LIMA - PERÚ JUEVES 11 DE MAYO DEL 2017 MENSAJE # 1746
MARCOS 3:31-35.
"Llegaron entonces la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron a llamarlo. La muchedumbre sentada a su alrededor le dijo: Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están allí afuera, y te buscan. Jesús les respondió: ¿Y quién es mi madre y mis hermanos? Miró entonces a los que estaban sentados a su alrededor, y dijo: Mi madre y mis hermanos están aquí. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano, y mi hermana, y mi madre".
=== La presencia de Jesús causaba que multitudes quisieran escucharlo y verlo, llegando a ser tal el número de personas que asistían a sus reuniones, que sus familiares directos (todos bajo su cuidado y sustento), se sintieran incómodos por no ver en él al Mesías; sino solamente a su hermano mayor; y en el caso de María, a uno más de sus hijos. Con todo y lo que María puso en su corazón con cada profecía que se daba; no dejó atrás su mentalidad prejuiciosa, y aquí ella y sus hijos asumen una actitud totalmente profana, interrumpiendo una reunión en la que Jesús estaba haciendo lo que fue enviado a hacer: Predicar, enseñar, sanar, liberar, salvar, etc. El verso 21 dice a las claras la forma de pensar de María y de sus hijos menores, quienes creyeran que Jesús había perdido el juicio; y que no era de todos la fe; no la de ellos, por lo menos. Cuando Jesús dijo que la familia estaría dividida, no estaba equivocado para nada, y a él le tocó vivirlo en carne propia. Si nos tocara imaginar algo así, pensaríamos que nuestra mente es profana e irreverente; ¡pero no! Estas cosas pasaron realmente, y lo mencionan Mateo y Lucas también (Mt.12:40-50; Lc.8:19-21). Si nos parece un hecho aislado e insólito, nos toca verlo como algo que si ocurre. Nosotros mismos, ¿cuántas veces no hemos dudado de su gracia y de su poder, de su buena voluntad para con nosotros, y de su eficacia para obrar en tiempos críticos? María y sus hijos no fueron los únicos, y mejor no pido que levantemos la mano porque no quiero perder su amistad y su grata compañía.
=== La actitud de María, fue realmente procaz. Interrumpir un culto o una reuníón por una querella familiar totalmente carente de fondo y forma, de algún sustento de orden matriarcal o parental inexistente, porque Jesús tenía la jefatura del hogar al estar ausente su padre, haciéndose cargo de todo y de todos conforme al uso y la costumbre hebraica basado en la ley y las normas gobernantes. Podemos preguntarnos aquí, por la respuesta dada por Jesús: ¿Rechazaba Jesús a su madre y a sus hermanos y hermanas? ¡No! Él ponía a todos en antecedentes en lo concermiente a su labor y elección como el Mesías, observando su orden de prioridades en conformidad con los intereses de su Padre: "Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que EN LOS NEGOCIOS DE MI PADRE ME ES NECESARIO ESTAR? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y SU MADRE GUARDABA ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN" (Lc.2:48-51). El guardar cosas en el corazón puede ser muy útil, si los valores corresponden a las realidades trascendentes; y no a las impresiones positivas o negativas que nunca dejan de ser un misterio porque no nos disponemos a ver revelado el justo y exacto valor de las mismas. Ni siquiera una madre enojada o posesiva puede soslayar el divino obrar del Mesías; ni tampoco manipularlo: "Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: HACED TODO LO QUE OS DIJERE" (Jn.2:4-5).
=== La bendita consigna del Padre: EL HACER SU VOLUNTAD EN TODO TIEMPO, implica el estar atentos a su fluir, al tiempo especifico para las realizaciones, obedeciendo al impulso venido de arriba, y siguiendo a Jesús en su contexto. Los movimientos divinos; si somos la compañía del Mesías; nos invitan a una cadencia, a un ritmo, a un paso predeterminado, operando juntamente con el Padre en tiempos y sazones, demostrando que estamos conectados con la realidad vivencial correspondiente, y que es nuestra disposición estar presentes donde el Padre está operando a través del Hijo, cubriendo los intereses del reino divino en principios y prácticas. La familia de Dios debe moverse con la cabeza visible que representa un solo hecho; LA VOLUNTAD DIVINA EN ACCIÓN; y María y su familia no estaban caminando en la misma senda que Jesús, mostrando con esta actitud irreverente, que querían ver cortado el accionar del Hijo de Dios, del Mesías Príncipe, y que pretendían enmendarle la plana al Padre y al Hijo. Aquellos que estuvieran presentes en el recinto que Jesús hacía sagrado con su presencia para los movimientos divinos, fueron asumidos en ese momento como la auténtica familia de Dios representativa, interesados como estaban en esta fase de la gloria regia, haciendo estéril la presencia figurativa de quienes aún no habían aprendido a honrar a su medio hermano como Dios manifestado en carne. ¿Entendemos a quién estamos adorando en espíritu y verdad? Si hay algo que Jesús merece de nosotros es adoración y reverencia, guardemos, pues, el recogimiento que nos merece este tiempo con él.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/05/2017 MENSAJE # 1746.
"Llegaron entonces la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron a llamarlo. La muchedumbre sentada a su alrededor le dijo: Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están allí afuera, y te buscan. Jesús les respondió: ¿Y quién es mi madre y mis hermanos? Miró entonces a los que estaban sentados a su alrededor, y dijo: Mi madre y mis hermanos están aquí. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano, y mi hermana, y mi madre".
