LIMA - PERÚ SÁBADO 06 DE MAYO DEL 2017 MENSAJE # 1736
SEGUNDA DE SAMUEL 7:8-11.
"Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel, y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio... Asimismo Yahweh te hace saber que él te hará casa".
=== Al sentirse David consolidado en su reino, y en la comodidad que tenía en su palacio, no halló paz al pensar que Yahweh moraba en una tienda de campaña, un tabernáculo o altar portátil; y al hacerle saber al profeta Natán su inquietud sobre el particular, éste le respondió que siguiera el dictado de su corazón porque Dios estaba con él siempre; aunque el profeta hizo esto inconsultamente, como estandarizando a Dios en su fluir con su ungido, debiendo Dios enmendarle la plana, y revelarle su deseo, su plan y su fluir para con David y con su estirpe, que es el punto que observaremos y analizaremos hoy. El Padre se sintió particularmente halagado por el sentir davídico, pero al ajustar sus impresiones, le refiere a Natán que él nunca había ordenado eso nunca antes a ningún caudillo, a ninguna tribu en particular, y que sería preciso que él escuchara los divinos considerandos en cuanto al reino, a su descendencia, y al momento específico en que Dios decidiera la edificación de un templo dedicado a él; quién lo haría, con qué materiales, y cuál debía ser la condición de todo el pueblo para que ello fuera propicio. ¿Era negativa la idea del rey David? ¡Para nada! Pero Dios tenía sus planes sobre el particular, y nadie puede anticiparse a las cargas divinas, y los tiempos que él le hubiera asignado en el concierto de las edades.
=== Dios comienza haciendo historia, recordándole a David como operó con él hasta hacer de un pastor de relativa importancia, un príncipe de su pueblo; esto nos permite ver su elección, su preparación, su determinación, y su inclusión dentro del panorama histórico-profético de alguien que Dios asumiera como insigne y singular entre sus hermanos, para coronarlo como rey de la nación escogida, confirmando su pacto con Abraham y la implantación del reino al estilo divinal, con la persona, la nación, el tiempo y el lugar elegidos por él para el caso. El pastoreo de las ovejas lo concientizó de su preparación para gobernar, alimentar, cuidar y defender lo que era valioso para su familia, haciéndose responsable por el bienestar del rebaño, y la necesidad de preservarlo íntegramente. Su atuendo lo identificaba como gente del campo; pero su vara, su cayado, su cuchillo de monte y su honda, lo hacían ver como un guerrero que estaba dispuesto a sacrificar su propia existencia por el bienestar de las ovejas de su prado, debiendo aguzar su visión, su sensibilidad para captar a los depredadores, y su puntería con la honda, y su habilidad con la daga para herir a sus enemigos, y no salir herido él mismo. El tacto, la fuerza, la finura y la contundencia, la ternura y la furia contra los depredadores debían morar en aquel corazón responsable, que tendría que dar cuenta por cada oveja apacentada.
=== Yahweh le refiere a David el cuidado de su presencia, cubriéndolo en todo, destruyendo a sus enemigos, hasta alcanzar nombradía, semejante a la de los grandes héroes y gobernantes en su alrededor, esto en lo concerniente a su fluir como rey; y luego el Señor traslada su visión hacia el pueblo mismo, la necesidad de unidad, de un lugar estable en donde pudieran vivir exentos de temores, adorándole en forma ininterrumpida, disfrutando de la seguridad de su presencia bienhechora, estando conscientes del hecho en sí como una realidad viviente, y no como algo que tuvieran que imaginar. Después el Señor menciona otro punto, refiriéndose a la descendencia de David, y de cómo su casta perduraría en el trámite de esa dispensación, y de cómo el Padre velaría para que todo ello tuviera su cumplimiento, afirmando el reino a su sazón. David tenía una perspectiva muy halagüeña, pero la del Padre era muchísimo mejor, y el rey cedió ante la perspectiva que se le revelara, rogando que toda esa promesa se mantuviera en el correr del tiempo, como efectivamente se hiciera.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/05/2017 MENSAJE # 1736.
"Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Yahweh de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel, y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio... Asimismo Yahweh te hace saber que él te hará casa".
