martes, 19 de abril de 2016

EL AUTOR SAGRADO NOS CONDUCE DE LA MANO PARA ENTENDER LOS VALORES SACRIFICIALES EN SU EXACTA DIMENSIÓN, ESTABLECIENDO LA DIFERENCIA ENTRE LO TRANSITORIO Y LO ETERNAL, LLEVANDO NUESTRA FE A SU CLÍMAX AL EXPLICARNOS CÓMO LLEGA A SER QUITADO EL PECADO POR EL SACRIFICIO VICARIO DE JESÚS EN LA CRUZ DEL CALVARIO.

LIMA - PERÚ  MARTES 19 DE ABRIL DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO SOBRE EL LIBRO A LOS HEBREOS

Hebreos 10:1-3

"Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados".


*** Tras haber abordado en el capítulo anterior el valor de las cosas representativas y pasajeras del antiguo pacto, y evidenciar el valor eterno del sacrificio vicario de Jesús en la cruz del Calvario, y también el asunto de la purificación que implica nuestra dignidad ante el Padre, e insistir que este solo sacrificio era suficiente para satisfacer la justicia divina y purificar nuestras conciencias, y ubicarnos en el contexto de lo que él aprueba y le agrada, se proyectó hasta la segunda venida y nuestra reunión con él como el centro de nuestra esperanza de salvación y vida eterna. Ahora, él redundará en el aspecto de la conciencia y la perfección en los hijos de Dios que al entender su panorama espiritual consideran la necesidad de dedicarse a Dios en espíritu, alma y cuerpo, como la única forma de estarle agradecidos por siempre, dando fe de ser uno con él en principios y prácticas por su estilo de vida al conformarse a la piedad.

*** El aspecto relacionado con los valores representativos, y el tiempo real, donde vivimos por gracia, donde las obras buenas son hechas de un modo espontáneo por la naturaleza inherente que ya los hubiera integrado al plan divinal de una manera global y específica. No nos sentimos ya coaccionados, sino que obramos complacidos, entendiendo el núcleo de la voluntad divina en la que vivimos, nos movemos y somos, estando incursos según la realidad de una unidad binaria. Así, pues, la ley misma, disponía del uso de las sombras, hasta que la realidad se hiciera presente en la corriente del tiempo la imagen que la proyectara. Carente, pues de la imagen real, los sacrificios NUNCA PODÍAN HACER PERFECTOS A LOS QUE ASÍ SE ACERCABAN A DIOS.

*** Si la perfección se hubiera dado por esas prácticas cultuales, sus conciencias no se hubieran sentido culpables nunca más; porque el mal hubiera sido erradicado, y no solo corregido momentáneamente, o escondido temporalmente; hasta volver a verse expuesto por la inconstancia de los impulsos contenidos, vencidos por el instinto que los hiciera apetecer el mal nuevamente. Una sana inconsciencia del pecado, porque fuera borrado definitivamente de nuestra mentalidad, construiría una ética nueva en conformidad con la línea de acción divina, y nos haría contemplar la vida misma desde la perspectiva del Padre y de sus planes, comiendo del árbol de la vida, que nos otorgará el discernimiento del bien y del mal en su dimensión exacta, rechazando lo que Dios rechaza, y promoviendo lo que a él le agrada. Los que llegan a ser limpios de una vez, carecen de conciencia de pecado, desapareciendo éste de su orbe ético.

*** ¿Dónde, pues, está el problema? En el recuerdo anual, que los hace más conscientes de sus crisis pendulares, que de la realidad de haber sido restablecidos tras haber sido perdonados. Es conveniente recordar que el perdón puede darse muchas veces; la redención, una sola, la misma que como un agujero negro lo absorbe todo dentro de sí para erradicarlo de la dimensión que antes ocupara, hacia otra: "Sin relación con el pecado" (He.9:28). A contnuación se nos advierte que la sangre de los toros y los machos cabríos (expiación anual de Levítico 16) NO PUEDEN QUITAR (este es el meollo del asunto) LOS PECADOS. Mientras que no se erradique la fuente de los pecados, que es el pecado (así en singular), en su esencialidad, todo lo que se obtiene es una disculpa; y no REDENCIÓN. Entre el cubrir temporalmente (ese es el significado real de la expiación), y el QUITAR EL PECADO (arrancándolo de raíz), hay una enorme diferencia. Lo veremos mañana.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  19/04/2016

1 comentario:

  1. LOS QUE ESTAMOS VIVAMENTE INTERESADOS EN COMPRENDER TODO AQUELLO QUE DIOS HA HECHO POR NOSOTROS, TENDREMOS UNA FE QUE RIME CON EL TESTIMONIO DEL DIVINO OBRAR, Y AL ENTENDER LA CALIDAD DE NUESTRO COMPROMISO CON LA DEIDAD, ASUMIREMOS EL CONDUCIRNOS MUY SERIA Y CIRCUNSPECTAMENTE TODO EL TIEMPO DE NUESTRA PEREGRINACIÓN.

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