LIMA - PERÚ JUEVES 01 DE NOVIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2827
JUAN 5:19-21
"Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto,de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida".
=== La sanidad del paralítico de Betesda, y el llevar su camilla consigo, trajo a colación el panorama religioso del que se había premunido la nación hebrea, detallosa en extremo, y ansiosa de acusar, hallar culpas, y eliminar a todo aquel que incumpliera, no los mandamientos divinos, sino el acuerdo de las decisiones rabínicas, conocida también como la tradición de los ancianos, las mismas que habían llegado a prevalecer sobre el mandato divinal, hasta desfasarlo; siendo por ello que Jesús pasara a explicar a quienes lo juzgaran como un usurpador con complejos divinos, un demente que pretendía ser la Deidad, a quien consideraran como un poseído de una imposibilidad teológica: que Dios se manifestara en carne; para el judaísmo a ultranza, y para el gnosticismo del siglo I, una total aberración: "... Sino que también decía que Dios era su propio Padre, HACIÉNDOSE IGUAL A DIOS" (Jn.5:18b). Así que, para que ellos entendieran con sus limitadas mentalidades naturales, Jesús pasó a explicarles el cómo se producían estos acontecimientos en el panorama bicampamentario (del cielo y de la tierra) en el que él fluía, siendo el nexo que permitía que lo espiritual adquiriera una forma, un sentido, un designio en nuestro plano tridimensional, afectándolo del modo que ellos eran testigos, con la plena sanidad del paralítico; algo por lo que los fiscalizadores nunca preguntaron, abocándose exclusivamente a lo que lucía como punible ante sus ojos: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? (Jn.5:12). Aunque ellos no quisieran escuchar sobre el plano relacional de la Deidad Filial con la Deidad Paternal; nosotros debemos estar atentos para no dejarnos sorprender por la incredulidad religiosa vestida de juez implacable de sesgada visión y perspectiva, que llevara en su improvisada cartuchera un martillo pequeño y piedras de diversos tamaños, según su apreciación del "pecado cometido".
=== Y ahora, prestemos atención al Señor, quien utiliza aquella expresión que califica la divina certeza: De cierto, de cierto os digo". El Señor no proclama su impotencia o insuficiencia (como creen algunos), sino que muestra sus credenciales como el divino emisario del Padre, actuando en la ilimitación de su omnipotencia, convirtiéndose en un instrumento de su amor y misericordia, fluyendo el Padre en el Hijo como un río lo hiciera por su cauce, y en esa bendita emulación del Paternal accionar, el Hijo interpretaba plenamente la voluntad soberana del Padre. Así, pues, en el orbe espiritual el Padre actuaba de una cierta forma que luego el Hijo emulaba, como la imagen de tu persona en un espejo; y siendo el Hijo la extensión de la celeste bondad, los resultados se echaban de ver. Jesús no actuaba a título personal e independiente, limitándose a ejecutar lo que veía al Padre hacer, de allí los resultados tan rotundamente objetivos: "Porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente" (Jn.5:19b). El vínculo que hacía esto factible era EL AMOR DEL PADRE POR EL HIJO. Recordemos lo que Juan nos dijera al principio: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, PERO LA GRACIA Y LA VERDAD VINIERON POR MEDIO DE JESUCRISTO" (Jn.1:17). La manifestación divina estaba llena de amor y de certeza, extendiéndose a la humanidad para la cobertura de su necesidad, algo que su arrogancia legalista asumiera como totalmente innecesaria. Pero las tímidas luces que asomaran no eran sino el anticipo de la gloria mayor q1ue sería expuesta por las maravillas con las que Dios Padre tenía intención de obrar.
=== Al ingresar al panorama espiritual más profundo, el Señor Jesús revela su victoria sobre la muerte (la mayor fortaleza del enemigo por su capacidad retenedora absoluta, hasta que se encontrara con la horma de su zapato), la misma que se pondría en evidencia en varias ocasiones en el trámite de su ministerio itinerante. El levantamiento de los muertos implica el cómo el Padre avasalla a la muerte, devolviéndole la verticalidad a quienes ella hubiera puesto en horizontalidad a perpetuidad, aparentemente. Ver levantarse a un muerto de un ataúd, o emerger desde las profundidades de una tumba, o el salir como lo hiciera Lázaro, con todo el vendaje incluido, es para sorprender y asustar a cualquiera. Y cuando Jesús añade que esto es algo del bagaje con el que su Padre lo revistiera, nos debe ayudar a meditar sobre lo que el vale para Dios Padre. Jesús, a los que quiere, da vida. ¿Estamos allí?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 01/11/2018 MENSAJE # 2827
"Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto,de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida".
