LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 23 DE DICIEMBRE DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 27:4-12.
"Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios. Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia. Y hallando allí el centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella. Navegando muchos días despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido, porque nos impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón. Y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuico y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas. Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó también zarpar de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí".
*** Cuando se viaja en un barco de vela, es preciso acomodarse a los vientos, buscando ventajas y seguridad. La estudiada lentitud inicial buscaba la preservación de sus cargas y pasajeros, máxime si los vientos son contrarios, como era el caso. Debido a ello, los barcos de la época viajaban muy cerca de las costas, tanto por seguridad como por aprovisionamiento. Así, pues, aquella nave proveniente de Adramitio tocaría los puertos del Asia menor, y atravesando el mar llegaron hasta Mira, tras haber observado ante ellos Cilicia y Panfilia. Aquella zona de Licia les permitió captar una nave alejandrina que se dirigía a Italia, embarcándose en ella.
*** Los vientos seguían siendo contrarios, y el viaje se tornó muy pesado durante largos días, y llegar hasta Gnido les costó un triunfo, siempre cerca de las costas, con un feroz viento contrario. Siempre a sotavento, y muy lentamente, llegaron hasta la costa sur de Creta, a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca de la ciudad de Lasea. Esa fue una larga y tensa espera, y el Yom Kippur, o Fiesta del Perdón, o la Expiación pasó durante ese lapso; y Pablo, haciendo uso de su función profética; percibía que la navegación sería muy peligrosa, y que era ;preferible evitar ese riesgo, por las cosas que él visualizaba por el Espíritu, exponiéndose todos si la navegación continuaba, y el futuro cercano proponía perjuicios y pérdidas, así de la nave como del cargamento, y sus respectivas vidas, invitándolos a reflexionar, y tomar una sabia decisión que evitara todo ello.
*** El centurión, como el encargado de todo ello, escuchando la voz de la experiencia; tanto del piloto como del capitán de la nave; desoyó al apóstol, y al plano revelacional pertinente que Dios le compartiera para evitar riesgos innecesarios. Así, pues, definidos por la experta marinería, y porque el puerto no era lo más recomendable para invernar allí, decidieron zarpar, bordeando la isla intentando llegar hasta Fenice, de clima más benevolente para tolerar el invierno, al otro lado de la isla.
*** Hasta llegar a este lado de la isla de Creta, Buenos Puertos, los expertos navegantes habían manifestado su nivel de practicidad, y su conocimiento de los vientos. Pero cuando asoma el nivel profético para advertir sobre las posibles consecuencias, negativas en todo plano; esa aparente veteranía tomó los consejos de Pablo como algo que la inexperiencia y el temor solían expresar en tiempos críticos. Pero "los que sabían", asumían los riesgos, acallando la voz divina por su aparente desconocimiento de los hechos, ¡qué petulancia!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/12/2015
*** Los vientos seguían siendo contrarios, y el viaje se tornó muy pesado durante largos días, y llegar hasta Gnido les costó un triunfo, siempre cerca de las costas, con un feroz viento contrario. Siempre a sotavento, y muy lentamente, llegaron hasta la costa sur de Creta, a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca de la ciudad de Lasea. Esa fue una larga y tensa espera, y el Yom Kippur, o Fiesta del Perdón, o la Expiación pasó durante ese lapso; y Pablo, haciendo uso de su función profética; percibía que la navegación sería muy peligrosa, y que era ;preferible evitar ese riesgo, por las cosas que él visualizaba por el Espíritu, exponiéndose todos si la navegación continuaba, y el futuro cercano proponía perjuicios y pérdidas, así de la nave como del cargamento, y sus respectivas vidas, invitándolos a reflexionar, y tomar una sabia decisión que evitara todo ello.
*** El centurión, como el encargado de todo ello, escuchando la voz de la experiencia; tanto del piloto como del capitán de la nave; desoyó al apóstol, y al plano revelacional pertinente que Dios le compartiera para evitar riesgos innecesarios. Así, pues, definidos por la experta marinería, y porque el puerto no era lo más recomendable para invernar allí, decidieron zarpar, bordeando la isla intentando llegar hasta Fenice, de clima más benevolente para tolerar el invierno, al otro lado de la isla.
*** Hasta llegar a este lado de la isla de Creta, Buenos Puertos, los expertos navegantes habían manifestado su nivel de practicidad, y su conocimiento de los vientos. Pero cuando asoma el nivel profético para advertir sobre las posibles consecuencias, negativas en todo plano; esa aparente veteranía tomó los consejos de Pablo como algo que la inexperiencia y el temor solían expresar en tiempos críticos. Pero "los que sabían", asumían los riesgos, acallando la voz divina por su aparente desconocimiento de los hechos, ¡qué petulancia!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 23/12/2015
ESTE VIAJE DEL APÓSTOL, EN CALIDAD DE PRISIONERO ROMANO, SE CONVERTIRÍA EN UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE, Y UNA CLARA MANIFESTACIÓN DE LA PROVIDENCIA DIVINA A FAVOR DEL APÓSTOL Y DE LOS QUE VIAJABAN CON ÉL HASTA LA CAPITAL DEL IMPERIO, PARA SER ATENDIDO Y JUZGADO POR CÉSAR.
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