=== La presencia de Jesús causaba que multitudes quisieran escucharlo y verlo, llegando a ser tal el número de personas que asistían a sus reuniones, que sus familiares directos (todos bajo su cuidado y sustento), se sintieran incómodos por no ver en él al Mesías; sino solamente a su hermano mayor; y en el caso de María, a uno más de sus hijos. Con todo y lo que María puso en su corazón con cada profecía que se daba; no dejó atrás su mentalidad prejuiciosa, y aquí ella y sus hijos asumen una actitud totalmente profana, interrumpiendo una reunión en la que Jesús estaba haciendo lo que fue enviado a hacer: Predicar, enseñar, sanar, liberar, salvar, etc. El verso 21 dice a las claras la forma de pensar de María y de sus hijos menores, quienes creyeran que Jesús había perdido el juicio; y que no era de todos la fe; no la de ellos, por lo menos. Cuando Jesús dijo que la familia estaría dividida, no estaba equivocado para nada, y a él le tocó vivirlo en carne propia. Si nos tocara imaginar algo así, pensaríamos que nuestra mente es profana e irreverente; ¡pero no! Estas cosas pasaron realmente, y lo mencionan Mateo y Lucas también (Mt.12:40-50; Lc.8:19-21). Si nos parece un hecho aislado e insólito, nos toca verlo como algo que si ocurre. Nosotros mismos, ¿cuántas veces no hemos dudado de su gracia y de su poder, de su buena voluntad para con nosotros, y de su eficacia para obrar en tiempos críticos? María y sus hijos no fueron los únicos, y mejor no pido que levantemos la mano porque no quiero perder su amistad y su grata compañía.
=== La actitud de María, fue realmente procaz. Interrumpir un culto o una reuníón por una querella familiar totalmente carente de fondo y forma, de algún sustento de orden matriarcal o parental inexistente, porque Jesús tenía la jefatura del hogar al estar ausente su padre, haciéndose cargo de todo y de todos conforme al uso y la costumbre hebraica basado en la ley y las normas gobernantes. Podemos preguntarnos aquí, por la respuesta dada por Jesús: ¿Rechazaba Jesús a su madre y a sus hermanos y hermanas? ¡No! Él ponía a todos en antecedentes en lo concermiente a su labor y elección como el Mesías, observando su orden de prioridades en conformidad con los intereses de su Padre: "Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que EN LOS NEGOCIOS DE MI PADRE ME ES NECESARIO ESTAR? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y SU MADRE GUARDABA ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN" (Lc.2:48-51). El guardar cosas en el corazón puede ser muy útil, si los valores corresponden a las realidades trascendentes; y no a las impresiones positivas o negativas que nunca dejan de ser un misterio porque no nos disponemos a ver revelado el justo y exacto valor de las mismas. Ni siquiera una madre enojada o posesiva puede soslayar el divino obrar del Mesías; ni tampoco manipularlo: "Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: HACED TODO LO QUE OS DIJERE" (Jn.2:4-5).
=== La bendita consigna del Padre: EL HACER SU VOLUNTAD EN TODO TIEMPO, implica el estar atentos a su fluir, al tiempo especifico para las realizaciones, obedeciendo al impulso venido de arriba, y siguiendo a Jesús en su contexto. Los movimientos divinos; si somos la compañía del Mesías; nos invitan a una cadencia, a un ritmo, a un paso predeterminado, operando juntamente con el Padre en tiempos y sazones, demostrando que estamos conectados con la realidad vivencial correspondiente, y que es nuestra disposición estar presentes donde el Padre está operando a través del Hijo, cubriendo los intereses del reino divino en principios y prácticas. La familia de Dios debe moverse con la cabeza visible que representa un solo hecho; LA VOLUNTAD DIVINA EN ACCIÓN; y María y su familia no estaban caminando en la misma senda que Jesús, mostrando con esta actitud irreverente, que querían ver cortado el accionar del Hijo de Dios, del Mesías Príncipe, y que pretendían enmendarle la plana al Padre y al Hijo. Aquellos que estuvieran presentes en el recinto que Jesús hacía sagrado con su presencia para los movimientos divinos, fueron asumidos en ese momento como la auténtica familia de Dios representativa, interesados como estaban en esta fase de la gloria regia, haciendo estéril la presencia figurativa de quienes aún no habían aprendido a honrar a su medio hermano como Dios manifestado en carne. ¿Entendemos a quién estamos adorando en espíritu y verdad? Si hay algo que Jesús merece de nosotros es adoración y reverencia, guardemos, pues, el recogimiento que nos merece este tiempo con él.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/05/2017 MENSAJE # 1746.
HEMOS DE ASUMIR QUE JESÚS, COMO EL HERMANO MAYOR DE LA FAMILIA DE JOSÉ Y MARÍA, HUBO DE ASUMIR UN ROL PATERNAL PARA CON SUS HERMANOS, Y MAGISTERIAL PARA CON SUS DISCÍPULOS. LOS DISCÍPULOS FUERON CONSTANTES ACOMPAÑANTES DE JESÚS. SU FAMILIA, MOSTRÓ MÁS DE UNA VEZ SU OPOSICIÓN A SU TRABAJO MESIÁNICO BELIEVE OR NOT!
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