LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 10 DE MAYO DEL 2017 MENSAJE # 1744
SEGUNDA DE REYES 12:25-28.
"Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Yahweh, envió Yahweh contra ellos leones que los mataban. Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra. Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país. Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Yahweh".
=== La nación de Asiria solía arrancar a las naciones de su tierra, de sus raíces y su herencia, erradicando de sus corazones su identidad, su sentido de patriotismo y pertenencia, su sentido de la vida; proponiéndoles el suyo mientras se trabajaba el cambio pertinente que se haría perenne con el correr de los años; acendrándose en ellos la mentalidad asiria, amando así a quien los subyugaba, pagando tributo primero; hasta que la trasformación llegara a establecer en ellos nuevos parámetros, haciendo que la conquista no solamente fuera territorial, sino también intelectual, sentimental y voluntaria; rindiéndose total e incondicionalmente a sus conquistadores, haciéndose uno con ellos, sintiéndose complacidos con su nueva identidad. Así, las muertes que causara la invasión felina en las tierras que antes fueran posesión de Israel preocupó a los servidores del reino asirio, quienes consideraban a Yahweh un Dios locatario (desde la perspectiva de la elección israelita podía ser así, ellos ignoraban, al igual que Jonás en su momento, que Dios era Dios en toda la tierra); considerando que había necesidad de agradar ritualmente al Dios de Israel, para que no soltara su enojo contra los infelices que habían llegado a morar allí. Cada uno responde al plano divinal según la medida que se tenga de luz en lo referente a su existencia, vigencia y poder. Los asirios fluían en su contexto pagano, y los extranjeros que habían venido a morar allí, lo hacían a su sazón también; hasta que Yahweh dispusiera otra cosa.
=== Los gobernantes asirios que eran los consejeros del rey, prescriben la necesidad de que la gente conozca "la ley del Dios de la tierra", para una pacífica subsistencia dentro de la misma; principio que armonizaba con la mentalidad pagana de dioses coléricos, temperamentales y desdeñosos; frívolos, ardientes o displicentes a su sazón; nunca intuíbles porque ellos desconocían el espiritual fluir en su sentido específico. Ellos tenían miedo del temperamento de sus dioses, siempre cambiantes y caprichosos, semejantes a sus reyes en sus "cuartos de hora"; manejando el asunto de la culpa sobre bases inciertas; mientras que Yahweh mantenía su fluir con su pueblo escogido bajo reglas fijas que conducían a la aceptación, la santidad y la herencia, que compusieran su justicia para los que participaran en ella. Cuando se apela al conocimiento intelectual de las leyes divinas, sin estar involucrados con el Padre en espíritu y verdad, todo lo que se obtiene es una nueva religión; y si a eso no se le añade la obediencia implicita por el espíritu, vía la conversión; todo lo que tendremos será un agregado a la mixtura pagana que estaba incluido en el corazón y mentalidad de los intrusos que en ese momento poblaban las tierras israelitas. Toda percepción impia, siempre se quedará como algo fragmentario, porque ellos no tienen revelación divina, dejándose llevar por su línea de pensamiento, o su particular filosofar. No es lo mismo el: "Tengo la impresión"; "Me parece que"; que el: "Así dice Yahweh, el Señor".
=== Al solicitar el rey que enviaran un sacerdote para que le enseñara a los nuevos habitantes "La ley del Dios de la tierra", implicaba que su preocupación era relativa y minúscula, porque podría haber enviado más sacerdotes para abreviar el asunto, e instruir a todos en un tiempo record; pero él no buscaba que los extraños se empaparan en las cosas del reino; si no que tuvieran la información oportuna, siendo ello como una influencia benéfica que sosegara el ánimo del Dios de la tierra, y punto. La impiedad siempre quiere sosegar paliativamente la ira de los dioses; no están interesados en arrepentirse, volverse a Dios y ejecutar su voluntad como un principio que rija sus existencias; les basta con sosegar sus iras, sus apetitos, y dedicarles un tiempo para que "estén contentos", y no fastidien. ¿Seremos así nosotros también? La enseñanza de la ley a las mentalidades impias, no llena sus corazones, pensamientos y motivos de los parámetros correctos para obedecerla. Es sólo información que puedes recordar, y que obedeces o desobedeces según tu estado de ánimo; no dearrollándose el temor reverencial al Dios vivo y verdadero; no entendiendo la redención, el rescate, y la necesidad de una vida santa que agrade a Yahweh en el panorama relacional correspondiente. Con el tiempo, Yahweh pasó a ser uno de tantos dioses a quienes esta gente adoraba o reverenciaba. A Yahweh lo temían, mas a sus dioses los honraban, según las tradiciones de las tierras de donde fueron trasladados (2R.17:33-34).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/05/2017 MENSAJE #1744
"Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Yahweh, envió Yahweh contra ellos leones que los mataban. Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra. Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país. Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Yahweh".
