lunes, 28 de enero de 2019

EL PLANO SANTIFICANTE ES FUNDAMENTAL EN LA VIDA DEL CREYENTE, PASANDO DE LA UNIÓN A LA FUSIÓN COMO UN HECHO INDIVISIBLE DENTRO DEL NUEVO GÉNERO DE VIDA.

LIMA - PERÚ   LUNES 28 DE ENERO DEL 2019   MENSAJE # 3005

PRIMERA DE JUAN 2:1-6.

"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco; y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo".



=== Nuestra confesión de fe no es un 'saludo a la bandera'; no tiene nada de 'lírico'; ni es una promesa vacía como las expresiones de un delincuente que arguye que 'está arrepentido', buscando una rebaja de su pena o una mayor consideración por parte del juez o del jurado en la corte en la que se le juzga. Las realidades espirituales revelan un ESPÍRITU DE COMPROMISO, UNA REALIDAD PACTUAL, UNA MANIFIESTA VIDA DE PIEDAD, UNA RECTITUD DE SER Y DE HACER QUE REVELA NUESTRA JUSTICIA ADJUDICADA POR EL CREADOR CON UNA FIEL COMPROBACIÓN. Cualquier cosa por debajo de estos considerandos, no es más que una farsa religiosa, una posición hipócrita que niega el valor de lo que confesamos, mostrando lo opuesto como la realidad que nos posee y corona. Si bien el anciano apóstol Juan es muy tierno, no deja de ser honesto sobre el valor de las demandas divinas, requiriendo de cada creyente un plano de fidelidad, y una clara consciencia de su relación individual (con Dios), y corporativa y fraterna (con sus hermanos en la fe). Las almas que se han entregado al Dios vivo, han subido de punto en el panorama espiritual, habiendo aprendido a operar tripartitamente como una realidad suprema que mantiene su comunión con la celeste esfera como algo definido, continuo y persistente, penetrando en el panorama trascendente al que fuera llamado.


Los escritos juaninos tienen una consigna, el hacernos libres del pecado, para ingresar al plano de la santidad sin la cual nadie verá a Dios, ni será acepto en su presencia. Seguir pecando. no es nuestra consigna, y el NO PECAR es una línea de acción que purga de nosotros el deseo de andar en Adán, donde todos mueren. El nuevo enfoque, exige la renovación de nuestro entendimiento; y no el divagar en  nuestros pensamientos, intentando ponerle un cerco a la ley, o hacer más elásticas las ordenanzas coherentes con nuestra nueva naturaleza. Y así como existe un patrón métrico decimal, hecho de platino e iridio (para que no es encoja ni se expanda), así también hemos de interpretar el deseo divinal, cooperando con la Deidad en una unidad célico-pedestre que muestre la gloria y la naturaleza de aquel que nos habita, y a quien representamos gozosamente, y no a regañadientes. Como nuestro abogado, él reconoce nuestras culpas, y apela a la gracia divina para alcanzar la restitución de la justicia adjudicada según el plano de misericordia que Dios aplica a nuestro plano deficitario, tornándonos a la comunión con el Padre por el efecto limpiador y purificador de la sangre de Cristo, el cual NOS SIGUE LIMPIANDO, hasta conseguir nuestra aceptación, permitiendo la relación lumínica que nos devuelve a la esfera luminosa en la que fuimos invitados a vivir.



=== La divina PROPICIACIÓN, implica el cómo el corazón del Padre se predispone a manifestar su bondad nuevamente (recordemos el altar de la propiciación. o propiciatorio, hecho todo de oro y como una sola pieza con los querubines que lo flanquean y que miran la sangre que ha sido vertida en la fuente como aquello que provoca la satisfacción de la justicia divina, dispensando su favor para con aquellos que se arrepienten, retornando a la comunicación con la celeste esfera en los mejores términos). Esta propiciación le es dada a los que buscan, pero es ofertada a todo el mundo. Y es así que la persona que confiesa conocer a Dios no haba de un rostro o de circunstancias afables; sino de vivir compenetrado con la Deidad en principios y prácticas, buscando siempre el agrado divino. Nuestra experiencia debe llevarnos a salir del plano posicional, pasando a ser ello un estilo de vida que se conoce con el nombre de PIEDAD.  Nuestra relación con Dios nos llama a un andar en él, y tal como él anduvo. Su presencia en nosotros lo hará posible.



EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   28/01/2019    MENSAJE # 3005

1 comentario:

  1. NUESTRO PANORAMA RELACIONAL CON LA DEIDAD, EN NUESTRA CONDICIÓN DE HIJOS AMADOS, NOS INSTA A PERMANECER EN SANTIDAD, Y OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DIVINOS PARA SERLE AGRADABLES SIEMPRE.

    ResponderEliminar