LIMA - PERÚ MARTES 16 DE MAYO DEL 2017 MENSAJE # 1756
ESDRAS 4:24.
"Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia".
=== Aquella gente que fuera transportada a la tierra de Israel; como parte de su estrategia para un dominio largo sobre sus cautivos, cambiando sus ubicaciones geográficas, mentales y sentimentales; hasta hacerlos perder su identidad; al saber que se reedificaría la ciudad de Jerusalén, plantearon a los restauradores que ellos les ayudarían, porque también buscaban al Dios de Israel -entre tantos otros a los que veneraran paganamente-, y queriendo ser parte de la historia israelita, se vieron frustrados en su intento de "colarse" entre los escogidos del Señor para forjarse una historia. Recordemos que mucha gente extranjera salió con los judíos de Egipto, y que más tarde les significaron un tropiezo, porque sus intereses no eran los mismos que los del pueblo elegido, los que estuvieran ligados a una promesa ya cuatricentenaria, y de una ligadura pactual con el patriarca Abraham, y con Isaac y Jacob, los hombres del memorial. Aquella singularidad, debía de mantenerse, permaneciendo ajenos a toda mezcla de paganismo. Su respuesta, la que podríamos juzgar de grosera ante la buena voluntad de los gentiles que buscaran una alianza que el Padre no planteara, no fue hecha con elegancia; pero sí con exactitud programática, expresada por Yahweh, y también por el decreto del rey Ciro, quien obedeciera a las divinas instancias, dando testimonio de que Yahweh le había dado el dominio sobre el mundo conocido entonces. Interpretada por los gentiles intrusos como un rechazo a su buena voluntad, mostraron lo que había en sus corazones, dedicándose a trabar la edificación del templo y de la ciudad jerosolimitana, de allí que fueran identificados por el cronista como los enemigos de Judá y de Benjamín (Esd.4:1).
=== La negativa de los dirigentes israelitas, para ser ayudados, y posiblemente después verse controlados por el paganismo de los extranjeros que se hubieran convertido en los locatarios, hizo que estos reaccionaran del modo más hostil, intimidando a los israelitas de inicio para que su accionar fuese cancelado; después procedieron a sobornar a los consejeros que tenían autoridad sobre aquella región para frustrar así la reedificación de la casa de Dios, haciéndolo así por muchos años; acusándolos maliciosamente ante los reyes que sucedieran a Ciro, hurgando en el pasado de la nación hebraica, y buscando todos los errores que condujeran a su expulsión de la tierra prometida... ¡Qué no te extrañe que el enemigo haga hoy lo mismo que hizo desde el principio, con su arma más formidable: LA ACUSACIÓN! ¿Qué es lo que el enemigo hace con nosotros cuando cometemos alguna transgresión? Nos acusa, nos hace sentir culpables, e indignos de estar en la presencia de Dios, manteniéndonos en un estado de impureza que imaginamos eterna, y que nunca será perdonada por Dios, haciendo que nos alejemos instintivamente de él, temiendo el castigo, e ignorando voluntariamente su invitación al arrepentimiento. El enemigo busca que nos identifiquemos con él en su trágica condición, ya que los ángeles que cayeron no recibieron redención porque ésta no se preparó para ellos, sino para la descendencia de Abraham (He.2:16). Recuerda, amado hermano: "El que encubre sus pecados no prosperará (no seguirá adelante yendo de menos a más hasta alcanzar su objetivo); mas el que los confiesa (los exhala, los reconoce, y se duele de ello) y se aparta (desecha la posibilidad de seguir viviendo permitiendo que aquella gangrena lo pudra y consuma) alcanzará misericordia (será perdonado, recibido y restaurado)" (Pr.28:13).
=== Los enemigos de Israel no buscaban impedir que los judíos siguieran viviendo en su tierra, su objetividad era que Yahweh no presidiera sus vidas, y por eso el templo dejó de edificarse, y se dedicaron a edificar sus casas y a prosperar, sin que Dios fuera el fundamento de sus bendiciones, y la razón de su existir como pueblo suyo. Así, al perder su identidad como pueblo de Dios, sería más fácil contaminarlos, haciendo que la toxicidad del paganismo los llenara de su "smog", haciendo de Mammón (las riquezas, la prosperidad pecuniaria, la dicha material, algo que le es ofrecido a la cristiandad de hoy, y que ellos buscan con increíble ansiedad), y que el Padre tuviera que extraerlos de su mundo falaz reduciendo su provisión ordinaria, trayendo la sequía y el desabastecimiento, hasta que la terca Israel se diera por entendida, hasta tener que levantar al profeta Hageo y a Zacarías, hijo de Iddo para despertar el espíritu de restauración en los restauradores (disculpen la ironía de esta frase), y se reactivase el motivo por el cual ellos dejaran el exilio de setenta años, y volvieran a la tierra de promisión gratuitamente por el decreto del rey Ciro, el cual les daría la tranquilidad para reedificar el templo y la ciudad, porque la ley de Media y de Persia no podía ser revocada. ¿Qué nos hace pensar que las leyes divinas sí se pueden revocar? No amados. Tenemos una gran comisión que ha de ser ejecutada por todos los que han sido llamados, escogidos y fieles, y que tiene que ser llevada a cabo en nuestra generación, y por todos nosotros, los beneficiarios de su gracia.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/05/2017 MENSAJE # 1756.
ESDRAS 4:24.
"Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia".
