LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 03 DE OCTUBRE DEL 2018 MENSAJE # 2769
MIQUEAS 3:5-7.
"Así ha dicho Yahweh acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él; Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios".
=== Recordemos que a los profetas menores les tocó vivir en un tiempo de debacle espiritual, y la rebelión del pueblo judío (en el norte y en el sur), se fue extendiendo como un cáncer, hasta hacerse una metástasis; y cuando el Padre dio su dictamen al respecto, el pueblo recurrió a sus profetas rentados, y a sus autoridades sacerdotales y políticas, que contribuyeran con sus falacias y sus mentiras a mantener el engaño en que fueran arrullados los habitantes de la capital de la nación, considerando a Jerusalén como una fortaleza inexpugnable que albergara en su seno al sagrado templo judío, sede de la presencia divina, y garantía de inmunidad contra toda fuerza enemiga. Pero la gente que moraba en la ciudad miraba su localía como impunidad religiosa, manteniendo el testimonio más aberrante, habiendo roto el pacto hacía mucho tiempo, a lo cual añadió una perenne rebeldía que jamás cediera a las advertencias proféticas, y que había rechazado de plano toda intimación al arrepentimiento, levantando como un enorme escudo anti Dios la gloria posicional religiosa de la ciudad de David, y el lugar donde Dios había elegido poner allí su nombre. Pero Yahweh nuestro Dios es un Dios santo, y el pueblo había sido llamado a la santidad como estilo de vida, siendo así aceptos ante Dios el Padre. No podían, pues, divorciar la justicia de la santidad, siendo ambas cosas lo que los definía como pueblo de Dios.
=== Nosotros también somos el templo de Dios, individual y corporativamente; pero cuando nos abrimos al pecado y la maldad, y participamos activamente en ello, sin arrepentirnos ni reconciliarnos con nuestro Señor y Dios; nos enfermamos, decae nuestra economía, sufrimos derrotas ante el enemigo, y nos llegan dificultades de todas partes; no pensamos en la parte que nos corresponde en este glorioso pacto que tenemos con nuestro Señor, decidimos que él tiene que perdonar, sobrellevar, consolar, aguantar, llevar la carga de nuestros pecados, sanar, liberar, y devolvernos a la dicha que nos fuera prometida SI OBEDECÍAMOS AL PACTO Y HACÍAMOS NUESTRA PARTE. No debemos confundir el perdón de nuestros pecados con una licencia para pecar indefinidamente; porque Dios no nos llamó a seguir viviendo en la maldad y la inmundicia; sino a santificarnos para alcanzar nuestra herencia. Si bien la condenación ha quedado atrás, nuestra herencia es algo que está allá adelante, y sin santidad nadie verá a Dios. Tenemos, pues, que vernos ACEPTOS EN EL AMADO (Ef.1:6), Y COMPLETOS EN ÉL (Col.2:10). No somos forajidos redimidos de corazones podridos y corrompidos; sino un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, PARA QUE ANUNCIÉIS LAS VIRTUDES DE AQUEL QUE OS LLAMÓ DE LAS TINIEBLAS A SU LUZ ADMIRABLE (1P.2:9).
=== Para los profetas rentados, consoladores profesionales, y condenadores más magistrales aún; su oficio había sido envilecido, poniéndose al servicio de la gente preguntándole QUÉ QUERÍA OÍR ... DE A CUÁNTO (Hay tarifas, y si no quieres una maldición gitana, te allanas, o te mueres de aquí a mañana). Un cierto hermano, persuadido de la existencia de los dones espirituales, y su vigencia, fue invitado gentilmente a largarse de esa congregación, advirtiéndole que por la autoridad que tenían, podían borrar su nombre del Libro de la Vida ... menos mal no tenia la mente tan estrecha: "Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana (denominacional); y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo" (Mr.14:51-52) ¡Ay, Padre! Los jefes que juzgan por cohecho, los sacerdotes que enseñan por precio, los profetas que adivinan por dinero, y se apoyan en Yahweh, aduciendo que él está en medio de ellos; no son si no una sarta de engañadores que han hecho mercadería del cuerpo de Cristo, y no se sacian de dinero. ¿Te has topado con alguno de ellos? (Mi.3:11).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/10/2018 MENSAJE # 2769
"Así ha dicho Yahweh acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él; Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios".