=== La sanidad del paralítico de Betesda, y el llevar su camilla consigo, trajo a colación el panorama religioso del que se había premunido la nación hebrea, detallosa en extremo, y ansiosa de acusar, hallar culpas, y eliminar a todo aquel que incumpliera, no los mandamientos divinos, sino el acuerdo de las decisiones rabínicas, conocida también como la tradición de los ancianos, las mismas que habían llegado a prevalecer sobre el mandato divinal, hasta desfasarlo; siendo por ello que Jesús pasara a explicar a quienes lo juzgaran como un usurpador con complejos divinos, un demente que pretendía ser la Deidad, a quien consideraran como un poseído de una imposibilidad teológica: que Dios se manifestara en carne; para el judaísmo a ultranza, y para el gnosticismo del siglo I, una total aberración: "... Sino que también decía que Dios era su propio Padre, HACIÉNDOSE IGUAL A DIOS" (Jn.5:18b). Así que, para que ellos entendieran con sus limitadas mentalidades naturales, Jesús pasó a explicarles el cómo se producían estos acontecimientos en el panorama bicampamentario (del cielo y de la tierra) en el que él fluía, siendo el nexo que permitía que lo espiritual adquiriera una forma, un sentido, un designio en nuestro plano tridimensional, afectándolo del modo que ellos eran testigos, con la plena sanidad del paralítico; algo por lo que los fiscalizadores nunca preguntaron, abocándose exclusivamente a lo que lucía como punible ante sus ojos: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? (Jn.5:12). Aunque ellos no quisieran escuchar sobre el plano relacional de la Deidad Filial con la Deidad Paternal; nosotros debemos estar atentos para no dejarnos sorprender por la incredulidad religiosa vestida de juez implacable de sesgada visión y perspectiva, que llevara en su improvisada cartuchera un martillo pequeño y piedras de diversos tamaños, según su apreciación del "pecado cometido".
=== Y ahora, prestemos atención al Señor, quien utiliza aquella expresión que califica la divina certeza: De cierto, de cierto os digo". El Señor no proclama su impotencia o insuficiencia (como creen algunos), sino que muestra sus credenciales como el divino emisario del Padre, actuando en la ilimitación de su omnipotencia, convirtiéndose en un instrumento de su amor y misericordia, fluyendo el Padre en el Hijo como un río lo hiciera por su cauce, y en esa bendita emulación del Paternal accionar, el Hijo interpretaba plenamente la voluntad soberana del Padre. Así, pues, en el orbe espiritual el Padre actuaba de una cierta forma que luego el Hijo emulaba, como la imagen de tu persona en un espejo; y siendo el Hijo la extensión de la celeste bondad, los resultados se echaban de ver. Jesús no actuaba a título personal e independiente, limitándose a ejecutar lo que veía al Padre hacer, de allí los resultados tan rotundamente objetivos: "Porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente" (Jn.5:19b). El vínculo que hacía esto factible era EL AMOR DEL PADRE POR EL HIJO. Recordemos lo que Juan nos dijera al principio: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, PERO LA GRACIA Y LA VERDAD VINIERON POR MEDIO DE JESUCRISTO" (Jn.1:17). La manifestación divina estaba llena de amor y de certeza, extendiéndose a la humanidad para la cobertura de su necesidad, algo que su arrogancia legalista asumiera como totalmente innecesaria. Pero las tímidas luces que asomaran no eran sino el anticipo de la gloria mayor q1ue sería expuesta por las maravillas con las que Dios Padre tenía intención de obrar.
=== Al ingresar al panorama espiritual más profundo, el Señor Jesús revela su victoria sobre la muerte (la mayor fortaleza del enemigo por su capacidad retenedora absoluta, hasta que se encontrara con la horma de su zapato), la misma que se pondría en evidencia en varias ocasiones en el trámite de su ministerio itinerante. El levantamiento de los muertos implica el cómo el Padre avasalla a la muerte, devolviéndole la verticalidad a quienes ella hubiera puesto en horizontalidad a perpetuidad, aparentemente. Ver levantarse a un muerto de un ataúd, o emerger desde las profundidades de una tumba, o el salir como lo hiciera Lázaro, con todo el vendaje incluido, es para sorprender y asustar a cualquiera. Y cuando Jesús añade que esto es algo del bagaje con el que su Padre lo revistiera, nos debe ayudar a meditar sobre lo que el vale para Dios Padre. Jesús, a los que quiere, da vida. ¿Estamos allí?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 01/11/2018 MENSAJE # 2827
HAY MOMENTOS EN LOS QUE DIOS TIENE PACIENCIA DE SUS SERES CREADOS QUE, AUNQUE OBTUSOS Y RENUENTES, NECESITAN ESCUCHAR EL CÓMO FUNCIONA EL VÍNCULO CÉLICO-PEDESTRE A TRAVÉS DE SUS REPRESENTANTES. Y EL HIJO DE DIOS ES NUESTRO MÁS CERCANO REFERENTE.
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