LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 02 DE ENERO DEL 2019 MENSAJE # 2953
GÁLATAS 3: 21-29
"¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera, porque si la ley dada pudiera justificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes, Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa".
=== Aquellos actos repetitivos siempre indicaron que tenían todos que ceñirse a la fe en el Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo (Jn.1:29), y que aquella revelada fe era lo único que se requería para ser justificados y aceptos ante Dios, Ello no era un acto pasajero para el olvido o para el recuerdo; sino un celeste revestimiento que lo cambiaría todo si nos dejábamos gobernar por él en un panorama tripartito que nos conduciría de la mano al agrado divino y a una total aceptación. Las etnias, las condiciones sociales, y los considerandos por motivos sexuales, dejarían de ser una opción o un impedimento, elevándonos a todos a la categoría de hijos y herederos, desvaneciendo así los hipotéticos privilegios, y los aparentes defectos o valores deficitarios. Hijo de Abraham y heredero, celébralo con tus demás hermanos.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/01/2019 MENSAJE # 2953.
"¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera, porque si la ley dada pudiera justificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes, Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa".
=== El apóstol Pablo nos ha introducido en los valores espirituales y trascendentes de la gracia, y nos está haciendo notoria la función de la ley en el plano relacional previo, habiendo servido a un propósito, llevándonos al plano convergente que nos condujera a la gracia por su función excepcional, que era la de impartirnos justicia mediante la fe, algo que la gloriosa ley divina no contenía. Ella nos hacía conscientes del pecado, de la muerte y la condenación eterna; pero no ofrecía una solución en sí misma para el problema del pecado, tornándonos impotentes, y habiendo de pasar por ofrecer un sacrificio que daba un perdón momentáneo, el cual podía perderse al menor desliz, obligando al transgresor a una nueva ofrenda, y a vivir con aquella carga de pecado que lucía insoluble para la carne, hundiendo en el cien de la condenación a cada integrante de la asamblea en un círculo vicioso y sin fin. ¿Cómo conseguir la justicia perdurable prometida en Daniel 9:24? En ella la gracia divina es asegurada, y ésta vino a través de la fe en Cristo Jesús, y el culpable e impenitente es invitado a través de Romanos 3:19-25 a obtener aquella justicia perdurable sin más requisitos que la fe en Jesucristo.
=== Aquellos actos repetitivos siempre indicaron que tenían todos que ceñirse a la fe en el Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo (Jn.1:29), y que aquella revelada fe era lo único que se requería para ser justificados y aceptos ante Dios, Ello no era un acto pasajero para el olvido o para el recuerdo; sino un celeste revestimiento que lo cambiaría todo si nos dejábamos gobernar por él en un panorama tripartito que nos conduciría de la mano al agrado divino y a una total aceptación. Las etnias, las condiciones sociales, y los considerandos por motivos sexuales, dejarían de ser una opción o un impedimento, elevándonos a todos a la categoría de hijos y herederos, desvaneciendo así los hipotéticos privilegios, y los aparentes defectos o valores deficitarios. Hijo de Abraham y heredero, celébralo con tus demás hermanos.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/01/2019 MENSAJE # 2953.
LA CERTEZA DE LA GRACIA DIVINA, OPERANDO EN NOSOTROS PARA EL CUBRIMIENTO DEL PROPÓSITO DIVINO CONFORME A LA FE, ES MANIFESTADA AQUÍ HASTA EL EXTREMO.
ResponderEliminar