LIMA - PERÚ DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2877
SEGUNDA DE TIMOTEO 1:6-7.
"Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio".
=== Después de la salutación apostólica a Timoteo, y de recordarle una fe de tres generaciones que llegara a él por la vía femenina: La abuela, la madre, y luego a través de él, Pablo lo conmina a moverse nuevamente en ella; superando la crisis que atravesaba por algunas trabas que otros le pusieran debido a su juventud, hiriendo su sensibilidad y su auto estima; cosas que no tuvieran mayor importancia cuando él caminara con el equipo; pero sí cuando él se hiciera cargo de la congregación en Éfeso, y el peso de aquella carga le resultara en extremo gravosa, hasta el extremo de llegar a enfermarse para disculpar su momentánea separación ministerial, y desertar de su rol, retornando al hogar familiar buscando el abrigo de quienes dado su amor y compromiso para con él, mirarían su crisis situacional con mayor lenidad: La abuela y la mamá. Y es en esta penosa circunstancia que Pablo tiene que recordarle a Timoteo quién era, qué tenía, y qué podía lograr. Si hay algo cierto es que Dios no dota a sus siervos para que se escondan en un capullo, o se inhiban y oculten bajo el manto de la excusa. Cuando nos sentimos ofendidos o escandalizados por el decir, el obrar o el argumentar de otros, les concedemos la razón, y culpamos a Dios por habernos involucrado en una labor para la que no nos sentíamos preparados. Y si así hubiera sido, Dios no nos habría enviado con esa consigna (Mt.25:14-15). Si él nos elige, él nos llama, apareja y capacita, unge y envía, demostrando con su elección que los que él llama han sido llevados a una completa aptitud que los hizo gloriosamente competentes.
=== El don espiritual concedido por la imposición de manos del apóstol Pablo y del presbiterio, seguía en él como un fuego trashoguero, como llama vacilante a punto de apagarse, y que requería que el siervo dotado pusiera de su parte para que aquella flama ígnea se restituyera, y tornara a su función, para que el fuego consumiera toda aparente inutilidad, y compartiera aquella naturaleza espiritual trascendente que sabe arder sin consumirse, llenándonos con su bendita presencia, e impartiéndonos su instructiva con una nueva consigna. ¿Qué era lo que detenía a Timoteo? Un espíritu de cobardía que lo intimidaba, lo contaminaba y lo anulaba como siervo útil. Al darle crédito al enemigo y a sus representantes (aunque tengan el afiche de cristianos también), nuestra relación bicampamentaria con la Deidad se va diluyendo, y cada parte de nuestra armadura se va cayendo porque se sostenía con la fuerza de nuestra voluntad operadora, haciéndonos vulnerables en todo lo inherente a nuestra defensa y ataque (casco, coraza, escudo, calzado, espada y lanza de la oración); y sintiéndonos desprovistos del amparo divinal, nos marchamos del campo de batalla, dándole la espalda al enemigo y huyendo vergonzosamente.
=== Pablo, apela a las tres áreas que componen el valor ilimitado en la vida de los creyentes, de los cuales el primero es el poder, o la capacidad para enfrentar al enemigo (de donde viniere), haciendo prevalecer la fuerza y vitalidad del reino divino, la cual avasalla los recursos del maligno, humillando al hombre fuerte con los poderes y dotaciones del hombre más fuerte: Jesucristo. Luego, el Señor, nos muestra la fuerza del amor, lo que canaliza el poder para darle a los santos la certeza de la esperanza, comunicando las buenas nuevas de salvación, y los dones y dotaciones que hacen a la Iglesia, en cada uno de sus miembros, una fuerza abarcativa que gana los corazones de los hombres por la fuerza del amor, y no por las manifestaciones de poder que podrían llevarnos al orgullo y la jactancia; y luego, se nos otorga el dominio propio, cordura o templanza, de modo que nuestras mentes y corazones no deliren en pos de la vanagloria, y l;a soberbia clásica de quienes obtienen algún éxito ignorando al autor de ellos: Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/11/2018 MENSAJE # 2877
=== Pablo, apela a las tres áreas que componen el valor ilimitado en la vida de los creyentes, de los cuales el primero es el poder, o la capacidad para enfrentar al enemigo (de donde viniere), haciendo prevalecer la fuerza y vitalidad del reino divino, la cual avasalla los recursos del maligno, humillando al hombre fuerte con los poderes y dotaciones del hombre más fuerte: Jesucristo. Luego, el Señor, nos muestra la fuerza del amor, lo que canaliza el poder para darle a los santos la certeza de la esperanza, comunicando las buenas nuevas de salvación, y los dones y dotaciones que hacen a la Iglesia, en cada uno de sus miembros, una fuerza abarcativa que gana los corazones de los hombres por la fuerza del amor, y no por las manifestaciones de poder que podrían llevarnos al orgullo y la jactancia; y luego, se nos otorga el dominio propio, cordura o templanza, de modo que nuestras mentes y corazones no deliren en pos de la vanagloria, y l;a soberbia clásica de quienes obtienen algún éxito ignorando al autor de ellos: Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/11/2018 MENSAJE # 2877
NUESTRAS VIDAS ESPIRITUALES Y MINISTERIALES ESTÁN SUJETAS A DETERMINADAS CONTINGENCIAS, LAS CUALES HAN DE SER SUPERADAS HASTA ALCANZAR PLENITUD. ES IMPERATIVO QUE TENGAMOS SIEMPRE UNA COBERTURA ESPIRITUAL OPORTUNA QUE NOS REUBIQUE EN NUESTRAS POSICIONES DE GLORIA EN CRISTO JESÚS.
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