=== Al sentirse David consolidado en su reino, y en la comodidad que tenía en su palacio, no halló paz al pensar que Yahweh moraba en una tienda de campaña, un tabernáculo o altar portátil; y al hacerle saber al profeta Natán su inquietud sobre el particular, éste le respondió que siguiera el dictado de su corazón porque Dios estaba con él siempre; aunque el profeta hizo esto inconsultamente, como estandarizando a Dios en su fluir con su ungido, debiendo Dios enmendarle la plana, y revelarle su deseo, su plan y su fluir para con David y con su estirpe, que es el punto que observaremos y analizaremos hoy. El Padre se sintió particularmente halagado por el sentir davídico, pero al ajustar sus impresiones, le refiere a Natán que él nunca había ordenado eso nunca antes a ningún caudillo, a ninguna tribu en particular, y que sería preciso que él escuchara los divinos considerandos en cuanto al reino, a su descendencia, y al momento específico en que Dios decidiera la edificación de un templo dedicado a él; quién lo haría, con qué materiales, y cuál debía ser la condición de todo el pueblo para que ello fuera propicio. ¿Era negativa la idea del rey David? ¡Para nada! Pero Dios tenía sus planes sobre el particular, y nadie puede anticiparse a las cargas divinas, y los tiempos que él le hubiera asignado en el concierto de las edades.
=== Dios comienza haciendo historia, recordándole a David como operó con él hasta hacer de un pastor de relativa importancia, un príncipe de su pueblo; esto nos permite ver su elección, su preparación, su determinación, y su inclusión dentro del panorama histórico-profético de alguien que Dios asumiera como insigne y singular entre sus hermanos, para coronarlo como rey de la nación escogida, confirmando su pacto con Abraham y la implantación del reino al estilo divinal, con la persona, la nación, el tiempo y el lugar elegidos por él para el caso. El pastoreo de las ovejas lo concientizó de su preparación para gobernar, alimentar, cuidar y defender lo que era valioso para su familia, haciéndose responsable por el bienestar del rebaño, y la necesidad de preservarlo íntegramente. Su atuendo lo identificaba como gente del campo; pero su vara, su cayado, su cuchillo de monte y su honda, lo hacían ver como un guerrero que estaba dispuesto a sacrificar su propia existencia por el bienestar de las ovejas de su prado, debiendo aguzar su visión, su sensibilidad para captar a los depredadores, y su puntería con la honda, y su habilidad con la daga para herir a sus enemigos, y no salir herido él mismo. El tacto, la fuerza, la finura y la contundencia, la ternura y la furia contra los depredadores debían morar en aquel corazón responsable, que tendría que dar cuenta por cada oveja apacentada.
=== Yahweh le refiere a David el cuidado de su presencia, cubriéndolo en todo, destruyendo a sus enemigos, hasta alcanzar nombradía, semejante a la de los grandes héroes y gobernantes en su alrededor, esto en lo concerniente a su fluir como rey; y luego el Señor traslada su visión hacia el pueblo mismo, la necesidad de unidad, de un lugar estable en donde pudieran vivir exentos de temores, adorándole en forma ininterrumpida, disfrutando de la seguridad de su presencia bienhechora, estando conscientes del hecho en sí como una realidad viviente, y no como algo que tuvieran que imaginar. Después el Señor menciona otro punto, refiriéndose a la descendencia de David, y de cómo su casta perduraría en el trámite de esa dispensación, y de cómo el Padre velaría para que todo ello tuviera su cumplimiento, afirmando el reino a su sazón. David tenía una perspectiva muy halagüeña, pero la del Padre era muchísimo mejor, y el rey cedió ante la perspectiva que se le revelara, rogando que toda esa promesa se mantuviera en el correr del tiempo, como efectivamente se hiciera.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/05/2017 MENSAJE # 1736.
NUESTRA MEJOR INTENCIÓN PUEDE VERSE VEDADA CUANDO NO ESTAMOS HACIENDO LAS COSAS SEGÚN LA VOLUNTAD DE DIOS, PRETENDIENDO ADELANTARNOS A SU CONSEJO Y AL ORDEN ESTABLECIDO POR ÉL. SI TOMAMOS NOTA DE TODAS LAS VECES QUE HEMOS QUERIDO ANTICIPARNOS AL PADRE, Y HEMOS VISTO UN TREMENDO FIASCO, ES PORQUE ESTÁBAMOS ACTUANDO SEGÚN NUESTR BUENA VOLUNTAD, PERO NO POR LA DIVINA GUIANZA.
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