LIMA - PERÚ SÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 27:35-44.
"Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer. Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también.Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis. Y ya satisfechos, aligeraron la nave, echando el trigo al mar. Cuando se hizo de día, no reconocian la tierra, pero veían una ensenada que tenía playa, en la cual acordaron varar, si pudiesen, la nave. Cortando, pues, las anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del timón, e izada al viento la vela de proa, enfilaron hacia la playa. Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la popa, hincada quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar. Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando. Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió ese intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra".
*** La serenidad de Pablo contrastaba con la incertidumbre de aquellos que tripulaban la nave y después de darles nuevas esperanzas respecto a su sino, oró por los alimentos dando gracias a Dios en forma pública, y procedió a comer. Los demás, como cautivados por una súbita esperanza, comieron también, recordándonos Lucas el número de los cuitados en aquel barco. Y el médico amado nos dice que comieron hasta saciarse, y que, previsivos, tiraron todo el trigo que los podría sustentar al mar, aligerando la nave. Todo, pues, debía quedar definido en aquel día para todos los presentes.
*** Llegada la mañana, se hizo visible la isla adonde habían llegado a la distancia. Los marineros expertos, oteando el horizonte, buscaban un lugar donde pudieran varar la nave, y al ver una ensenada (parte de mar entre dos cabos), hacia allá se dirigieron prestamente. Cortando las anclas, las abandonaron en el mar; y desamarrando el timón, izaron la vela de proa al viento, enfilando hacia la playa ¿Se había equivocado el apóstol al profetizar que se perdería la nave? Si encallaban, ya se vería cómo la reparaban, así que la profecía paulina había sido cierta sólo en un cincuenta por ciento. ¿Será?
*** Pero dando en un lugar de dos aguas, encalló la nave mucho antes de llegar. Al quedar hincada la nave en la proa ésta quedó inmóvil, y el violento oleaje fue abriendo la popa, partiéndola y fragmentándola. En esas circunstancias los soldados romanos decidieron matar a los presos, para evitar las fugas que les hubieran costado la vida (¿Recuerdan al carcelero de Filipos en Hechos 16:28? Si se les escapaba un solo prisionero, su vida no valía nada, prefiriendo el "honorable suicidio", antes que una corte marcial y una ejecución pública).
*** Es aquí donde el centurión Julio, que ya mirara a Pablo como alguien muy singular, decidió salvar su vida, arriesgando la de él y sus subordinados, ordenando que los que sabían nadar, ganaran la orilla los primeros; y los que no, se asieran de alguna tabla o de alguna cosa de la nave que los mantuviera a flote, pudiendo ponerse a salvo. Y la gracia divina permitió que aquellas doscientas setenta y seis personas llegaran a tierra ilesas, según lo dicho por el apóstol. ¡Abba es así!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 26/12/2015
Y ASÍ COMO PABLO LES PROFETIZARA A TODOS LOS TRIPULANTES DE LA NAVE, LLEGÓ EL DÍA EN QUE HUBO QUE CONFRONTAR LA REALIDAD, Y TODO LO QUE SE HIZO PARA CAMBIAR EL PANORAMA PROFÉTICO FUE IMPEDIDO, Y LA MANO DE DIOS CERTIFICÓ TODO LO DICHO POR PABLO, PALABRA POR PALABRA, LLEVANDO A TODOS A SALVO A LA ISLA DE MALTA. 1TE ALABAMOS ABBA!
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