martes, 22 de diciembre de 2015

LA FORMA EN LA QUE UN TIERNO APÓSTOL PABLO TRATARA A SUS CARCELEROS, PUEDE SORPRENDERNOS. EN SU FUNCIÓN MINISTERIAL, EL REPRESENTABA A DIOS EN EL CONTEXTO DE SU GRACIA, NO DESTILANDO AMARGURA ALGUNA, ANTES SUMA ATENCIÓN PARA PODER GANAR LAS ALMAS PERDIDAS, LLEVÁNDOSELAS A DIOS COMO UNA OFRENDA DE OLOR GRATO.

LIMA - PERÚ  MARTES 22 DE DICIEMBRE DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

Hechos 26:29-27:3.

"Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas! Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey, y el gobernador, y Berenice, y los que se habían sentado con ellos; y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna de muerte ni de prisión ha hecho este hombre. Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a César. Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta. Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica. Al otro día llegamos a Sidón; y Julio tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos".

*** Cuando el consciente Agripa, habiendo escuchado el testimonio de Pablo, fue capturado por el mismo; reconociendo cada frase del apóstol como realidades vivenciales que lo tocaran en su fuero interno, y estando al borde de la salvación de su alma; respondiera con una cortés evasiva, definió su destino, y el del resto de los que allí estaban. La invitación paulina se basó en el hecho de que Agripa conocía en detalle la palabra, siendo parte de la historia nacional, pues nada de lo narrado por Pablo "fue hecho en algún rincón", entendiendo el protagonismo de ambos: de Pablo como apóstol de Cristo; y de Agripa como rey de Judea. Ambos, pues, fueron confrontados por los hechos, la historicidad y el profetismo hebraico; usando diestramente el Señor a Pablo, y proponiendo la vida eterna al incestuoso y pervertido monarca; y aquella "situación tan incómoda" (la presencia de terceros), que lo obligara a no manifestarse débil o inseguro en su plano íntimo y personal, que lo llevara a declinar la oferta que Dios dulcemente le hiciera a través del hombre de Tarso, sellando su sino.

*** El enternecido corazón del apóstol; aunque quebrado por la decepción, por la respuesta del rey; presenta una segunda instancia, buscando saltar las vallas que lo obstaculizaban para ganar esas almas, arguye: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas! En este varón de Dios hay una pasión por las almas extraordinaria. No hay en él amarguras, odios, ni rencores, y su amplitud de corazón vierte gracia para todos, sin excepción; maravillándonos por su ternura en el trato para con sus semejantes, independientemente de sus castas, ponencias y circunstancias. Así como en José, allá en Egipto, no hubo rencor para con sus hermanos que le vendieran como esclavo, así tampoco hay en Pablo ningún sentimiento negativo; y aquel que antaño respirase amenazas y muerte, derrama su alma en favor de los demás, mirándolos con gran compasión, y doliéndose de su posible perdición. Las entretelas del alma paulina muestran el modo en que Dios lo había afectado con su presencia gobernante, aflorando en él una actitud que contradecía la naturaleza religiosa y recalcitrante que fuera su identidad.

*** La realidad espiritual, trascendente y efectiva en el diario vivir del apóstol, le permitía vivir en libertad; y los muros y los barrotes que diariamente lo encerraban, no le impedían el producir en su gran corazón los mensajes de amor y de gracia que Dios en aquella intimidad singular le impartiera, para comunicarnos a nosotros la consolación de la que era objeto. Al incorporarse el rey, el gobernador y Berenice (v.30), los demás también lo hicieron así, dando por finalizada la alocución paulina, volviendo al influjo de sus vidas insulsas y carentes de realidad trascendente. En ese interin, Agripa y Festo coincidieron en cuanto a la injusta prisión que Pablo estuviera purgando, no habiendo causa real para mantenerlo en reclusión, meditando en que si Pablo no hubiera apelado a César, pudiera haber sido liberado (y quizá lo hubieran asesinado ese mismo día, preservándolo Dios para su cita con César en Roma).


*** Decidida la salida de los reos, en compañía de un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta, se embarcaron todos en una nave adramitena que tocaría los puertos de Asia, se hicieron a la mar, siendo acompañado Pablo por Lucas y Aristarco, un hermano tesalonicense. Al día siguiente, llegaron a Sidón, subiendo al noreste. Y el centurión romano, mostrando una singular simpatía por Pablo, le hizo ciertas concesiones, dejando que fuera con sus amigos sidonios, para ser atendido por ellos en todas sus necesidades. Este Pablo, hasta preso edifica, y bendice a sus ministradores, quienes se gozaran de tenerlo aunque fuera de pasada.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   22/12/2015.



1 comentario:

  1. LA CONCLUSIÓN DEL DISCURSO DEFENSIVO DE PABLO; UN REY QUE SE NEGÓ A RECIBIR LA GRACIA DE DIOS, Y QUE EVITÓ CON ELLO QUE HUBIERA MÁS DE UN CONVERTIDO EN AQUELLA SALA DEL JUICIO. SU INJUSTA PRISIÓN SEGÚN EL JUICIO DE AGRIPA Y FESTO. LA SALIDA EN SU VIAJE A ROMA.

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