sábado, 23 de abril de 2016

LOS QUE HAN HECHO UNA DECISIÓN DE FE, SON AQUELLOS QUE ESTÁN PERSUADIDOS QUE LA SALVACIÓN QUE DIOS LES OFRECÍA ERA UN HECHO REAL, COMPROMETEDOR, EFECTIVO E INELUDIBLE, Y GUSTARON DEL DON CELESTIAL, DEBEN HABER COMPROBADO QUE SU METABOLISMO, TRAS INGERIRLO, ESTÁ ACTUANDO EN ELLOS, DESPERTÁNDOLOS PROGRESIVAMENTE A SU RELACIÓN CÉLICO-PEDESTRE. Y ASÍ COMO LA NATURALEZA DIABÓLICA HIZO SU EFECTO EN ADÁN; ASÍ TAMBIÉN LA NATURALEZA SANTA Y PURA DE NUESTRO SEÑOR HACE SU EFECTO EN NOSOTROS AL PERMITIR QUE LA TRINA ACCIÓN OPERE PARA LA GLORIA DE DIOS.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 23 DE ABRIL DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS 

Hebreos 10:26-27.

"Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios".

*** Tras mostrarnos paso a paso lo que la gracia de Dios hizo por nosotros, mediante el sacrificio del Señor como el Cordero de Dios, satisfaciendo la justicia divina, y dándonos una posición legal como herederos de la gloria a través de una vida sobrenatural, la cual, mientras mantengamos nuestra línea de acción como tales, observará los refrendos celestiales a cada paso de nuestro peregrinar en obediencia; no dejando de interceder por nosotros hasta que la perfección haya llegado a su plenitud. La solemne advertencia del v.23 nos confirma la voluntad divina acerca de nuestro servicio fraterno y solidario, y la necesidad de mantenernos juntos para la progresión correcta y pertinente, a fin de que obtengamos su aceptación y pertenencia.

*** Nadie puede argüir que pecó involuntariamente si ha entendido el plano relacional y revelacional en el que ha sido llamado a andar e identificarse. La instrucción oportuna por parte del ministerio quíntuplo habrá mostrado a cabalidad las bases del orden divinal en el que la iglesia de Dios ha de caminar hasta alcanzar el nivel glorioso de los herederos de Dios. Y será en esa condición que el autor sagrado propondrá lo que viene a continuación, atentos:

a) "Porque si pecáremos voluntariamente (deliberadamente)".- El ejercicio de nuestra voluntad implica una determinación del corazón, involucrando el pensar y el sentir, rindiéndose al impulso instintivo de lo que la carne apetece y lo que la imaginación paladea anticipadamente, cediendo a la tentación porque así lo definimos.

b) "Después de haber recibido el conocimiento de la verdad".- La palabra CONOCER lleva la implicancia hebraica del significado, que es la cópula entre marido y mujer, haciéndose uno para sellar su pacto matrimonial y traer su progenie; hablamos aquí de una unidad binaria pactual e indivisible. No es, pues, el "haber oído desatentos"; o "el estar pasando por ahí"; o el "no imaginé las consecuencias"; sino un hecho basado en nuestra libre determinación, lo que incluye nuestra más absoluta responsabilidad, entendiendo las consecuencias.

c) "Ya no queda más sacrificio por los pecados".- Obsérvese que no dice: "sacrificios" (plural, refiriéndose a los mismos en un sentido general o simbólico); sino: "sacrificio" (singular, refiriéndose al nuevo pacto dada su unicidad irrepetible). El Señor, con su sacrificio sustitutivo, terminó para siempre con nuestra ligadura adámica, uniéndonos con su resurrección a la nueva naturaleza en Cristo, la cual ha de presidir nuestra vida espiritual, afectando nuestro plano anímico y físico en un nuevo estilo de vida (Ef.2:4-10; Col.2:6; 1Jn.2:6).

d) "Sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios".- El autor plantea que nuestra realidad espiritual no admite la naturaleza apóstata, como una posibilidad basada en el plano repetitivo de los antiguos sacrificios que eran algo representativo, y que "podían repetirse" para el recobro del israelita desobediente, hasta que llegara el tiempo de reformar todo ello con un plano realista, único e irrepetible, que no admite "vuelta de hoja". Aquello que vemos o imaginamos en lo inherente a la justicia divina, no debe ser mirado con indiferencia, sino con un temor reverencial, dado que lo que Dios Padre estableció se mantiene firme e inalterable en cuanto a los valores eternos. El hervor de fuego es mencionado como consecuencia de haber sido juzgados (Jn.3:18), castigando definitivamente a los opositores (jupenantios=adversario, contrario, tenaz enemigo), que es el término que aquí se usa.

*** Recordemos que entre la proclamación de la independencia peruana en 1821, y la realidad de la misma al evitar la reconquista española en el combate del 2 de Mayo cuarenticinco años más tarde, hubo un largo trecho; pero la realidad confesada al inicio se hizo notoria por el valor de nuestros compatriotas, quienes no se dejaron avasallar nuevamente por la violencia enemiga, y definieron colaborar consigo mismos manteniendo firme y sin fluctuar su vocación del principio. De modo análogo, nuestro Redentor se convierte en Intercesor en las fases críticas que atravesamos; no haciendo algo adicional, pues ya no cabía; sino manteniendo nuestro equlibrio hasta alcanzar la total plenitud en espíritu, alma y cuerpo; diciéndonos: "Une tu voz a mi voz para gritar que triunfamos".

*** Somos llamados a abandonar el plano decadente en el que hemos venido actuando, siendo urgidos a asumir nuestra responsabilidad como hijos de Dios y santos elegidos, desechando todo lo inherente a la vida antigua, dándole a la vida emergente y ascendente la libertad para actuar; y eso solamente se logrará con la renovación de nuestro entendimiento, después de haber presentado nuestros cuerpos en un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, entendiendo nuestro culto racional, siendo testigos de nuestro proceso transformador, enajenándonos de toda influencia secular, y viendo cómo la buena voluntad divina alcanza su cubrimiento al haber perfeccionado a cada uno de sus santos en una forma que lo agrada perennemente.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   23/04/2016

1 comentario:

  1. HABIENDO EXPLICADO TODO LO INHERENTE AL VALOR DE NUESTRA SALVACIÓN, EL AUTOR PIDE QUE NO ECHEMOS POR LA BORDA TODO LO QUE SE NOS HA DADO POR GRACIA. AUNQUE LA SALVACIÓN LLEGA HASTA NOSOTROS GRATUITAMENTE, EL PADRE SE ENCARGÓ DEL COSTO TOTAL DE LA MISMA. NO PODEMOS SER TAN OBCECADOS COMO PARA MENOSPRECIAR LA DIVINA DÁDIVA. LA EXACTA VALORACIÓN DE LO QUE HEMOS RECIBIDO NOS LLEVARÁ DE LA MANO HASTA LA GLORIA MISMA. EL PADRE AGUARDA POR NOSOTROS, LA VIDA DEL HIJO NOS IMPULSA HACIA NUESTRA HERENCIA, Y EL ESPÍRITU SANTO ESTÁ CUIDANDO DE QUE OBTENGAMOS LA PROMESA AL SANTIFICARNOS PROGRESIVAMENTE. ¡BENDITA TRINIDAD!

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