martes, 8 de diciembre de 2015

LA ACLARACIÓN HECHA POR PABLO SOBRE SU CIUDADANÍA ROMANA, LO EXIMIÓ DE MAYORES MALTRATOS. HACER USO DE NUESTROS DERECHOS CONSTITUCIONALES, NO ES UN PECADO. PABLO FRENTE AL CONCILIO RECIBIRÁ TEMPRANAMENTE LA PREDISPOSICIÓN DEL ÁNIMO DEL TAL MEDIANTE LA BOFETADA QUE EL SUMO SACERDOTE ORDENARA PROPINARLE. PERO NADA ARREDRABA A ESTE TITÁN DE DIOS, APROVECHABA CADA OPORTUNIDAD PARA SER UN TESTIGO DEL SEÑOR, Y EXTENDER LA BUENA NUEVA DE SU GRACIA IMPARTIDA.

LIMA - PERÚ MARTES 08 DE DICIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 22:27-23:5.

"Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano romano? Él dijo: Sí. Respondió el tribuno: yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento. Así que, luego se apartaron de él los que le iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano, también tuvo temor por haberle atado. Al día siguiente, queriendo saber de cierto la causa por la cual le acusaban los judíos, le soltó de las cadenas, y mandó venir a los principales sacerdotes y a todo el concilio, y sacando a Pablo, le presentó ante ellos. Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy. El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los eue estaban junto a él, que le golpeasen en la boca. Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear? Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo".

*** El informe del centurión al tribuno, respecto a la ciudadanía romana de Pablo, lo consternó profundamente. Él también conocía las leyes romanas, y su participación; con todo y haber rescatado a Pablo de entre la multitud enfervorizada; no le daba autorización para tratar a un ciudadano romano del modo que lo estaba haciendo; ello era un delito imperdonable, y una mancha en su foja de servicios, afrontando la destitución de su cargo, y hasta un castigo muy duro para él. Así, que, sin pensarlo más, fue adonde estaba Pablo atado con correas para ser flagelado, y le pidió la información pertinente, a lo que Pablo contestó con una afirmación. El tribuno indagó más, arguyendo que él había adquirido la ciudadanía con una cantidad muy grande de dinero; a lo que Pablo replicó, que él lo era de nacimiento. Así el naturalizado romano hubo de reconocer los derechos que le asistían al ciudadano original, sintiéndose sumamente preocupado, pues cuando se hicieran las indagaciones del caso, él podría salir muy mal parado ante las autoridades del imperio, enfrentando serios cargos por su irrespeto a la condición del acusado, quien podía acusarlo formalmente por abusar de su autoridad.

*** Los sádicos verdugos, con sus ojos llenos de inquietud, tuvieron que guardarse las ganas de descargar sus frustraciones contra el condenado, pensando en la posibilidad de recibir un castigo por haber atado aquel ciudadano romano, componiendo parte del delito de abuso contra él. El tribuno, que sentía que este asunto se le escapaba de las manos, y que se ponía cada vez más peliagudo, convocó un careo con los principales sacerdotes y todos los componentes del concilio. Y Pablo fue sacado para los efectos del caso, confrontando a sus acusadores y maltratadores, para saber con exactitud el por qué aconteció el tumulto que fuera sofocado el día anterior.

*** Aquí, Pablo se dirige a la gente del concilio. Y comenzando con los rigores del panorama testimonial personal, alega que había vivido conforme al orden divinal en su relación vertical, refiriendo su calidad irreprensible como judío practicante. Y el sumo sacerdote, haciendo gala de una petulancia contraescritural, ordena abofetear a Pablo en la boca, considerándolo mentiroso y blasfemo, sin haberlo oído. El apóstol asumió este gesto y este golpe como una injusticia clerical, algo totalmente ajeno a la conducta que debe guardarse en una reunión conciliar, por lo cual lo objetó públicamente, y le dirigió uno de los calificativos más terribles, con el que el Señor Jesús estigmatizara a los representantes de la cúpula dirigencial hebraica (Mt.23:27-28), señalando a continuación lo que la ley reglamenta sobre el plano conciliar, en el que debería primar un profundo respeto, y una disposición para escuchar con detalle cada una de las declaraciones, buscando arreglar las cosas del modo mejor y más conveniente para ambas partes.

*** Todos los presentes consideraron el exabrupto de Pablo como una injuria grave al sumo sacerdote, algo que podía castigarse con la muerte; pero no asumieron el ver la inconducta clerical como un pecado infraterno, e igual de maligno, mostrando la disposición de su ánimo para condenar, y no para hacer un justo juicio, que era lo que Dios exigía de cualquier juez israelita. ¡Puntos de vista del fanatismo religioso! A continuación el apóstol se disculpó, pues él no sabía que aquél era el sumo sacerdote; no porque lo que él dijera fuera falso, sino porque el susodicho no estaba vestido en una forma distintiva. Pablo, pues, respetó la investidura y la elección; pero su juicio sobre la negativa actitud que deshonrara al sanedrín y a él mismo quedó muy grabado en la mente y los corazones de aquellos que se suponían justos y mejores que el discípulo de Gamaliel. Su señalamiento de la palabra respecto al respeto y veneración que debiera mostrarse al sumo sacerdote, era algo entendido por él (Éx.22:28).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   08/12/2015


1 comentario:

  1. PABLO, EL CIUDADANO ROMANO, SUPO HACER RESPETAR SUS DERECHOS EN CALIDAD DE TAL, ENSEÑÁNDONOS A NOSOTROS QUE DEBEMOS HACER PESAR NUESTROS DERECHOS COMO CIUDADANOS NATURALES Y ESPIRITUALES, SIN SENTIRNOS MAL POR ELLO. TU DERECHO A SER BENDECIDO, SANADO, PROSPERADO Y UTILIZADO POR EL SEÑOR SON ASIGNACIONES QUE DEBES RECORDAR, PARA HACERLAS RESPETAR ANTE DIOS Y LOS HOMBRES.

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