LA LLEGADA DE PABLO A ROMA NO TUVO MÁS PERCANCES, DÁNDOSE EL LUJO DE HACER UNA CONVENCIÓN EN PUTEOLI DE UNA SEMANA, TRAS LO CUAL LLEGARÍA HASTA EL FORO DE APIO Y LAS TRES TABERNAS; DONDE FUERA CONFORTADO AL VER A TANTOS HERMANOS AGUARDÁNDOLE CON TODO EL AFECTO QUE DESEARA SU CORAZÓN. LA CITACIÓN A LOS PRINCIPALES DE ENTRE LOS JUDÍOS, PARA ACLARAR LA RAZÓN DE SU PRESENCIA EN ROMA EN CALIDAD DE PRESO POR CAUSA DE LOS JUDÍOS JEROSOLIMITANOS, QUIENES NUNCA INFORMARAN NADA CON RESPECTO AL APÓSTOL.

LIMA - PERÚ   LUNES 28 DE DICIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 28:11-18.

"Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos el segundo día a Puteoli, donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma, de donde, oyendo de nosotros los hermanos, saliendo a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase. Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuviesen reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; los cuales habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa digna de muerte".

*** Luego de tres meses, invernando en Malta, y gozando de la hospitalidad de Publio y su gente, llegó el momento de la partida hacia Roma. Una nave alejandrina con la enseña de los gemelos Cástor y Pólux, llevó a todos hacia Roma. Llegados  Siracusa, en Sicilia, reposaron allí tres días. De allí, viajaron pegados a la costa hasta llegar a Regio (la punta de la bota del mapa italiano); y de allí, un par de días después llegaron a Puteoli, donde había una congregación que le rogara a Pablo que se quedaran por siete días, algo a lo cual el centurión Julio asintió, dándose una convención en aquella localidad de modo inesperado y glorioso, tras lo cual fueron a Roma (esto último ya por tierra, desde Puteoli hasta allí).

*** Cuando los hermanos de Roma supieron que Pablo había llegado, salieron a recibirlo al Foro de Apio y las Tres Tabernas, regocijándose el apóstol al ver toda esa multitud aguardando por él, recobrando el ánimo al sentirse al fin en contacto con la familia de Dios. Julio, el centurión entregó a todos los presos que habían custodiado hasta ese día al prefecto militar, mas a Pablo le permitieron vivir aparte con un solo custodio a su cargo, hasta que su causa llegara al César.

*** Tres días después, Pablo citó a los principales de entre los judíos, revelando el por qué de su estadía en Roma en esas condiciones: 

(I) No había hecho nada en contra del pueblo judío; 

(II) No había obrado en contra de las costumbres y tradiciones de los padres; pero 

(III) Había sido entregado preso en manos de los romanos por los judíos de Jerusalén.

(IV) Siendo examinado por los romanos, y no hallando en él delito alguno, le iban a dar suelta;

(V) El clero judío se opuso a su liberación;

(VI) No le quedó otra a Pablo que apelar a César en su calidad de ciudadano romano.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   28/12/2015