sábado, 13 de mayo de 2017

LOS CONTACTOS DIVINOS TIENEN SU PECULIARIDAD, Y DIOS NOS MUESTRA QUE SU AMOR Y SU INFINITA MISERICORDIA SON OTORGADOS POR GRACIA, Y NO POR MÉRITOS O DÁDIVAS IMPRESIONANTES. SI APRENDEMOS EL PLANO DE LA AUTORIDAD Y EL PODER BAJO UNA CORRECTA SUMISIÓN, MIRAREMOS LOS IMPONDERABLES COMO TRABAJOS SENCILLOS.

LIMA - PERÚ     SÁBADO 13 DE MAYO DEL 2017              MENSAJE # 1750

LUCAS 7:1-5.       (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA)

"Jesús terminó de hablar con el pueblo y entró en Capernaum. Allí había un centurión que tenía un siervo al que amaba mucho, el cual estaba a punto de morir. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, envió a unos ancianos de los judíos para que le rogaran que fuera a sanar a su siervo. Ellos fueron a hablar con Jesús y con mucha insistencia le rogaron: Este hombre merece que le concedas lo que pide, pues ama a nuestra nación y nos ha construido una sinagoga".

=== Las perspectivas de las personas cambian a su sazón. Los judios consideraron que este centurión merecía un favor de Jesús porque se había mostrado obsequioso y benevolente para con el pueblo judío, hasta el extremo de construir una sinagoga con su peculio para favorecer la adoración de los lugareños y, según su pensar, esta era una inequívoca señal de compromiso para con Yahweh y su pueblo. La justicia propia no sabe disfrutar de la gracia divina, y siempre tiene que "aderezar" las bendiciones divinas, viendo si hay algún mérito de parte del que solicitara el célico favor, teniendo que comprarlo, o pagar un alto precio por ello. Si somos observadores, notaremos que los ancianos judíos reconocían en Jesús divinas cualidades, y hasta se mostraban amicales para con él, pretendiendo influir en su ánimo, para que él operara sobre principios legalistas, y no sobre los términos de la gracia que él ministraba continuamente donde fuera. Me imagino a Jesús escuchando a sus coterráneos con suma atención, pero operando sobre los principios que lo llevaran a actuar bajo las divinas instancias. Aquella alma gentil (me refiero al centurión) ya judaizaba, aunque fuera detrás del soreg (pared intermedia que dividía la ubicación de los adoradores, tratando a los prosélitos como ciudadanos de segunda clase o categoría, al igual que a las mujeres dentro de su contexto hebraico). Pero la aceptación religiosa por parte del soldado romano, con gran influencia para contar con el aval de los ancianos locales, no era todo; y Jesús, en su ruta al hogar del centurión recibiría todavía más sorpresas.

=== El romano tenía una impresión particular de quién era Jesús, del poder que tenía de parte de Dios, lo cual lo singularizara hasta el extremo, porque él no veía esa potencia que es propia de una autoridad mayor, en ninguno de los representantes de la religión judía, que podían hablar con admiración del maestro galileo; pero que eran  incapaces de emularlo en su fe, su accionar y su poder, venido todo desde arriba para mostrar a su pueblo que Jesús era el Mesías, y que no tenía parangón posible con ningún maestro o profeta de la antigüedad; mostrando una superioridad que lo hacía un individuo sui géneris. La vocación de servicio en el Señor de señores, no era elitista, particular o desdeñosa; dispensándose libremente a quien estuviera precisado de la divina bondad, la misma que sería impartida por gracia, sin costos pecuniarios, o las promesas de algún sacrificio que pretendiera agradar a Dios en un futuro no lejano, o de alguna deuda que tuviera Dios con algún ser humano singular. Nada de eso llevaba al Señor hasta el hogar de aquel centurión romano que le había creído al Padre, y que se complacía en servirlo a despecho de su posición en el ejército invasor, con todas sus idolatrías y paganismos. Y cuando ya estaban cerca de la casa del centurión, una segunda comisión trajo un nuevo mensaje, el cual fue identificado como un sentimiento de indignidad, tanto que ni siquiera se consideraba digno de estar ante la insigne majestad, ante la revelación Verbal divina, sabiendo que UNA SOLA PALABRA DE JESÚS BASTARÍA PARA QUE SU SIERVO SANARA, y aquí es donde el centurión revela su conocimiento del reino, entendiendo que todo poder es tan grande como la autoridad que lo respalda, pasando del efecto, a la causa.


 === El centurión refirió que él sabía lo que era estar bajo autoridad, porque en su experiencia particular él tenía gente bajo sus órdenes, y él mismo estaba subordinado a quienes lo presidían en la escala jerárquica militar correspondiente; sometiéndose dócilmente a sus superiores en la cadena de mando, y que bastaba una orden sencilla y simple para que se ejecutara la voluntad del que los gobernara desde arriba, entendiendo el plano soberano en el que Jesús actuara como el Hijo de Dios. Ven, y viene; ve, y va; haz esto, y lo hace. Todo es simple para un limpio entendimiento, y el dominio que tenía el imperio romano era porque todos se subordinaban a la autoridad representativa sin dudas ni murmuraciones; y la continua obediencia al orden establecido hizo que llegaran a ser un imperio mundial, viviendo bajo una férrea disciplina, aceptando el plano jerárquico y su rol protagónico en lo que les fuera encomendado. ¡La sorpresa de Jesús fue mayúscula, y volteándose ante quienes le seguían les refirió que nadie en Israel tenía tanta fe como este centurión romano. Y el Señor envió su palabra para que se certificara que la fe del centurión tuviera un resultado a su sazón; y cuando llegaron ambas comisiones, fueron recibidos por el criado agonizante funcionando al cien por ciento de su capacidad en la puerta de entrada a la casa del centurión de asombrosa fe. Ese día todas las formas de pensar sobre el legalismo, la justicia propia, y la escala de méritos para recibir el favor divino, recibieron un shock impresionante, y tuvieron que correr para que el andamiaje que sostuviera su teología no los aplastara haciendo añicos toda su forma de pensar.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA            13/05/2017             MENSAJE # 1750.

1 comentario:

  1. QUE NUESTROS CORAZONES SE PREPAREN PARA VERNOS SORPRENDIDOS POR LA FE DE QUIENES SIRVEN A DIOS Y OPERAN CON ÉL MÁS ALLÁ DE NUESTROS JUICIOS LEGALISTAS, Y DE NUESTRA ABSURDA MERITOCRACIA, QUE PRETENDE MANIPULAR EL DIVINO ACCIONAR, Y HACERLO FLUIR A SU SAZÓN. ¡DIOS NOS PREPARA TREMENDAS SORPRESAS!

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