LIMA - PERÚ JUEVES 28 DE ABRIL DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS
Hebreos 11:6-9.
"Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa".
*** La conjunción adversativa del inicio busca alertarnos sobre el hecho de la imposibilidad del agrado divinal si carecemos de fe, es decir, de la oportuna declaración oficial sobre los hechos en relación con las pretensiones del Padre. La información que él nos concede (la fe viene por el oír, según Ro.10:17), y que nosotros creemos; deja de ser privilegio divino solamente, dándonos la capacidad de manejar el plano trascendente, porque lo revelado es nuestro para siempre durante todas nuestras generaciones, de modo que cumplamos las palabras de la ley (Dt.29:29). Los que nos acercamos a Dios, lo hacemos sobre la base de que él existe, que es real, que es fiel y que es galardonador de quienes lo buscan. Él no puede ser agradado si lo miramos como una remota posibilidad, como uno de tantos supuestos dioses que podrían favorecernos en tiempos de crisis; y es solamente cuando nuestra fe a lo que dijo y a quién es nos impulsa en línea recta a la adoración, la alabanza, la veneración y la obediencia incondicional a su ordenación, que todo se cristaliza, solidificándose en la tercera dimensión con los insumos existentes en la cuarta, premiando el Creador-Redentor nuestra certidumbre en la presente esfera.
*** Al proseguir en el plano histórico-profético, marca un nuevo hito ante nosotros, y se refiere a Noé, quien tuviera una vida quieta siendo perfecto en sus generaciones, y que al igual que Enoc, CAMINARA CON DIOS también; hasta que la tierra se corrompiera y estuviera llena de violencia, y la maldad subió de punto al extremo, y Dios decidió el fin de todo ser, comisionando a Noé y su prole para la construcción de un arca en que su casa se salvase. Tal advertencia llegó con ciento veinte años de anticipación, y aunque nada hacía preludiar que la referencia divina se pudiera dar, Noé puso manos a la obra, convirtiendo su casa en un astillero, y construyendo un arca en la que la misericordia divina hallara su máxima expresión preservadora. Aquella fe sui-géneris le hacía saber a un mundo bajo condenación que la advertencia divina era real, y se ejecutaría indefectiblemente. Y el patriarca Noé se hizo heredero de la justicia que viene por la fe. Recordemos que la promesa es la que nos garantiza la herencia, y cuando interactuamos con el Señor sobre la base de lo revelado, se forja la realidad redentiva y trascendente.
*** El salto cronológico, nos lleva hasta Abraham, el patriarca de los judíos, y padre de nuestra fe, revelando su llamado por el Señor, sin más orientación que la certeza de la buena voluntad divina para con él y su estirpe. Dios le reveló la heredad que tenía para él, y sin más, Abraham salió tras ello. ¿Han notado el plano paradójico que tiene la fe, y como ésta se sumerge en el ámbito divino haciéndolo suyo, desplazándose a sus anchas en él? ¡Eres maravilloso, Padre! El plano revelacional se debe sujetar al orden temporal dispuesto por la Deidad. Por eso el autor añade que Abraham moró en la tierra que se le había prometido como un extranjero, y nunca se apresuró a hacerle reclamos al Padre basado en su impaciencia, y las dos siguientes generaciones también lo hicieron así. morando en tiendas junto con el que tenía la promesa. Aunque nuestro espíritu humano tiene la clara consciencia de todo el poder que en él Dios ha hecho reposar, sabe aguardar por el tiempo oportuno, según Dios, para obrar en consecuencia y obtener óptimos resultados.
*** El proceso santificador incluye la transformación y la conformación (Abraham, Isaac, Jacob), para forjar su memorial (Éx.3:15). De modo análogo, nuestro espíritu, alma y cuerpo tienen que dar fe de que Dios lo habita integralmente (1Ts.5:23), para que santificados en él, percibamos y recibamos nuestra herencia en el plano trascendente. Nuestra existencia en este plano dimensional ha de avanzar hasta alcanzar plenitud, no perdamos, pues, el dinamismo de nuestro accionar, manteniendo firme y sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 28/04/2016
LA NATURALEZA DE LA FE POSEE FORMAS VARIOPINTAS, Y SEGÚN LAS NECESIDADES QUE TENGAN QUE CUBRIRSE EN EL CONTEXTO DE LAS EDADES, APARECERÁN ANTE NOSOTROS EN LA JUSTA MEDIDA Y EXACTA PORPORCIONALIDAD PARA EJECUTAR LA VOLUNTAD SOBERANA DEL PADRE SEGÚN LO PROGRAMADO.
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