viernes, 22 de abril de 2016

NUESTRA ANTIGUA FORMA DE SENTIR Y DE PENSAR DEBE SER DESECHADA, HABIENDO DE ACEPTAR NUESTRA CONDICIÓN EN EL SEÑOR COMO GENTE DE DIGNIDAD Y HONOR REGIOS QUE MERECE ESTAR EN LA PRESENCIA DE DIOS Y EN EL PLANO DE SU INTIMIDAD

LIMA - PERÚ  VIERNES 22 DE ABRIL DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS

Hebreos 10:19-25.

"Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más cuando veis que aquel día se acerca".

*** Teniendo la invitación extendida para que nos presentemos ante el Señor con toda confianza, pues ya la sangre del pacto ha sido ofrecida y aceptada por el Padre, y se nos ha comunicado la anuencia de la Deidad para recibirnos en su comunión célico-pedestre; el autor nos exhorta a accesar al Lugar Santísimo, arguyendo que el camino que él califica de nuevo y vivo, debe ser observado a su sazón, considerando el cuerpo del Señor Jesús como una puerta dimensional que nos permite tener entrada a la esfera del Padre (recordemos que el sumo sacerdote llevaba en el pecho el pectoral con las doce piedras con los nombres de las doce tribus grabadas en él, indicando que a través suyo toda la nación israelita tenía acceso a Dios en un plano de completa aceptación, algo que también refiere Efesios 1:6).

*** El Señor, pues, nos manifiesta su aceptación de un modo abierto, dando a entender que a partir de ese momento todas son ventajas para los redimidos. En su compañía, pues, como sumo sacerdote sobre la casa de Dios (la cual somos nosotros), somos invitados a acercarnos con un corazón abierto y honesto, sin doblez alguna, sin encubrimientos; en plena certeza sobre la realidad de lo que hemos oído y asimilado y se ha constituido en nuestra fe; teniendo nuestras conciencias purificadas de cualquier acusación personal o ajena, sabiéndonos integrados por los principios y las actitudes, estando intrínsecamente limpios, habiendo sido lavados nuestros cuerpos mortales con agua pura, pues el aseo es solicitado en nuestra condición tripartita, para una comunión excelente con el Padre.

*** Habiendo atendido al área de nuestra total limpidez como hijos amados, nuestra comunión de origen celeste debe también reflejarse en la esfera pedestre en la misma confluencia genérica, y es por eso que el autor añade que DEBEMOS MANTENER FIRME Y SIN FLUCTUAR LA PROFESIÓN (CONFESIÓN) DE NUESTRA ESPERANZA. La confesión inicial nos permitió el contacto con el Señor para penetrar en la comunión celestial; pero el mantenerse en ella es una carga a la que somos llamados, expresando nuestra voluntad de persistir en ello para que la progresiva santificación llegue a su total culminación, constituyéndonos así en herederos plenos de nuestras regias aspiraciones. En este nivel, los movimientos oscilatorios deben haber cesado, y nuestra confianza en el Señor debe haberse maximizado.

*** El amor fraternal hará su aparición en la forma de ayuda solidaria, convirtiéndonos en un ejemplo a seguir, a alguien que estimula a los demás con su esfuerzo constante, y sus éxitos en el Señor, motivando a otros en el mismo sentido, haciendo notorio que el bien obrar trae frutos a su sazón. De aquí el autor pasa a considerar el ausentismo y la dejadez como pecados recurrentes que deben desaparecer como usos, costumbres o hábitos en los irresolutos, haciendo uso del recurso de la exhortación (alentar, encaminar, inducir) a seguir en la línea de acción que nos concientiza acerca de nuestro encuentro con él en cualquier momento.



EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  22/04/2016

1 comentario:

  1. TODOS LOS PASOS INHERENTES A LA COMUNIÓN CÉLICO-PEDESTRE SE HAN DADO, Y EL ACCESO A LA ESFERA DIVINAL PERMANECE ABIERTO EN EL CONTEXTO DE LA DIVINA ACEPTACIÓN DE TODOS NOSOTROS EN CRISTO JESÚS. POR FIN LA COMUNIÓN CON EL PADRE ES UNA REALIDAD QUE NOS HACE SENTIR PLENAMENTE FUNDIDOS CON ÉL EN PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS.

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