=== Aquella gente que fuera transportada a la tierra de Israel; como parte de su estrategia para un dominio largo sobre sus cautivos, cambiando sus ubicaciones geográficas, mentales y sentimentales; hasta hacerlos perder su identidad; al saber que se reedificaría la ciudad de Jerusalén, plantearon a los restauradores que ellos les ayudarían, porque también buscaban al Dios de Israel -entre tantos otros a los que veneraran paganamente-, y queriendo ser parte de la historia israelita, se vieron frustrados en su intento de "colarse" entre los escogidos del Señor para forjarse una historia. Recordemos que mucha gente extranjera salió con los judíos de Egipto, y que más tarde les significaron un tropiezo, porque sus intereses no eran los mismos que los del pueblo elegido, los que estuvieran ligados a una promesa ya cuatricentenaria, y de una ligadura pactual con el patriarca Abraham, y con Isaac y Jacob, los hombres del memorial. Aquella singularidad, debía de mantenerse, permaneciendo ajenos a toda mezcla de paganismo. Su respuesta, la que podríamos juzgar de grosera ante la buena voluntad de los gentiles que buscaran una alianza que el Padre no planteara, no fue hecha con elegancia; pero sí con exactitud programática, expresada por Yahweh, y también por el decreto del rey Ciro, quien obedeciera a las divinas instancias, dando testimonio de que Yahweh le había dado el dominio sobre el mundo conocido entonces. Interpretada por los gentiles intrusos como un rechazo a su buena voluntad, mostraron lo que había en sus corazones, dedicándose a trabar la edificación del templo y de la ciudad jerosolimitana, de allí que fueran identificados por el cronista como los enemigos de Judá y de Benjamín (Esd.4:1).
=== La negativa de los dirigentes israelitas, para ser ayudados, y posiblemente después verse controlados por el paganismo de los extranjeros que se hubieran convertido en los locatarios, hizo que estos reaccionaran del modo más hostil, intimidando a los israelitas de inicio para que su accionar fuese cancelado; después procedieron a sobornar a los consejeros que tenían autoridad sobre aquella región para frustrar así la reedificación de la casa de Dios, haciéndolo así por muchos años; acusándolos maliciosamente ante los reyes que sucedieran a Ciro, hurgando en el pasado de la nación hebraica, y buscando todos los errores que condujeran a su expulsión de la tierra prometida... ¡Qué no te extrañe que el enemigo haga hoy lo mismo que hizo desde el principio, con su arma más formidable: LA ACUSACIÓN! ¿Qué es lo que el enemigo hace con nosotros cuando cometemos alguna transgresión? Nos acusa, nos hace sentir culpables, e indignos de estar en la presencia de Dios, manteniéndonos en un estado de impureza que imaginamos eterna, y que nunca será perdonada por Dios, haciendo que nos alejemos instintivamente de él, temiendo el castigo, e ignorando voluntariamente su invitación al arrepentimiento. El enemigo busca que nos identifiquemos con él en su trágica condición, ya que los ángeles que cayeron no recibieron redención porque ésta no se preparó para ellos, sino para la descendencia de Abraham (He.2:16). Recuerda, amado hermano: "El que encubre sus pecados no prosperará (no seguirá adelante yendo de menos a más hasta alcanzar su objetivo); mas el que los confiesa (los exhala, los reconoce, y se duele de ello) y se aparta (desecha la posibilidad de seguir viviendo permitiendo que aquella gangrena lo pudra y consuma) alcanzará misericordia (será perdonado, recibido y restaurado)" (Pr.28:13).
=== Los enemigos de Israel no buscaban impedir que los judíos siguieran viviendo en su tierra, su objetividad era que Yahweh no presidiera sus vidas, y por eso el templo dejó de edificarse, y se dedicaron a edificar sus casas y a prosperar, sin que Dios fuera el fundamento de sus bendiciones, y la razón de su existir como pueblo suyo. Así, al perder su identidad como pueblo de Dios, sería más fácil contaminarlos, haciendo que la toxicidad del paganismo los llenara de su "smog", haciendo de Mammón (las riquezas, la prosperidad pecuniaria, la dicha material, algo que le es ofrecido a la cristiandad de hoy, y que ellos buscan con increíble ansiedad), y que el Padre tuviera que extraerlos de su mundo falaz reduciendo su provisión ordinaria, trayendo la sequía y el desabastecimiento, hasta que la terca Israel se diera por entendida, hasta tener que levantar al profeta Hageo y a Zacarías, hijo de Iddo para despertar el espíritu de restauración en los restauradores (disculpen la ironía de esta frase), y se reactivase el motivo por el cual ellos dejaran el exilio de setenta años, y volvieran a la tierra de promisión gratuitamente por el decreto del rey Ciro, el cual les daría la tranquilidad para reedificar el templo y la ciudad, porque la ley de Media y de Persia no podía ser revocada. ¿Qué nos hace pensar que las leyes divinas sí se pueden revocar? No amados. Tenemos una gran comisión que ha de ser ejecutada por todos los que han sido llamados, escogidos y fieles, y que tiene que ser llevada a cabo en nuestra generación, y por todos nosotros, los beneficiarios de su gracia.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/05/2017 MENSAJE # 1756.
AUNQUE LA CARNE RELIGIOSA PRETENDA QUE ESTÁ AYUDÁNDONOS A EDIFICAR NUESTRA VIDA ESPIRITUAL, SÓLO INTENTA PERPETUARSE EN NOSOTROS PARA NO VERSE COMPLETAMENTE DESECHADA. CUANDO TÚ TE MUEVAS QUERIENDO HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, ELLA OFRECERÁ SU PARTICIPACIÓN, PERO SÓLO SERÁ PARA ESTORBARNOS E IMPEDIRNOS, PORQUE EL EGO NO ABDICA ASÍ NOMÁS DE SUS PRETENSIONES.
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