miércoles, 17 de octubre de 2018

NUESTRA RELACIÓN CON LA DEIDAD TIENE CARACTERÍSTICAS DE ORDEN INDIVIDUAL, HABIENDO SIDO ELEGIDOS PARA CUBRIR UNA ASIGNACIÓN, DONDE OBTENDREMOS EL AGRADO DIVINAL Y LA RECOMPENSA DEL CASO.

LIMA - PERÚ   MIÉRCOLES 17 DE OCTUBRE DEL 2018    MENSAJE # 2797

GÉNESIS 12:1-3

"Pero Yahweh había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra".

=== Yahweh Dios tenía un plan para con la descendencia de Sem, la cual afectaría la tierra en su totalidad, y él se fue comunicando generacionalmente para que todo se diera a su sazón. Las pausas, previas a la elección de Abram, y lo que vendría después, nos son reveladas aquí, en los versos postreros de Génesis 11:27-32. Nadie podía moverse de su lugar hasta que el patriarca lo decidiera, y aunque Dios había hablado con Abram con anterioridad, éste supo aguardar hasta el momento en que el Padre lo llamara en pos de su herencia, basada en la promesa que Yahweh le hiciera con respecto a él y su posteridad. Y es aquí donde los movimientos divinos en el panorama redentivo tienen su inicio, teniendo en Abram su Peón 4 Rey, haciendo uso de sus fichas blancas en el ajedrez celestial. Hemos de notar que Dios se comunica con Abram dándole directivas específicas que implicaran una separación, tanto de su patria y locación, como de su plano familiar, y de sus raíces; siendo llamado a una tierra para él extraña, y hacia un destino ignoto, el cual conocería al llegar allá. Como cuando a un general se le dan órdenes selladas que tienen que ser abiertas en el trámite de su misión, sin la prerrogativa de volver atrás o negarse a cumplir su comisión. El que conoce los corazones no dudó ni por un instante de su elección, pues siendo el Alfa y la Omega; el Primero y el Último, conocía el origen y el destino de cada integrante de su ejército divinal en la esfera pedestre; y habiendo hecho un examen exhaustivo y final, ejecutó a su sazón el deseo de su corazón: "Tú eres, oh Yahweh, el DIOS QUE ESCOGISTE A ABRAM; y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; Y HALLASTE FIEL SU CORAZÓN DELANTE DE TI, E HICISTE PACTO CON ÉL para darle la tierra ... para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo" (Neh.9:7-8).

=== El Señor desarraiga a Abram de su patria, implicando que todo llamamiento nos erradica de todo lo que aquí en la esfera pedestre pudiera reclamarnos, exigiendo una renuncia de parte de su elegido; y porque había decidido forjar una familia a la sazón divinal: "Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos lo que los vieren, reconocerán que SON LINAJE BENDITO DE YAHWEH" (Is.61:9). Después, Dios lo separa de sus asociaciones, tanto del plano íntimo como del panorama social al que estuvo unido (cuando Dios quiere algo especial y sólo para él, lo aparta de todo, buscando hacerse uno con él en visión y perspectiva, y sobre todo en propósito), haciéndolo particularmente suyo. Y el hecho de que Dios quiere hacer algo especial y único se revela en que lo aparta por completo de la casa de su padre, indicando con ello que Abram será el principio de algo nuevo y diferente entre todos los demás, singularizándolo extremadamente; pasando luego a señalarle un sino, un territorio, habiendo de surgir de sus lomos una nueva identidad, una casta elegida que mostraría el panorama neocreacional, con una clase de seres que él forjaría de cada uno de nosotros.

=== Luego, el Padre le hace saber del efecto multiplicador que haría de su descendencia una nueva casta que llenaría toda la tierra: "Porque no por la ley fue dada a Abraham (nótese el nuevo nombre) o a su descendencia LA PROMESA de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe" (Ro.4:13). Al proseguir, agrega: "... Y te bendeciré". Las bendiciones divinas tienen un punto de partida, e indican algo que perdurará con el tiempo en una forma trascendente, poseyendo un contenido específico que compone nuestra herencia, adaptándonos a las premisas divinas para hacer efectivo todo aquello que se nos imparte para el beneplácito divinal. Y cuando dice: "... Engrandeceré tu nombre", no lo dice porque agregaría dos letras más al mismo; sino porque su nombre se convertiría en una gloria patriarcal que todo lo que tuviera una vigencia espiritual buscaría llevar como una prolongación de la existencia de un hombre tan extraordinario. El judaísmo, el islamismo y el cristianismo tienen en el nombre de Abraham su punto de partida y su identificación, salvando las distancias que existan entre unos y otros; algo que Jesús sujetaría en estos términos: "... Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais" (Jn.8:39b). "Y serás bendición", esta mención nos revela que Abram tendría un sino profético, pues aquello que se convierte en bendición, se imparte, se comparte y se reparte, hasta constituirse parte de nuestra integridad al ser el padre de nuestra fe: "Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús ... Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa" (Gá.3:26, 29).


=== Dada la determinación divina, habiendo constituido a Abraham como una fuente de bendición, el Señor toma sus medidas para cautelar sus intereses de forma generacional, cubriendo las edades con esta divina conjuración: "Bendeciré a los que te bendijeren", Dios nos pone en antecedentes sobre nuestra actitud con respecto a la descendencia de Abraham, tanto en lo natural (me refiero a la descendencia física de Abraham), como en lo espiritual (nosotros como hijos de Dios conforme a la fe en Cristo Jesús), velando porque nuestros labios hagan eco de lo que Dios ya refirió en lo tocante a su elección, asumiendo nuestro plano de herederos según la fe. Y: "...A los que te maldijeren maldeciré". Este es un decreto divino que no podemos revocar, porque Dios ya lo ha definido así. Por eso Pablo apela a la gracia que le fue dada cuando nos dice que: "Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús ... Por esto fui recibido a misericordia ... para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna" (1Ti.2:13-14, 16). "Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra". Esta es la gracia divina derramada sobre todas las familias de la tierra que componen la familia de la fe, el cuerpo de Cristo, la Iglesia del Dios viviente.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    17/10/2018   MENSAJE # 2797

1 comentario:

  1. EL LLAMAMIENTO DIVINO, PERSONAL Y SINGULAR COMO ES, DEBE SER ASUMIDO EN TODAS SUS INSTANCIAS, DE MODO QUE CADA PASO DE FE DEMUESTRE A DIOS NUESTRA CERTEZA Y NUESTRA ESPERANZA, COMO UNA REALIDAD INFALIBLE, QUE SE CUMPLIRÁ CON TODA SEGURIDAD.

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