EN CIRCUNSTANCIAS TAN CRÍTICAS, COMO EN LAS QUE PABLO SE HALLABA, HIZO ÉSTE GALA DE UNA GAMA DE RECURSOS QUE INDICABAN SU SANGRE FRÍA, PRODUCTO DE LA CONFIANZA QUE LE INSPIRARAN SU LLAMAMIENTO, Y LAS PROMESAS DIVINAS HECHAS PARA ÉL EN HECHOS 9, LAS CUALES AÚN NO SE CUMPLÍAN. LAS CONVICCIONES FARISAICAS NOS SON DECLARADAS AQUÍ; ASÍ COMO LA INCREDULIDAD DE LOS SADUCEOS, HIPOTÉTICA MANO NEGRA DE DIVINO CUÑO.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 09 DE DICIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 23:6-11.

"Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga. Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas. Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios. Y habiendo grande disensión, el tribuno, temiendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevaron a la fortaleza. A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma".

*** El apóstol Pablo, haciendo uso de todos sus recursos (a nivel judaico esta vez), observaba atentamente a la gente en el concilio, y se percató de que había dos facciones entre ellos: Los fariseos, y los saduceos. Muy estratégicamente buscó dividir los ánimos de los tales al identificarse como un fariseo de segunda generación. Con la cortesía que el caso exigía, se dirigió a los presentes con una ligadura fraterna que los identificara a todos como judíos, y a renglón seguido presentó su ponencia, aduciendo ser fariseo, e hijo de fariseo; y luego bosquejó su presencia ante el concilio por causa de su fe, y de su esperanza mesiánica, y su certeza de la resurrección de los muertos (refiriéndose a la de Jesús de Nazaret de modo concreto).

*** Debido a su afirmación, basado en su ponencia doctrinal, y su forma de creerle a Dios, cada fariseo presente en la reunión, como impulsados por un resorte personal y colectivo, se puso de pie, y señaló su disposición para ponerse a favor del apóstol, asumiendo su inocencia, y la certeza de su vocación más allá de toda duda: ¡Todos los fariseos no vamos a estar equivocados sobre  nuestro modo de pensar, y de asumir la obediencia a la Tora sobre la base revelacional en su conjunto! ¡Exigimos el respeto y la consideración de los meros racionalistas radicales que componen el sector saduceo! Lo que les había permitido vivir en aquella koinonía nominal era la mutua tolerancia, manteniendo cada grupo su panorama perimetral, y su espacio religioso basado en sus particulares convicciones. 

*** Así lo hacen hoy los creyentes que asumen que la intervención del Espíritu Santo, con el ejercicio de los dones, caducó el siglo I; que del ministerio quíntuplo, ya se desfasaron los dos primeros; y que la divina intervención acontece "a la muerte de un obispo"; y de aquellos que consideran que la Palabra de Dios sigue vigente en todo su contexto neotestamentario; por eso estamos divididos en sectas, denominaciones, facciones y fracciones que siguen siendo el rompe cabezas que denominamos el cuerpo de Cristo, aunque lo contrario sea lo que se muestra al mundo.

*** Lucas nos aclara que la fe de los saduceos, que se creen la extensión del poder divino en forma humana, haciendo y deshaciendo a diestra y siniestra, mostrando su poder hegemónico en donde estén mediante siniestras maquinaciones, logias, los jesuitas, el club Bilderberg, los iluminattis, etc.; y el plan judío-masón para la conquista de la tierra, que nos traerá al Anticristo, la Bestia, el falso profeta y el Dragón, triada maldita que se describe en el Apocalipsis. Pero de eso nos ocuparemos en otra oportunidad. Los saduceos arguyen que no hay resurrección (entonces tampoco Cristo habría resucitado), ni ángel (no hay según ellos un servicio de orden angelical que sirva al Padre dentro de sus esferas, y a nosotros en la nuestra, como dice Hebreos 1:14); ni espíritu (éstos son bipartitos, absolutamente naturales, terrenales y diabólicos). ¿Qué era Dios para estos tipos? ¿Una idea abstracta? ¿Una fuerza que tenía en ellos su expresión? ¡Qué la fuerza no esté con ellos! ¡Ay, Padre!

*** Los fariseos de un lado, y los saduceos del otro, se asieron de Pablo, jalándolo de un lugar a otro. Los primeros dictaron su sentencia, absolviendo al apóstol de toda acusación, asumiendo que cualquier cosa que se hiciera en contra de él equivaldría a resistir a Dios. Los incrédulos saduceos, asesinos y fanáticos, no querían "soltar prenda". jalando a Pablo para darle algunas "caricias" antes de matarlo. El tribuno, previendo un descuartizamiento, y no pudiendo atacar de modo directo a los representantes del pueblo hebreo, ordenó a los soldados rescatar a Pablo, y que lo llevaran a la fortaleza. Para el tribuno esto era una historia de nunca acabar. Cada vez que Pablo hablaba, se armaba un lío de impredecibles consecuencias.

*** Ya en la fortaleza, y durante el trámite de su descanso físico, el Señor se le presentó para darle las directivas a seguir, y de cómo habría de testificar también en Roma; colocando en el apóstol una tremenda expectativa.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  09/12/2015