical, y la aparente contundencia de sus acusaciones, no arredró al apóstol, quien con sangre fría se defendiera de aquellas causas sin elementos probatorios, faltando, pues, la esencia de lo que hace que un juicio sea pertinente o específico.
*** El caso presentado por los judíos era plenamente inconsistente, írrito e inconstitucional. Y Pablo nos refiere que la triple acusación: (I) Contra la ley de los judíos: (II) Contra el Templo, (que era la habitación divinal); y (III) Contra el César (el poder político imperante); no podían ser probadas, porque eran una farsa montada por la cúpula dirigencial judía. Los hechos, pues, mostraban que el impresionante número de expedientes acusatorios, carecían de fuerza sustancial, e intimaba por un veredicto que lo condenara o lo exculpara, para no seguir en esa absurda dilación, solucionando todo en una forma definitiva, final.
*** El apóstol, muy claro y preciso en su alegato personal, refirió que estaba ante el representativo tribunal de César, y que en el tal él debía ser juzgado. Dejó sentado también que a los judíos no les había hecho agravio, refiriendo: "Como tú sabes muy bien" (v.10b). Con ello, Pablo daba a entender muy fehacientemente que toda esta patraña judicial no debía sufrir más demoras. A continuación participa que si él era culpable de algo digno de muerte, no se negaba a ser condenado a la pena capital. Pero que si nada de lo que se dijera contra él era real, no tenía por qué ser entregado en manos de los judíos, y apeló a la suprema instancia: A César. Y después de consultar con el consejo, Festo le dijo que iría donde César, siendo necesario viajar a Roma para ello. "A César irás".
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/12/2015.
HABRÁ UN MOMENTO EN QUE EL PUEBLO DE DIOS SE HALLE FRENTE A SUS DETRACTORES Y ACUSADORES, HABIENDO DE ENFRENTARLOS EN LOS TRIBUNALES, DONDE SE DIRIMEN LAS MULTAS, PRISIONES Y CONDENAS A MUERTE, POR LO QUE SE HAYA HECHO. PABLO ESTUVO PREPARADO PARA PRESENTAR DEFENSA DE SU FLUIR TESTIMONIAL, DEFENDIÉNDOSE CONSTITUCIONALMENTE DE LAS ACUSACIONES HEBREAS, Y SALVANDO SU INTEGRIDAD AL APELAR A CÉSAR COMO ÚLTIMA INSTANCIA. EL PADRE AVALÓ SU DETERMINACIÓN.
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