martes, 23 de octubre de 2018

LA PACIENCIA NOS ES NECESARIA PARA APRENDER A ACTUAR JUNTAMENTE CON LA DEIDAD EN SUS PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS. Y LOS QUE VAMOS DE CAMINO, PARA SER EFECTIVOS, VAMOS ENTENDIENDO LOS CICLOS DIVINOS, Y ADAPTÁNDONOS A ELLOS. SINCRONICEMOS NUESTROS CORAZONES Y NUESTROS ESPÍRITUS.

LIMA - PERÚ    MARTES 23 DE OCTUBRE DEL 2018    MENSAJE # 2809

NÚMEROS 9: 15-23.

"El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego. Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían, y en el lugar donde la nube paraba, ahí acampaban los hijos de Israel. Al mandato de Yahweh los hijos de Israel partían, y al mandato de Yahweh acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados. Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Yahweh, y no partían. Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Yahweh acampaban, y al mandato de Yahweh partían. Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana. o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían. O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían. Al mandato de Yahweh acampaban, y al mandato de Yahweh partían, guardando la ordenanza de Yahweh como Yahweh lo había dicho por medio de Moisés".

=== La cronología divina (con el devenir histórico humano), hacía que la cronometría obedeciera al panorama profético correspondiente, paso a paso. Si observamos el segundero, el minutero y el horario, notaremos que sus rítmicos movimientos están sincronizados según el fluir temporal, y que todo ello nos concede saber la hora, y entender los tiempos y sazones que el Padre pone en su sola potestad, a los cuales hemos de ceñirnos para que su propósito se ejecute cumplidamente. El tiempo es creación divina, y sin importar lo que hagamos al respecto; ignorándolo o guardándolo, desechándolo o aprovechándolo; no podremos evitar el paso y propósito del mismo, siguiendo el curso que Dios le haya dado, cubriendo las edades a su sazón. Todo, para Dios, tiene una razón de ser, un tiempo y una ocasión para manifestarse; y lo divinamente programado aparecerá puntualmente, cooperando con él en su perspectiva y en su beneplácito. Eso debe hacer que lo temamos y que lo amemos, y que nos sometamos a su plan soberano según su voluntad, entendiendo, por la obediencia a a misma lo que compone nuestra dicha. Así, desde la construcción del tabernáculo, sus muebles y sus enseres, hasta que la tienda comenzara a servir como el lugar de reunión entre Dios y sus escogidos, con todo lo que ello implica, requería de la divina aprobación si había sido hecha conforme al modelo que se había mostrado en el monte a Moisés. Los sacerdotes, sus vestimentas, su unción, sus servidores levitas, el orden en el servicio, etc. Todo llegó a establecerse según lo indicado, y la presencia divina venía a corroborarlo. Cuando Dios se toma su tiempo, y establece un protocolo, nosotros hemos de desarrollar la paciencia, hasta que su aprobación haga su aparición en la forma que él lo defina.

=== Es por eso que la primera afirmación hecha en este párrafo, reza así: "El día que el tabernáculo fue erigido, LA NUBE CUBRIÓ EL TABERNÁCULO SOBRE LA TIENDA DEL TESTIMONIO; y a la tarde HABÍA SOBRE EL TABERNÁCULO COMO UNA APARIENCIA DE FUEGO, hasta la mañana" (v.15). Nótese, por  favor, la palabra sobre y la palabra cubrir. indicando ambas una cobertura que revelara la presencia divina en el aire y el agua, y el fuego y la tierra donde se establecía el tabernáculo. El agua condensada que flota y los cubre del extremo calor desértico que llega a los 50 grados; y del fuego que los cubre y abriga del frío cruel de las zonas áridas que llega hasta los 50 grados bajo cero. Los cuatro elementos se hicieron presentes, forjando la gloria tabernacular extraordinaria y sobrenatural, que posara anteriormente sobre el monte Sinaí, con la nube densa en la que Dios se manifestara ante ellos, con fuego, temblor de tierra, y el sonido de la trompeta que amenazara romperle los tímpanos, causando en ellos un pánico que los hacía temblar; allí también el agua, el aire, la tierra y el fuego, los cuatro elementos, daban testimonio de que Dios lo dominaba todo, y que él tiene el control. Así, pues, la nube de día, y el fuego de noche, hacían notorio el favor divino sobre la nación elegida, invitándolos al concierto en el diario andar que compone el peregrinar a la gloria.

=== Cuando Moisés describe en detalle, repitiendo una y otra vez lo que hacía Dios con su cronómetro celestial, lo que quería es que nos volviéramos conscientes del adiestramiento de los elegidos para la obediencia cronológica, comprendiendo cómo era que las cosas, circunstancias y personas, eventos y situaciones, habían de darse para que su voluntad, según su propósito, se ejecutara a su sazón. Y para eso es nuestro adiestramiento espiritual, anímico y físico, para que nuestro intento, nuestro andar y nuestro peregrinar, nos permitan arribar a buen puerto. El Padre no desea que su accionar conjunto (con su pueblo elegido), siga siendo un misterio o un dilema para nosotros. Así como hay músculos que se contraen, se estiran, se encogen o se expanden en nuestro rostro, para esbozar una sonrisa, o mostrar nuestro desagrado con algo; así actúa Dios con sus instrumentos, produciendo la armonía en el descanso, en el ejercicio diario, en el andar, y en todo lo que hacemos, buscando su agrado y satisfacción; no porque sea egoísta, sino para que entendamos en qué consiste su gozo y su deleite, y que también nosotros nos complazcamos al realizarlo. Su naturaleza dadora, contrasta enormemente con nuestro egoísmo; su paz interior, con nuestra iracundia; su tolerancia, con nuestra impaciencia y deseos de venganza; y así sucesivamente. Jesús veía lo que su Padre hacía, y él lo emulaba en su fluir, aprendiendo a moverse de consuno con él, comprendiendo su intento y su sazón. Recordemos que cuando Jesús recibió la noticia de la enfermedad de Lazaro, y la urgencia de su presencia en Betania, él decidió aguardar hasta su deceso, y llegó al cuarto día. Las hermanas del amigo de Jesús, Marta y María, condenaron sutilmente la demora del Señor; mas Dios había de establecer la importancia de la vida de resurrección, y no añadir una sanidad más a las muchas que el Señor ya había hecho, mostrando su poder sobre la muerte. La impaciencia y la pena se quejan y reclaman; la paciencia y la fe aguardan y se regocijan viendo el divino accionar elevado a la n potencia. No nos quedemos cortos; interactuemos con el Padre según su parecer soberano.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     23/10/2018     MENSAJE # 2809.

2 comentarios:

  1. DIOS NOS DA SU ENSEÑANZA LENTA Y PROGRESIVAMENTE CON EL AFÁN DE QUE LLEGUEMOS A ENTENDER SU DIVINO ACCIONAR, Y EL CÓMO PODEMOS LOGRAR APAREJARNOS CON EL PONIÉNDONOS EL YUGO QUE HACE FÁCIL LLEVAR SUS LIGERAS CARGAS CUANDO EMPUJAMOS EN UNA MISMA DIRECCIÓN.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso comentario pastor Efraín. Gracias por tan puntual enseñanza. Dios lo continúe bendiciendo sobrenaturalmente.

    ResponderEliminar