=== Recordemos que a los profetas menores les tocó vivir en un tiempo de debacle espiritual, y la rebelión del pueblo judío (en el norte y en el sur), se fue extendiendo como un cáncer, hasta hacerse una metástasis; y cuando el Padre dio su dictamen al respecto, el pueblo recurrió a sus profetas rentados, y a sus autoridades sacerdotales y políticas, que contribuyeran con sus falacias y sus mentiras a mantener el engaño en que fueran arrullados los habitantes de la capital de la nación, considerando a Jerusalén como una fortaleza inexpugnable que albergara en su seno al sagrado templo judío, sede de la presencia divina, y garantía de inmunidad contra toda fuerza enemiga. Pero la gente que moraba en la ciudad miraba su localía como impunidad religiosa, manteniendo el testimonio más aberrante, habiendo roto el pacto hacía mucho tiempo, a lo cual añadió una perenne rebeldía que jamás cediera a las advertencias proféticas, y que había rechazado de plano toda intimación al arrepentimiento, levantando como un enorme escudo anti Dios la gloria posicional religiosa de la ciudad de David, y el lugar donde Dios había elegido poner allí su nombre. Pero Yahweh nuestro Dios es un Dios santo, y el pueblo había sido llamado a la santidad como estilo de vida, siendo así aceptos ante Dios el Padre. No podían, pues, divorciar la justicia de la santidad, siendo ambas cosas lo que los definía como pueblo de Dios.
=== Nosotros también somos el templo de Dios, individual y corporativamente; pero cuando nos abrimos al pecado y la maldad, y participamos activamente en ello, sin arrepentirnos ni reconciliarnos con nuestro Señor y Dios; nos enfermamos, decae nuestra economía, sufrimos derrotas ante el enemigo, y nos llegan dificultades de todas partes; no pensamos en la parte que nos corresponde en este glorioso pacto que tenemos con nuestro Señor, decidimos que él tiene que perdonar, sobrellevar, consolar, aguantar, llevar la carga de nuestros pecados, sanar, liberar, y devolvernos a la dicha que nos fuera prometida SI OBEDECÍAMOS AL PACTO Y HACÍAMOS NUESTRA PARTE. No debemos confundir el perdón de nuestros pecados con una licencia para pecar indefinidamente; porque Dios no nos llamó a seguir viviendo en la maldad y la inmundicia; sino a santificarnos para alcanzar nuestra herencia. Si bien la condenación ha quedado atrás, nuestra herencia es algo que está allá adelante, y sin santidad nadie verá a Dios. Tenemos, pues, que vernos ACEPTOS EN EL AMADO (Ef.1:6), Y COMPLETOS EN ÉL (Col.2:10). No somos forajidos redimidos de corazones podridos y corrompidos; sino un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, PARA QUE ANUNCIÉIS LAS VIRTUDES DE AQUEL QUE OS LLAMÓ DE LAS TINIEBLAS A SU LUZ ADMIRABLE (1P.2:9).
=== Para los profetas rentados, consoladores profesionales, y condenadores más magistrales aún; su oficio había sido envilecido, poniéndose al servicio de la gente preguntándole QUÉ QUERÍA OÍR ... DE A CUÁNTO (Hay tarifas, y si no quieres una maldición gitana, te allanas, o te mueres de aquí a mañana). Un cierto hermano, persuadido de la existencia de los dones espirituales, y su vigencia, fue invitado gentilmente a largarse de esa congregación, advirtiéndole que por la autoridad que tenían, podían borrar su nombre del Libro de la Vida ... menos mal no tenia la mente tan estrecha: "Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana (denominacional); y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo" (Mr.14:51-52) ¡Ay, Padre! Los jefes que juzgan por cohecho, los sacerdotes que enseñan por precio, los profetas que adivinan por dinero, y se apoyan en Yahweh, aduciendo que él está en medio de ellos; no son si no una sarta de engañadores que han hecho mercadería del cuerpo de Cristo, y no se sacian de dinero. ¿Te has topado con alguno de ellos? (Mi.3:11).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/10/2018 MENSAJE # 2769
LA VIDA CRISTIANA ESTÁ LLENA DE RETOS Y DE FASES CRÍTICAS; MAS LOS QUE ESTÁN DEBIDAMENTE INFORMADOS (NO DEPENDE DE LOS OTROS, SINO DE TI Y DE TU ADECUADO ENTRENAMIENTO), PODRÁN SABER QUÉ TERRENO ESTÁN PISANDO, Y SI ESTÁN SIENDO VÍCTIMAS DE UN ENGAÑO, O NO.
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