LA MÁS DULCE ESPERANZA DE UN VERDADERO CREYENTE ES EL PODER OÍR EN LA GLORIA QUE SU NOMBRE ESTÁ ESCRITO EN EL LIBRO DE LA VIDA. LA FE OBRA U OPERA POR EL AMOR.

LIMA - PERÚ      LUNES 22 DE MAYO DEL 2017                  MENSAJE # 1769

MEDITACIONES VARIAS

Apocalipsis 3:5

"Y confesaré su nombre delante de mi Padre".

=== La vida cristiana no sólo está compuesta de un arrepentimiento histórico, y de una casi olvidada "oración de entrega" que para nada afectara nuestra manera de ser y de vivir.

=== Aquellos que reposan confíadamente en una fe muerta en sí misma (que no obra en consecuencia con la vida nueva que nos ha sido impartida) van a llevarse una sorpresa cuando les toque dar razón de sí.

=== La salvación de nuestras almas no se basan en los recuerdos de nuestra prodigiosa memoria, mas en el pormenorizado apunte angélico conforme a las obras correspondientes a la fe de cada quien.

=== Ninguna simiente creada por Dios es estéril; ¡cuánto más la Simiente de su Palabra!, que nos ha hecho nacer para que seamos primicias de sus criaturas (como afirma Santiago); o la simiente incorruptible que vive y permanece para siempre, como testifica Pedro.

=== La semilla es contenedora de la vida. Su crecimiento y desarrollo dependen de la calidad de tierra en la que fueron sembradas.

=== La única que no produjo fruto fue aquella donde las aves se comieron la semilla; la misma que requiere de un ambiente propicio para manifestarse, y es nuestro deber y privilegio proporcionárselo.

=== El corazón abierto y sumiso a Dios participa activamente del brotar de la vida, regándola y cultivándola, viéndola crecer para obtener frutos para vida eterna.

=== No cree en el ojalá, ni en la buena fortuna, ocupándose en su salvación con mucho temor y temblor; y arriba dulcemente escuchará su nombre confesado ante el Padre.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA             22/05/2017                 MENSAJE # 1769