LIMA - PERÚ MARTES 27 DE NOVIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2882
MEDITACIONES VARIAS
Salmo 114:2.
"Judá vino a ser su santuario, e Israel su señorío".
El salmista retrocede mil años en fausta recordación, recordando el éxodo
hebreo
que aunque era una nación injerida, jamás perdió su identidad como pueblo
arameo
conservando sus raíces genéticas y religiosas, confiando en la paternidad
divina
que puso en sus corazones una trascendental esperanza que a la eternidad
conmina.
El mismo Dios omnipotente que se apareciera a Abraham, que estableciera su
pacto
con ellos, les dio Canaán como herencia, entregándoles la tierra en sublime
acto.
Él los sacó de las tareas ominosas de Egipto, redimiéndolos con su mano
poderosa
para tomarlos por su pueblo, para ser su Dios, para darle en Sarón su bella
rosa.
Judá llegó a convertirse en su santuario; allí el puso su templo y su
habitación
comunicando a Israel su presencia, su gobierno, haciendo eterna aquella
relación.
De allí su señorío se extendió a la nación entera, estableciendo así su
posición
dentro de los límites prometidos por la Divinidad, dándosela en eternal
posesión.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 27/11/2018 MENSAJE # 2882.
EL TRABAJO DIVINO, QUE COMPONE SU PROPÓSITO EN EL CONTEXTO DE LAS EDADES, SE VA ESTABLECIENDO CONFORME A LO PLANIFICADO POR ÉL ANTES DE LAS EDADES, Y NUESTRO REGOCIJO ES EL SER TESTIGOS DE SU VERDAD Y SU FIDELIDAD.
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