sábado, 2 de enero de 2016

NUESTRO TEMA ANTERIOR, CONSIDERÓ LO QUE JESÚS ERA Y CREARA PARA MANTENER EL CONTROL DE TODO LO CREADO; ESTA PORCIÓN, NOS MOSTRARÁ CÓMO ÉL ESTÁ LIGADO A NOSOTROS, Y NOSOTROS A ÉL, PARA PODER CUBRIR TODO EL PANORAMA HISTÓRICO Y PROFÉTICO A NIVEL CRONOLÓGICO, REUNIENDO CIELO Y TIERRA EN UN SOLO PANORAMA REDENTIVO. TANTO EL CIELO COMO LA TIERRA SE MOSTRABAN AFECTADOS DURANTE EL TRÁMITE DEL SACRIFICIO DE CRISTO EN LA CRUZ DEL CALVARIO. LO QUE PASÓ ALLÍ, ES DECLARADO AQUÍ EN UNA ESPEC'ÍFICA MENCIÓN, COMO VEREMOS MÁS ADELANTE.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 02 DE ENERO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE COLOSENSES.

Colosenses 1:18-20.

"Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia: por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz".

*** La subsistencia de todo lo creado, por el fluir de la vida impartida por el Verbo divino, implicaba una sazón y un destino; y por supuesto, una representación a nivel terrestre en la que aquella gloria subliminal pudiera hallar una identidad, y esa es: La Iglesia del Dios viviente. Por eso Pablo continúa con ese punto, arguyendo que Jesucristo es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, ocupando el lugar más alto en todos los sentidos, poseyendo en sí misma el plan y el propósito que hallará en los corazones de sus asociados el eco de su pensar, y la disposición que hace del cuerpo una unidad maravillosa que se mueve y activa al conjuro de su línea pensante, siendo el tronco y las extremidades los encargados de manifestar su sentir y pensar llevándolos a la acción pertinente, haciendo la voluntad de Dios y agradándole en todo.

*** Al decir que él es el Principio, nos revela que aquello que lo antepusiera estaba en el corazón del Padre, en el plano eternal, como algo que correspondería a la cronología humana, y que después compartiría con él un sentido y un sino trascendente, allende los tiempos prefijados en la eternidad pasada. Como el primogénito de entre los muertos, nos habla de la facultad genérica de la resurrección, pues todas las personas que volvieron a la vida en épocas pasadas, y antes de que él saliera de la tumba como Primogénito de entre los muertos, fueron revivificadas; no resucitadas. 

*** Mientras que la Resurrección propone una nueva vida genérica que no puede ya más morir (Lc.20:36); la revivificación, te retorna a la vida natural, y puedes volver a morir, como ocurrió con cada uno de los revivificados. Para que no haya posibilidad de controversia alguna, hemos de decir que las personas que resucitaron con Jesús el día de resurrección (la fiesta del Nuevo Grano), lo hicieron porque el Señor les comunicó la nueva vida genérica; y no fue la tierra el lugar de su hábitat, sino la gloria del Padre; llevándose el Señor consigo la cautividad, mientras dejaba su capa, cual moderno Elías (y daba dones a los hombres), según Efesios 4:8.

*** (V.18) Era, pues, el deseo del Padre, en este contexto, que Jesús tuviera en todo la preeminencia, vale decir, que él estuviera por encima y delante de todos los demás mostrando su naturaleza sui géneris. (V.19) La plenitud de la que Pablo nos habla aquí, abarca el valor absoluto de una panacea, una fuente de la que todo brota, acusando una originalidad acorde con aquello que la creara, y la dispensara dentro de la cronología humana. Aquello que el Padre quería hacer, estaba ya contenido en el Hijo en una forma seminal, dispuesto para aparecer en las edades en los tiempos y sazones prefijadas por el Padre.


*** El vértice donde la voluntad de Dios confluía generacional y genéricamente era la persona del Hijo, formando un ángulo en el que lo celeste y lo pedestre se hacían uno, abarcando todo y a todos. Aquella paz lograda mediante la sangre de su cruz, satisfacía la justicia divina, y daba al género humano la posibilidad de redención; implicaba el término de una edad, y el inicio de otra, por aquella cresta divisoria que marcara la historia de modo indeleble AC / DC.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   02/01/2016

1 comentario:

  1. CADA DETALLE DE LO QUE PABLO NOS COMPARTE EN ESTE PASAJE MUESTRA LA GLORIA DE DIOS CONO EL BAGAJE ESPIRITUAL QUE CARACTERIZA A LA IGLESIA EN EL CONTEXTO DE LA PRESENTE EDAD, MOSTRANDO TODO AQUELLO DE LO QUE DIOS LA PREMUNIERA PARA CUBRIR SU PLAN Y SU PROPÓSITO.

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