LIMA - PERÚ LUNES 07 DE DICIEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 22:17-26.
"Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. Yo dije: Señor ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba la ropa de los que le mataban. Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles. Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra al tal hombre, porque no conviene que viva. Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas, y lanzaban polvo al aire, mandó el tribuno que le metiesen en la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él. Pero cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar un ciudadano romano sin haber sido condenado? Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano".
*** Habiendo terminado el testimonio de su conversión al evangelio, y después de algunas peripecias, el apóstol volvió a Jerusalén, y mientras oraba en el templo de donde lo habían sacado, le sobrevino un éxtasis (un arrobo espiritual que suspende momentáneamente el plano meramente natural, y te contacta con la divina esfera en un plano célico-pedestre), y en esa condición es que Dios se contacta con sus siervos (Hch.10:10), y les revela algunas cosas sobre su futuro, y las crisis que habrá de enfrentar, anticipando el hecho.
*** Aunque nos asombre el hecho, Dios respeta la torpeza e intolerancia de aquellos que él ama y quiere salvar (Lc.9:54-56). Ya que su venida ha sido de paz, y con un propósito salvífico mediante la gracia, el Señor dispone su corazón para sobrellevar esta crisis, y envía a sus siervos a otra ciudad (Mt.10:23-24). La salida de Pablo, de la ciudad jerosolimitana era urgente, y ni siquiera el prontuario paulino podría hacer pensar a aquellos necios en una forma distinta. El rechazo a Dios y su testimonio componía parte de lo que soberanamente ya Yahweh había considerado.
*** Aunque Pablo se afanara en comentarle a Dios todos sus hechos, y también a los asistentes a este momento precioso para compartir el reino, el Padre le dio a Pablo testimonio de la terca y dura obstinación que gobernara las mentes de los judíos en este tiempo en particular. La mención de lo que fuera su participación en el crimen religioso de Esteban el díácono (que todos aplaudieran como un atenuante en la sinceridad del judío de Tarso), no bastó para que aquella demencial multitud cambiara su actitud; antes la azuzó. Cuando mencionó su comisión hacia los gentiles, todo se borró, y el odio y la iracundia judía volvió como un tsunami, solicitando la muerte del osado fariseo ex-discípulo de Gamaliel.
*** La reacción de la multitud, con gritos, arrojamiento de sus ropas, y lanzar polvo al aire, le hizo ver al tribuno que dejar hablar a Pablo no fue lo mejor, y que había vuelto a azuzar a la gente con sus palabras testimoniales (Al parecer el tribuno no dominaba el idioma judío, o percibió que Pablo no le había dicho todo en lo referente a su persona y a sus delitos contra los judíos), ordenando que lo llevaran al interior de la fortaleza y que lo obligaran a hablar a punta de azotes, buscando esclarecer el por qué este hombre causaba esta reacción que tenía sabor a sedición en esta multitud que se cuidaba de no ir más allá de una protesta pueblerina, para no ser atacados por el ejército allí acantonado.
*** Esta vez el apóstol no quiso soportar los latigazos romanos, que eran más duros e inhumanos que el de los judíos, e hizo una apelación como ciudadano romano, pues tal derecho le asistía; y ojo con la reacción del centurión y del mismo tribuno cuando supieron esto. Recordemos que Pablo era una persona versada en las leyes romanas, y ningún ciudadano romano podía ser flagelado, maltratado o encarcelado, sin sentencia previa. Esto intimidaría al mismo tribuno, como lo hizo con el centurión. Este problema estaba cobrando otros matices. No fue un buen día para el tribuno, como tampoco lo fuera para Pablo, quien seguramente exhibía algunos rasguños y golpes que la violencia de la multitud le causara frente al templo.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/12/2015
LA TAN TEMIDA CONFRONTACIÓN CON EL PUEBLO JUDÍO, Y LA ENTREGA DE PABLO EN MANOS GENTILES SE HABÍA CUMPLIDO, CONFORME A LAS PROFECÍAS QUE PABLO RECIBIERA ANTES DE LLEGAR A ESTA CIUDAD; Y PABLO CON UNA SERENIDAD PASMOSA, ENFRENTA TODO ELLO CON TODAS SUS CAPACIDADES, ESPIRITUALES Y NATURALES (COMO CIUDADANO ROMANO), CONFIANDO EN EL SEÑOR EN TODO TRANCE. SI ALGÚN DÍA NOS TOCA ENFRENTAR ALGO ASÍ, ¿GUARDAREMOS NUESTRA VERTICALIDAD, Y CONFIAREMOS EN EL SEÑOR PLENAMENTE?
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