=== La nación de Asiria solía arrancar a las naciones de su tierra, de sus raíces y su herencia, erradicando de sus corazones su identidad, su sentido de patriotismo y pertenencia, su sentido de la vida; proponiéndoles el suyo mientras se trabajaba el cambio pertinente que se haría perenne con el correr de los años; acendrándose en ellos la mentalidad asiria, amando así a quien los subyugaba, pagando tributo primero; hasta que la trasformación llegara a establecer en ellos nuevos parámetros, haciendo que la conquista no solamente fuera territorial, sino también intelectual, sentimental y voluntaria; rindiéndose total e incondicionalmente a sus conquistadores, haciéndose uno con ellos, sintiéndose complacidos con su nueva identidad. Así, las muertes que causara la invasión felina en las tierras que antes fueran posesión de Israel preocupó a los servidores del reino asirio, quienes consideraban a Yahweh un Dios locatario (desde la perspectiva de la elección israelita podía ser así, ellos ignoraban, al igual que Jonás en su momento, que Dios era Dios en toda la tierra); considerando que había necesidad de agradar ritualmente al Dios de Israel, para que no soltara su enojo contra los infelices que habían llegado a morar allí. Cada uno responde al plano divinal según la medida que se tenga de luz en lo referente a su existencia, vigencia y poder. Los asirios fluían en su contexto pagano, y los extranjeros que habían venido a morar allí, lo hacían a su sazón también; hasta que Yahweh dispusiera otra cosa.
=== Los gobernantes asirios que eran los consejeros del rey, prescriben la necesidad de que la gente conozca "la ley del Dios de la tierra", para una pacífica subsistencia dentro de la misma; principio que armonizaba con la mentalidad pagana de dioses coléricos, temperamentales y desdeñosos; frívolos, ardientes o displicentes a su sazón; nunca intuíbles porque ellos desconocían el espiritual fluir en su sentido específico. Ellos tenían miedo del temperamento de sus dioses, siempre cambiantes y caprichosos, semejantes a sus reyes en sus "cuartos de hora"; manejando el asunto de la culpa sobre bases inciertas; mientras que Yahweh mantenía su fluir con su pueblo escogido bajo reglas fijas que conducían a la aceptación, la santidad y la herencia, que compusieran su justicia para los que participaran en ella. Cuando se apela al conocimiento intelectual de las leyes divinas, sin estar involucrados con el Padre en espíritu y verdad, todo lo que se obtiene es una nueva religión; y si a eso no se le añade la obediencia implicita por el espíritu, vía la conversión; todo lo que tendremos será un agregado a la mixtura pagana que estaba incluido en el corazón y mentalidad de los intrusos que en ese momento poblaban las tierras israelitas. Toda percepción impia, siempre se quedará como algo fragmentario, porque ellos no tienen revelación divina, dejándose llevar por su línea de pensamiento, o su particular filosofar. No es lo mismo el: "Tengo la impresión"; "Me parece que"; que el: "Así dice Yahweh, el Señor".
=== Al solicitar el rey que enviaran un sacerdote para que le enseñara a los nuevos habitantes "La ley del Dios de la tierra", implicaba que su preocupación era relativa y minúscula, porque podría haber enviado más sacerdotes para abreviar el asunto, e instruir a todos en un tiempo record; pero él no buscaba que los extraños se empaparan en las cosas del reino; si no que tuvieran la información oportuna, siendo ello como una influencia benéfica que sosegara el ánimo del Dios de la tierra, y punto. La impiedad siempre quiere sosegar paliativamente la ira de los dioses; no están interesados en arrepentirse, volverse a Dios y ejecutar su voluntad como un principio que rija sus existencias; les basta con sosegar sus iras, sus apetitos, y dedicarles un tiempo para que "estén contentos", y no fastidien. ¿Seremos así nosotros también? La enseñanza de la ley a las mentalidades impias, no llena sus corazones, pensamientos y motivos de los parámetros correctos para obedecerla. Es sólo información que puedes recordar, y que obedeces o desobedeces según tu estado de ánimo; no dearrollándose el temor reverencial al Dios vivo y verdadero; no entendiendo la redención, el rescate, y la necesidad de una vida santa que agrade a Yahweh en el panorama relacional correspondiente. Con el tiempo, Yahweh pasó a ser uno de tantos dioses a quienes esta gente adoraba o reverenciaba. A Yahweh lo temían, mas a sus dioses los honraban, según las tradiciones de las tierras de donde fueron trasladados (2R.17:33-34).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 10/05/2017 MENSAJE #1744
LA PRESENCIA DIVINA ES ALGO INHERENTE EN LA TIERRA QUE ÉL HA ESCOGIDO PARA MORAR EN ELLA.LOS INTRUSOS FUERON SOMETIDOS POR LA PRESENCIA DE FELINOS DE GRANDES DIMENSIONES QUE LOS MATABAN, HASTA QUE APRENDIERON A TEMERLE, AUNQUE NO LO HONRABAN EN SU CORRECTA PROPORCIÓN.
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