martes, 20 de noviembre de 2018

UN TESTIMONIO ES VÁLIDO CUANDO SE EXPRESA ORAL Y ESCRITURALMENTE, DANDO FE DE NUESTRAS CONVICCIONES POR ENCIMA DE LAS CIRCUNSTANCIAS, CONFIANDO SIEMPRE EN LA BONDAD DIVINA OBRADORA DE LA JUSTICIA.

LIMA - PERÚ   MARTES 20 DE NOVIEMBRE DEL 2018   MENSAJE # 2865

JOB 19:21-27.

"¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de dios me ha tocado. ¿Por qué me perseguís como Dios, y ni aun de mi carne os saciáis? ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en en un libro; que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre! Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantara sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual ver;é por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí".

=== Los amigos de Job, al verlo a la distancia, se espantaron de su apariencia y estado. ¿Cómo podía ser que el más apreciado hombre de Dios, y gloria de los orientales, estuviera en esa condición? Los mantos rasgados, la tierra sobre ellos, y los gritos lastimeros que brotaran de estos tres personajes poderosos, que eran íntimos del varón de Uz, pintaban de cuerpo entero el dolor y el espanto de quienes hallaran un irreconocible sujeto en medio de un muladar, lleno de llagas putrefactas, y sentado sobre cenizas, rascándose con un tiesto, porque sus uñas ya estaban completamente gastadas, y las pústulas despedían un hedor insoportable. Y después de una semana de ayuno y de hondo pesar, y de un profundo silencio al no saber qué decir, o qué frases de consuelo pudieran mitigar en alguna forma este espectáculo tan deplorable, que los llevara a pensar lo peor de su compañero y amigo, debido al pensar de los que tenían la justicia retributiva como la cabal explicación de lo que había pasado con Job: Esto es: Bendiciones para el justo, y el peor castigo para el prevaricador, donde suponían que se hallaba ubicado Job. Nadie, pues, en su sano juicio, podía ver a Job como una víctima divina o un injusto sufriente. Al asumirse la situación del patriarca como un castigo divino, ALGÚN PECADO HORROROSO TENÍA QUE HABER EN LA VIDA DEL TAL, DEBIENDO RECONOCERLO, EXHALARLO Y ARREPENTIRSE DE TODO CORAZÓN PARA VOLVER A LA COMUNIÓN CON LA DEIDAD ... y punto.



=== Las frases amargas y crudas que salieran de los labios de Job, se les antojaron negativas, torpes e inadecuadas, asombrándose de que una persona tan madura como el patriarca pudiera expresarse de esa manera. El dolor, el sufrimiento, el rechazo general (esposa, criados, parientes y demás), habían hecho mella en el corazón del siervo de Dios, quien después de un exhaustivo y prolongado análisis, siendo extremadamente severo consigo mismo, no hallara una causa probable para merecer un trato así de parte de la Deidad. Para estos varones, la existencia de Satanás, y su intervención en la vida de las gentes, al parecer, les era completamente desconocida; y en el balance espiritual de la época, solamente Dios y el panorama relacional era lo que habían de considerar para emitir un juicio. Al desconocerse las divinas intervenciones en el plano de la soberanía de Yahweh, primaba el blanco y negro en el juicio: Castigo, enfermedad, aflicción, sufrimiento, pérdidas; eran el síndrome (conjunto de síntomas) que sólo señalaban un diagnóstico: CULPABLE. Y podemos traer a la memoria esta frase Vallejiana: "Hay golpes en la vida, tan fuertes, yo no sé. Golpes como del odio de Dios..." Y era así como la gente, y sus eventuales consoladores, miraran al protagonista de este relato. Y solamente dos cosas podían darse: Que Job exhalara su pecado, arrepintiéndose en polvo y ceniza; o que persistiera en afirmar su propia justicia, ofendiendo a Dios con su actitud, viéndose condenado por la Deidad debido a su obstinación, y punto.



=== La insistencia de Job sobre su justicia, morando en una contradicción que él no podía explicar sin ser considerado como un obstinado, lo llevó a declarar cosas que jamás pensaran oírse: "Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume" (Job.9:22). Y casi todo girará alrededor de este tercio excluido, porque se ignora la voluntad divinal en el ejercicio de su soberana voluntad; y es por eso que al final, Dios: "Y aconteció que después que habló Yahweh estas palabras a Job, Yahweh dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; PORQUE NO HABÉIS HABLADO DE MÍ LO RECTO, COMO MI SIERVO JOB" (JOB 42:7). Cuando nuestras mentes están oscurecidas por una línea de pensamiento que ignora el divino obrar más allá de lo convencional, podemos errar en asuntos de juicio. Dejemos que él dé el veredicto.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    20/11/2018    MENSAJE # 2865

1 comentario:

  1. CUANDO UN CIERTO SIERVO DE DIOS FUE INTERVENIDO QUIRÚRGICAMENTE, PERDIENDO UNO DE SUS MIEMBROS INFERIORES, SE CONVIRTIÓ EN LA COMIDILLA DE TODOS LOS QUE ERAN SUS AMIGOS Y COMPAÑEROS DE MILICIA, SIENDO ABANDONADO DEL TODO POCO DESPUÉS. NADA VOLVIÓ A SER COMO ANTES, PERO AQUELLOS QUE CONSERVARON SU COMUNIÓN FUERON MUY BENDECIDOS, DE LO CUAL SOY TESTIGO.

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