LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 20 DE ABRIL DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS
Hebreos 10:4-10.
"Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad. Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre".
*** El autor sacro refiere que todos los sacrificios simbólicos se limitaban a cubrir o tapar de la vista los pecados; pero NO LOS DESAPARECÍAN NI ELIMINABAN; es decir: NO LOS QUITABAN DEFINITIVAMENTE ¿Por qué? Porque no podían hacerlo, pues no fueron diseñados para el caso, ellos solamente apuntaban a una realidad que habría de cumplirse en el contexto histórico, conforme a la voluntad soberana del Padre. Por eso el candelabro tenía seis brazos y una caña central. Los tres primeros representaban su fluir con la humanidad y la nación escogida; la caña central, nos habla de la primera venida y del sacrificio de Jesús en la cruz; y la aparición de los tiempos postreros, implicando los dos mil años de gracia (recogiendo a los gentiles, y reuniéndolos en la iglesia junto con los judíos redimidos) y el milenio del reinado con Cristo, pasando después al plano eternal.
*** La entrada al mundo del Señor tiene que ver con este arreglo hecho en la intimidad del acuerdo trino:
(a)"Sacrificio y ofrenda no quisiste".- Ni la muerte de los animales en forma sustitutiva, ni las ofrendas que postulaban darle a Dios alguna satisfacción, fueron cosas que estuvieran en el corazón de Dios de inicio,e indicaban la falla de los seres humanos en esa área específica).
(b) "Mas me preparaste cuerpo".- Esta perspectiva implicaba aquello que satisfaría a Dios en su plano relacional con sus escogidos. Para eso Jesús cobró forma antropomórfica, y produjo el cuerpo de Cristo como su realidad corporativa compuesta de muchos miembros (1Co.12:12, 18, 27).
(c) "Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron".- El holocausto era la ofrenda totalmente quemada que era para la entera satisfacción del Padre (nadie comía de ella); que es un tipo de Romanos 12:1-2; y las expiaciones eran dos sacrificios, uno para Azazel que era llevado al desierto, llevando los pecados de toda la congregación, y arrojado de algún monte escarpado para evitar su retorno al campamento; y el otro era sacrificado en holocausto a Dios, promoviendo de este modo la total limpieza ceremonial en todo el pueblo. Pero todo esto no satisfacía al Dios vivo y verdadero, esperando que lo simbólico se hiciera tangible en el tiempo.
*** Entendiendo la divina insatisfacción, el Verbo se hizo carne, para que al ser sacrificado por nosotros, satisfaciera la justicia divina, apareciendo para deshacer las obras del diablo. Nótese que el mismo Cordero de Dios se ofrece para agradar al Padre del único modo que podía hacerlo: HACIENDO SU VOLUNTAD, y esto era algo que ya estaba escrito en el Salmo 40:6-8. Y es aquí donde el hagiógrafo explica que todos los órdenes sacrificiales ordenados según la ley, no obtienen la total aceptación por parte del Padre; hay la necesidad de un NUEVO PACTO, el cual precisaba de un sacrificio que cubriera las divinas expectativas. Así, al decir: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad;
*** Y es en esa voluntad, cubriendo a la perfección la voluntad de Dios, que NOSOTROS FUIMOS SANTIFICADOS, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Cabe acotar que en los versos 6 y 8 se habla de PECADO (en singular, hablando de la naturaleza pecaminosa inherente en el ser humano, y no de sus frutos, que son los pecados, como la consecuencia de la maldad que morara en nosotros por la caída); y eso es lo que el sacrificio vicario ataca, destruye y despoja plenamente, disponiendo la santificación como aquel impulso vital que buscará el agrado divinal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/04/2016
*** La entrada al mundo del Señor tiene que ver con este arreglo hecho en la intimidad del acuerdo trino:
(a)"Sacrificio y ofrenda no quisiste".- Ni la muerte de los animales en forma sustitutiva, ni las ofrendas que postulaban darle a Dios alguna satisfacción, fueron cosas que estuvieran en el corazón de Dios de inicio,e indicaban la falla de los seres humanos en esa área específica).
(b) "Mas me preparaste cuerpo".- Esta perspectiva implicaba aquello que satisfaría a Dios en su plano relacional con sus escogidos. Para eso Jesús cobró forma antropomórfica, y produjo el cuerpo de Cristo como su realidad corporativa compuesta de muchos miembros (1Co.12:12, 18, 27).
(c) "Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron".- El holocausto era la ofrenda totalmente quemada que era para la entera satisfacción del Padre (nadie comía de ella); que es un tipo de Romanos 12:1-2; y las expiaciones eran dos sacrificios, uno para Azazel que era llevado al desierto, llevando los pecados de toda la congregación, y arrojado de algún monte escarpado para evitar su retorno al campamento; y el otro era sacrificado en holocausto a Dios, promoviendo de este modo la total limpieza ceremonial en todo el pueblo. Pero todo esto no satisfacía al Dios vivo y verdadero, esperando que lo simbólico se hiciera tangible en el tiempo.
*** Entendiendo la divina insatisfacción, el Verbo se hizo carne, para que al ser sacrificado por nosotros, satisfaciera la justicia divina, apareciendo para deshacer las obras del diablo. Nótese que el mismo Cordero de Dios se ofrece para agradar al Padre del único modo que podía hacerlo: HACIENDO SU VOLUNTAD, y esto era algo que ya estaba escrito en el Salmo 40:6-8. Y es aquí donde el hagiógrafo explica que todos los órdenes sacrificiales ordenados según la ley, no obtienen la total aceptación por parte del Padre; hay la necesidad de un NUEVO PACTO, el cual precisaba de un sacrificio que cubriera las divinas expectativas. Así, al decir: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad;
se establece que lo primero sea quitado para establecer esto último.
*** Y es en esa voluntad, cubriendo a la perfección la voluntad de Dios, que NOSOTROS FUIMOS SANTIFICADOS, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Cabe acotar que en los versos 6 y 8 se habla de PECADO (en singular, hablando de la naturaleza pecaminosa inherente en el ser humano, y no de sus frutos, que son los pecados, como la consecuencia de la maldad que morara en nosotros por la caída); y eso es lo que el sacrificio vicario ataca, destruye y despoja plenamente, disponiendo la santificación como aquel impulso vital que buscará el agrado divinal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/04/2016
EL AUTOR HA RECORRIDO CADA ASPECTO QUE SE RELACIONA CON LOS SACRIFICIOS ARQUEOTESTAMENTARIOS Y SU SIMBOLISMO, Y SU VALOR EXTENSIVO EN LA CORRIENTE DEL TIEMPO; HASTA QUE TODO FUERA REFORMADO, CUBIERTO, CUMPLIDO Y ESTABLECIDO BAJO NUEVOS CÁNONES. LO NEOTESTAMENTARIO ERA LA REALIDAD PREFIGURADA QUE, HECHA REALIDAD EN EL CONTEXTO DE LA VOLUNTAD DIVINAL, CONFIGURA EL ETERNO VALOR DE LA GRACIA EN NOSOTROS.
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